Nueva investigación detalla el feroz acoso online a Maria Ressa

Mar 8, 2021 en Seguridad digital y física
Maria Ressa

Advertencia: este artículo incluye contenido gráfico que ilustra la gravedad de la violencia en línea contra las mujeres, incluyendo alusiones de violencia sexual e insultos género. Este contenido no se incluye gratuitamente. Es fundamental para permitir el análisis de los tipos, métodos y patrones de ataques contra Maria Ressa.


Un análisis colaborativo de cientos de miles de publicaciones en redes sociales dirigidas a la periodista filipino-estadounidense de renombre internacional Maria Ressa durante los últimos cinco años demuestra lo que activistas y periodistas han advertido durante mucho tiempo: la violencia en línea contra periodistas, especialmente mujeres, es un problema generalizado con consecuencias palpables fuera del mundo digital. Esta violencia digital, especialmente cuando es impulsada por el estado, pone en riesgo directo la seguridad de los profesionales de los medios y amenaza la libertad de la industria de las noticias para actuar como un pilar eficaz de la democracia.

Las investigadoras Julie Posetti, Diana Maynard y Kalina Bontcheva utilizaron procesamiento del lenguaje natural, que utiliza lingüística, informática e inteligencia artificial, para analizar grandes conjuntos de datos en Facebook y Twitter con el objetivo de rastrear la avalancha de violencia en línea contra Ressa y la trayectoria del acoso estatal contra su persona. En la recopilación y análisis de datos para el estudio, el proyecto contó con la colaboración del medio de Ressa, Rappler. Esta pesquisa alimentará un proyecto de investigación más amplio encargado por la UNESCO.

El informe pone al descubierto la naturaleza sexista, misógina, racista y gráfica de los ataques, y muestra cómo el abuso en línea incesante puede crear un entorno que permite a las fuerzas antidemocráticas caer sobre los periodistas y su trabajo.

[Lee más: La violencia online daña profundamente a las mujeres periodistas]

 

Es un "fenómeno muy del siglo XXI", explican las investigadoras. “Un furor de desinformación y ataques; uno en el que periodistas serios son sometidos con impunidad a la violencia en línea; donde los hechos se marchitan y las democracias se tambalean".

Ressa está enfrentando nueve casos legales por hacer su trabajo, lo que podría enviarla a prisión por el resto de su vida si es declarada culpable de todos los cargos. El asalto legal es una consecuencia directa de un entorno preparado por la violencia en línea.

“Las autoridades la difaman y el presidente Duterte ha ayudado a amplificar los ataques contra ella. Por lo tanto, las autoridades estatales agreden directamente a Maria y también crean un entorno propicio que facilita y alimenta el abuso de otros. A su vez, la agresión en línea envalentona a las autoridades en su persecución", dice Caoilfhionn Gallagher QC, codirectora del equipo legal internacional de Ressa. "En mi opinión, existe una relación simbiótica entre el abuso que Maria experimenta en las redes y el progreso del acoso legal fuera de línea".

La evidencia sugiere que algunos de los ataques han sido orquestados por el estado, e impulsados por la retórica demonizadora del presidente filipino Rodrigo Duterte y de blogueros e influencers pro-Duterte.

Es probable que los datos capturen solo la mitad de los ataques en idioma inglés o en una mezcla de inglés y tagalo dirigidos a Ressa en Facebook y Twitter, señalan las investigadoras, debido a las limitaciones en la tecnología de procesamiento del lenguaje natural. También quedaron fuera del análisis los ataques a través de Facebook Messenger, que son "los más brutales que ha experimentado Ressa", según el informe. Gran parte del acoso público también es intencionalmente sutil, en parte para eludir las herramientas de seguimiento automatizadas.

En total, las investigadoras analizaron casi 400.000 tweets y más de 57.000 publicaciones y comentarios de Facebook contra la periodista entre 2016 y 2021. A continuación, una instantánea de algunos de los hallazgos.

Naturaleza de los ataques

  • El 60% busca dañar la credibilidad de Ressa como periodista, incluyendo ataques con desinformación y afirmaciones apócrifas de que trafica con "noticias falsas".
  • El 40% de los ataques se clasifican como personales y comportan sexismo significativo, misoginia y lenguaje explícito, incluidos ataques a la apariencia física de Ressa e imágenes manipuladas de su cabeza con genitales masculinos. Este tipo de violencia también incluye amenazas de violación y asesinato, y hace referencia al color de piel y la sexualidad de la periodista.

Word cloud of online violence

Método de los ataques

  • Los ataques se pueden orquestar a través de cuentas falsas y bots. En ocasiones, Facebook ha eliminado cuentas de lo que ellos denominan "comportamiento no auténtico coordinado", aunque su respuesta en general ha sido "lamentablemente inadecuada", de acuerdo con Ressa.
  • Facebook es el principal facilitador de la violencia en línea contra la periodista. Ella dice que se siente "mucho más segura" en Twitter.
  • Los atacantes usan hashtags, memes e imágenes manipuladas para aumentar el volumen y el engagement de su acoso.
  • Los atacantes publican información privada o personal reveladora —lo que se llama doxxing—, para fomentar los ataques fuera de línea contra Ressa.

