El terremoto de magnitud 7,8 que sacudió Turquía y Siria el 6 de febrero ha dejado al menos 36.000 muertos y decenas de miles de heridos. Redacciones y periodistas están en primera línea cubriendo la destrucción, al tiempo que recurren a las redes sociales para compartir nombres de las personas desaparecidas e información de contacto de organizaciones que pueden prestar ayuda.
Hablé con periodistas de Siria, Turquía y Líbano sobre sus experiencias durante el sismo y después de él. Explicaron cómo informar de forma responsable sobre la catástrofe, cómo contrastar la información que circula y por qué es importante la colaboración en tiempos de crisis.
Imagen de la destrucción en el norte de Siria, tomada por el periodista Rami Muhammad
Ser testigo del desastre
El terremoto afectó directamente a periodistas tanto en Turquía como en Siria. "Me desperté aterrorizado al sentir que el mundo temblaba por todas partes, y salí de casa con mis hijos y mi mujer porque pensé que era un ataque con misiles", cuenta el periodista sirio Ahmed Orabi, que se encontraba con su familia en Al-Atarib, Alepo, cuando se produjo el terremoto. "Se cortó la electricidad en casa y pasamos unas seis horas en el coche. Llovía, oíamos el ruido de los edificios derrumbados y olíamos el olor de la destrucción".
También en Alepo, la periodista Haneen Al-Saye describió la trágica noche: "Tenía miedo, así que salí corriendo a la calle con mis hijos, mi marido y mi madre. Caían piedras sobre nuestras cabezas debido al derrumbe del piso superior de nuestra casa".
Aunque hubo periodistas entre los afectados por la catástrofe inmediata, muchos se apresuraron a ayudar tras ella. Rami Muhammad, otro profesional sirio, ayudó a rescatar a víctimas atrapadas bajo los escombros. "La magnitud de la destrucción es aterradora; a primera vista, uno piensa que ha entrado en una zona que fue blanco de bombas atómicas", dijo.
Ali Al Ibrahim, periodista de investigación y cofundador de Syrian Investigative Reporting for Accountability Journalism (SIRAJ), perdió a familiares en el terremoto: "Mi tío, su mujer y sus tres hijos permanecieron 42 horas bajo los escombros antes de morir".
.Imagen de la ciudad de Bisnia en el campo de Idlib, Siria, tomada por el periodista Ahmed Orabi.
Los medios como servicio e historias humanitarias
En Siria, que ha recibido poca ayuda internacional tras el terremoto, los propios ciudadanos han ayudado a buscar personas entre cientos de edificios derrumbados, dijo Khalil Ashawi, fotógrafo de Reuters y cofundador de Frontline in Focus. Los propios padres de Ashawi quedaron atrapados bajo los escombros en Antakya, Turquía, durante dos días antes de ser rescatados con vida.
Tras asegurarse de que los miembros de su equipo en Siria estaban a salvo, Ashawi les pidió que documentaran el terremoto con fotos aéreas e historias centradas en las personas. Con Internet y la electricidad cortadas, otros miembros del equipo viajaron a la frontera del país para subir el contenido a la web y a las redes sociales.
Hadil Arja, fundadora de Tiny Hand y cofundadora de Frontline in Focus, aconsejó a los periodistas que hicieran todo lo posible por mantener la profesionalidad al informar sobre las traumáticas secuelas. "Los periodistas de Siria y Turquía deben tener la fuerza de voluntad y la determinación de informar sobre los acontecimientos y los hechos con extrema profesionalidad y objetividad", señaló. "Deben informar sobre el sufrimiento de la gente y escribir historias humanitarias para elevar las voces de los afectados".
.Daños en el coche de la periodista Haneen Al-Sayed
Verificación
La desinformación prolifera durante las catástrofes, advirtió Joyce Hanna, fact-checker de AFP. "Los promotores de contenidos falsos se aprovechan de los desastres que tienen muchas fotos humanas impactantes, como la de un niño llorando tras perder a su familia y escenas de niños bajo los escombros", dijo. "Los propagadores de rumores vuelven a publicar vídeos antiguos y aterradores que han sido sacados de contexto para incitar a los usuarios a compartirlos en las redes sociales".
El equipo de Hanna utiliza técnicas como herramientas de búsqueda inversa de imágenes y de fotogramas de videos virales para comprobar si los contenidos que circulan en Internet son recientes o de catástrofes pasadas.
"También nos basamos en nuestra experiencia periodística, haciendo búsquedas de palabras clave para verificar la información, limitándola a un periodo de tiempo concreto, además de ponernos en contacto con nuestros corresponsales en todo el mundo para garantizar la autenticidad de las noticias y las imágenes", explica Hanna. "No publiques fotos y videos durante catástrofes y terremotos hasta que verifiques su credibilidad, para evitar así la propagación de rumores".
Foto de Haneen Al-Sayed
Comunicar hechos y cifras
Mostapha Raad, periodista de Scientific American, ha cubierto las réplicas sentidas por los libaneses tras el terremoto. "Me enfoqué en la magnitud del terremoto y su impacto en Líbano y los países vecinos", explica Raad. "Comparto información científica simplificada en mi página de Facebook, como las fallas sísmicas en territorio libanés, para tranquilizar a los ciudadanos y calmar temores. También les digo lo que deben hacer para protegerse".
Raad aconseja a los periodistas remitirse a las fuentes oficiales para obtener cifras exactas sobre catástrofes naturales antes de compartir tuits o publicaciones en las redes sociales, y pedir orientación a científicos, expertos y centros de investigación especializados. Advirtió que la desinformación puede perjudicar a las personas que sufren la catástrofe, y por eso es esencial asegurarse de que las cifras reunidas coinciden con los datos presentados por otras fuentes.
Foto de Khalil Ashawi
Consejos para informar sobre un terremoto
La periodista y formadora siria Mais Katt ofreció los siguientes consejos a los periodistas que informan sobre catástrofes naturales
- Da prioridad a tu seguridad; es más importante que conseguir una primicia.
- Evita ir a zonas de alto riesgo y sigue las normas recomendadas por las autoridades locales y de seguridad.
- Respeta la ética periodística y las normas profesionales en la cobertura de catástrofes.
- Cumple las directrices respecto de la publicación de fotos de niños y respeta la intimidad de las familias afectadas.
- Sigue directrices profesionales al entrevistar a personas que puedan estar sufriendo un trauma.
- Verifica la información antes de publicarla. Las crisis son un caldo de cultivo para la desinformación.
Este artículo fue publicado originalmente en IJNet Árabe.
Imagen principal de Karem Keelia, colaboradora de Frontline in Focus. Todas las fotos publicadas con permiso de los autores.