Soy profesor de Química, tengo un doctorado, y llevo adelante mi propia investigación científica. Pero, al leer medios, con frecuencia, necesito preguntarme: "¿esto es ciencia o es ficción?"
Las razones por las que una cobertura científica puede no ser sólida son numerosas. Charlatanes se aprovechan de la complejidad de la ciencia, proveedores de contenido no saben diferenciar la ciencia mala de la buena, y políticos que venden ciencia falaz para respaldar sus posturas.
Si un contenido científico suena demasiado bueno para ser real o demasiado loco para ser fidedigno, o apoya de manera muy conveniente una causa contenciosa, es posible que necesites verificar su veracidad.
A continuación, seis consejos que te ayudarán a detectar ciencia falsa.
Clave 1: Busca el sello de aprobación de la revisión por pares
Los científicos comparten los resultados de sus estudios en revistas especializadas. Así permiten que el mundo vea qué investigaciones se han realizado y cómo.
Una vez que los investigadores están seguros de sus resultados, redactan un manuscrito y lo envían a una revista. Los editores envían los manuscritos a al menos dos árbitros externos que tienen experiencia en el tema. Estos revisores pueden sugerir que el manuscrito sea rechazado, publicado como está o enviado de nuevo a los autores para que hagan más experimentos. Ese proceso se llama "revisión por pares".
La investigación publicada en revistas revisadas por pares ha sido sometida a un riguroso control de calidad por parte de expertos. Cada año, alrededor de 2.800 revistas revisadas por pares publican aproximadamente 1,8 millones de artículos científicos. El cuerpo de conocimiento científico está en constante evolución y actualización, pero puedes confiar en que la ciencia que aparece en estas revistas es sólida. Además, las políticas de retractación ayudan a corregir el contenido si se descubren errores después de la publicación.
La revisión por pares lleva meses. Para salir al mundo más rápido, los científicos a veces publican artículos de investigación en lo que se llama servidor de preimpresión. Estos a menudo tienen un "RXiv" —pronunciado "archive"— en su nombre: MedRXiv, BioRXiv y así sucesivamente. Estos artículos no han sido revisados por pares y, por lo tanto, no están validados por otros científicos. Los preprints brindan una oportunidad para que otros científicos evalúen y usen la investigación para su propio trabajo con anticipación.
¿Cuánto tiempo ha estado un trabajo determinado en un servidor de preimpresión? Si han pasado meses y aún no se ha publicado en la literatura revisada por pares, debes ser escéptico. ¿Los científicos que enviaron el preimpreso pertenecen a una institución de renombre? Durante la crisis del COVID-19, con los investigadores esforzándose por comprender un nuevo virus peligroso y apresurándose a desarrollar tratamientos, los servidores de preimpresión se llenaron de ciencia inmadura y no comprobada. Así, los exigentes estándares de investigación han sido sacrificados en pos de la velocidad.
Una última advertencia: debes estar atento a las investigaciones publicadas en las así llamadas "revistas depredadoras". No revisan los manuscritos por pares y cobran a los autores una tarifa para publicarlos. Artículos publicados en cualquiera de las miles de revistas depredadoras conocidas deben considerarse con un fuerte escepticismo.
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Clave 2: Busca tus propios puntos ciegos
Ten cuidado con los prejuicios y sesgos de tu propio pensamiento, que podrían predisponerte a caer en una noticia científica falsa en particular.
Las personas dan a sus propios recuerdos y experiencias más credibilidad de la que merecen, lo que dificulta la aceptación de nuevas ideas y teorías. Los psicólogos llaman a esta peculiaridad "sesgo de disponibilidad". Es un atajo útil cuando necesitas tomar decisiones rápidas y no tienes tiempo para analizar críticamente los datos, pero interfiere con tus capacidades para verificar.
En la lucha por la atención, las declaraciones sensacionales superan a los hechos menos emocionantes, pero más probables. Esta tendencia a sobreestimar la probabilidad de sucesos vívidos se denomina "sesgo de prominencia". Lleva a la gente a creer erróneamente en hallazgos exagerados y a confiar en políticos que se manifiestan con seguridad en lugar de a científicos cautelosos.
También puede haber un sesgo de confirmación. Las personas tienden a dar crédito a las noticias que se ajustan a sus creencias. Esta tendencia ayuda a los negacionistas del cambio climático y a los antivacunas a creer en sus causas a pesar del consenso científico en su contra.
Los proveedores de noticias falsas conocen las debilidades de la mente humana y tratan de aprovechar estos prejuicios naturales. Entrenarte puede ayudarte a reconocer y superar tus propios sesgos cognitivos.
Clave 3: Correlación no es causalidad
El hecho de que puedas ver una relación entre dos cosas no significa necesariamente que una sea la causa de la otra.
Incluso si las encuestas encuentran que las personas que viven más tiempo beben más vino tinto, eso no significa que un trago diario prolongará tu vida. Podría ser que los bebedores de vino tinto sean más ricos y tengan una mejor atención médica, por ejemplo.
Clave 4: ¿Quiénes fueron los sujetos del estudio?
Si un estudio utilizó sujetos humanos, verifica si fue controlado con placebo. Eso significa que algunos participantes son asignados al azar para recibir un tratamiento, como una nueva vacuna, y otros obtienen una versión falsa que creen que es real: el placebo. De esa manera, los investigadores pueden saber si algún efecto que ven se debe al medicamento que se está probando.
Los mejores ensayos también son doble ciego: para eliminar cualquier sesgo o ideas preconcebidas, ni los investigadores ni los voluntarios saben quién está recibiendo el medicamento activo o el placebo.
El tamaño de la prueba también es importante. Cuando se inscriben más pacientes, los investigadores pueden identificar los problemas de seguridad y los efectos beneficiosos antes, y cualquier diferencia entre los subgrupos es más obvia. Los ensayos clínicos pueden tener miles de sujetos, pero algunos estudios científicos son mucho más pequeños. En este caso, debes estar atento a abordar cómo han logrado la confianza estadística que dicen tener.
Verifica que cualquier investigación de salud se haya realizado realmente en personas. El hecho de que un determinado medicamento funcione en ratas o ratones no significa que funcionará para ti.
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Clave 5: La ciencia no necesita "posturas"
Aunque un debate político requiere dos lados opuestos, un consenso científico no. Cuando los medios interpretan que la objetividad significa igual tiempo de aire, socava la ciencia.
Clave 6: Las coberturas claras y honestas pueden no ser el objetivo
Para llamar la atención de sus audiencias, los programas matutinos y de entrevistas necesitan cosas nuevas y emocionantes; la precisión, en ese caso, puede pasar a ser una prioridad menor. Muchos periodistas científicos están haciendo todo lo posible para cubrir con precisión nuevas investigaciones y descubrimientos, pero muchos medios que difunden ciencia parecen más de entretenimiento que educativos.
Ten cuidado con los productos y procedimientos médicos que suenan demasiado buenos para ser verdad. Sé escéptico con los testimonios. Piensa en las motivaciones de los jugadores clave y en quién puede estar ganando dinero.
Si todavía sospechas de algo que viste publicado en los medios, ve a la fuente original —el artículo científico— para chequear la precisión de la cobertura.
Marc Zimmer es profesor de Química en el Connecticut College.
Este artículo fue publicado primero en The Conversation bajo licencia Creative Commons. Puedes leer aquí el artículo original. Suscríbete al boletín de The Conversation.
Imagen con licencia Creative Commons en Unsplash, vía Hans Reniers.