Desencadentantes

  • La violencia en línea contra Ressa aumenta después de apariciones en los medios de comunicación, de recibir premios internacionales y de aparecer en la corte.
  • Los ataques aumentan a raíz de las investigaciones publicadas por Rappler sobre la administración de Duterte, y como reacción a coberturas y comentarios de la propia Ressa sobre desinformación y Duterte.

La violencia ha sido especialmente insidiosa en su página profesional de Facebook, donde por cada comentario positivo que los investigadores analizaron, recibió 14 agresiones. Una cuarta parte de los más de 9.400 ataques rastreados entre 2015 y 2018 en la página tuvieron como objetivo su credibilidad profesional, y aproximadamente el 14% fueron de naturaleza personal. Otro 15% tenía tintes políticos, acusando a Ressa y su periodismo de oponerse a Duterte. Debido a las agresiones, Ressa ya no usa la página.

Chart of online abuse on Facebook.

 

La desinformación es un elemento importante de la violencia en línea que Ressa ha experimentado, infundida en todos los diferentes tipos de ataques en su contra. Se han coordinado también campañas de "pile-on" o "gaslighting", en las que se retrata falsamente el periodismo de Ressa como actos de desinformación.

Las tácticas de desinformación utilizadas contra Ressa y Rappler coinciden con lo que descubrió una encuesta de UNESCO-ICFJ: que el 41% de las casi 100 mujeres periodistas encuestadas dijeron haber experimentado violencia en línea que creían estaba relacionada con campañas de desinformación orquestadas.

"Este abuso no solo desacredita a Ressa y permite su acoso legal", señalan las investigadoras. "También sirve para erosionar aún más la confianza del público en el periodismo independiente y los hechos en general, sembrando confusión y socavando el pilar democrático de la libertad de prensa en Filipinas".

[Lee más: Detrás de las batallas judiciales de la periodista Maria Ressa]

 

El rol de las redes sociales

La violencia digital contra Ressa ha sido más pronunciada en Facebook, que es la manera en que la mayoría de los filipinos acceden a Internet. También es la plataforma principal a través de la cual Duterte y los trolls pro-Duterte agitan la violencia en línea contra Ressa y otros periodistas.

La inacción de Facebook para combatir el odio y la desinformación en su propia plataforma ha permitido que prospere la represión antidemocrática que amenaza su vida, ha advertido Ressa. En este informe, Ressa compara la omnipresencia de la desinformación en Facebook con el coronavirus: “Es una comparación perfecta, porque el virus de las mentiras es muy contagioso. Y una vez que estás infectado, te vuelves insensible a los hechos".

Hacer responsables a las plataformas de Big Tech es crucial, sostiene Ressa. De lo contrario, la desinformación desenfrenada y sus consecuencias para la democracia en Filipinas se reproducirán en el resto del mundo.

"La única forma en que esto se detendrá es cuando las redes rindan cuentas", se cita a Ressa en el informe. “En Estados Unidos, si te resbalas sobre la acera helada de una casa puedes demandar al dueño de la casa. Bueno, esto es lo mismo. Han habilitado estos ataques. Ciertamente han cambiado mi vida de muchas maneras".

Recomendaciones

El informe ofrece diez recomendaciones para abordar la violencia en línea contra las mujeres periodistas, extrayendo lecciones de la experiencia de Maria Ressa. Entre ellas, las investigadoras instan a los actores políticos a rendir cuentas por incitar a la violencia contra las mujeres periodistas, y que los marcos legales y regulatorios que defienden la libertad de expresión y la igualdad sean revisados ​​y adaptados para la era digital. Apoyan el establecimiento de consejos de redes sociales que ofrezcan recursos para las víctimas de abuso, y aconsejan a las empresas de redes sociales que desarrollen equipos especializados para responder rápida y eficazmente a los ataques en línea contra los trabajadores de los medios.

Estos, por su parte, deben proporcionar formación y directrices sensibles al género para su staff, así como seguridad física y digital integrada, y apoyo psicológico para las mujeres periodistas víctimas de abusos. Las salas de redacción también deben producir coberturas que denuncien a las plataformas de redes sociales por sus acciones, o inacciones, y sus políticas, independientemente de los vínculos que puedan tener con dichas empresas.

Puedes encontrar una lista completa de recomendaciones y recursos adicionales del informe aquí.


Si has encontrado este contenido angustioso o difícil de discutir, no estás solo. Hay herramientas que pueden ayudarte. Empieza por explorar los recursos del Centro Dart para el Periodismo y el Trauma, y busca apoyo psicológico si es necesario.

David Maas es director de IJNet.

Imagen de Franz Lopez, Rappler.