La lucha mundial contra el COVID-19 está lejos de terminar. La variante delta, en plena circulación, presenta una nueva ola de desafíos y subraya aún más la importancia de redoblar los esfuerzos para combatir el virus.
Si estás informando sobre el impacto de esta variante, Peter van Heusden, bioinformático del Instituto Nacional de Bioinformática de Sudáfrica (SANBI), tiene algunas sugerencias clave para ti, de las que habló en un reciente seminario web organizado por el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ).
"Vemos cómo la delta se está imponiendo lentamente en todo el mundo. Está desplazando a todas las demás versiones del virus. Tiene, lo que llamamos, una ventaja selectiva", dijo van Heusden.
Resumimos las claves del webinario a continuación.
La variante delta es más transmisible que otras variantes
Gracias al proceso de secuenciación biológica de las muestras de COVID-19, el SANBI y la Iniciativa GISAID, que ofrece datos genómicos de numerosos virus, han podido rastrear y comprender cómo ha cambiado el nuevo coronavirus desde su descubrimiento.
Las muestras de SANBI ilustran la aparición de las distintas variantes del SARS-CoV-2 a lo largo de la pandemia, con la variante delta del virus a la cabeza del reciente aumento de los contagios en todas las regiones de África, y también del mundo. Esta variante conlleva una mayor carga viral y puede tener consecuencias para los sistemas sanitarios cuando se agotan los recursos.
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Los recursos son fundamentales para hacer frente a la nueva ola
La falta de recursos dificulta la capacidad de los países para combatir la propagación del virus. Esto no es distinto con la variante delta, señaló van Heusden, especialmente en África.
"El continente africano ha quedado al margen del acceso a demasiadas cosas, incluidos los suministros para hacer pruebas. Debería haber habido mucha más inversión en mejores diagnósticos para el continente", dijo.
Las vacunas brindan una fuerte protección contra la variante delta
Los países con mayores ingresos, como Estados Unidos y el Reino Unido, disponen de vacunas para ayudar a contrarrestar este último aumento. Sin embargo, con grandes segmentos de la población sin vacunar, la variante delta está causando un daño significativo.
La disponibilidad de las vacunas ha hecho que disminuyan las muertes en los países de ingresos altos. La tasa de mortalidad es mayor en los países de bajos ingresos, donde el acceso a las vacunas y otros recursos críticos es más limitado.
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La colaboración es crucial
La colaboración entre los países de altos y bajos ingresos es fundamental para combatir el virus. Pero, hasta la fecha, esta colaboración ha estado en gran medida ausente. Los recursos y el apoyo de los países más ricos son necesarios ahora más que nunca, ya que el virus sigue evolucionando. "Cuanto más se extiende el virus, más variantes surgen", dijo van Heusden.
Mientras la variante delta sigue extendiéndose, la colaboración entre científicos y periodistas es también esencial para una cobertura completa y precisa del COVID-19. "El mayor enemigo que tenemos en este momento es la división y quienes se benefician de ella", señaló van Heusden, y añadió que la desinformación sobre el virus agrava el problema. Los periodistas también deben ocuparse de producir coberturas que tengan en cuenta el contexto necesario en torno a la pandemia.
Foto de Miguel Á. Padriñán en Pexels.
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