Los periodistas hablan con fuentes todos los días, pero es raro que esa conversación sea sobre el propio ejercicio del periodismo. En septiembre, el Centro para la Integridad Pública de Estados Unidos y la Fundación Tara Health organizaron encuentros para explorar de qué manera la cobertura informativa de las mujeres de clase trabajadora puede ser más inclusiva.
Líderes comunitarias compartieron sus opiniones sobre los daños perpetuados por el periodismo, y sus sugerencias para mejorar. Los periodistas compartieron sus propias frustraciones sobre las dificultades que supone intentar mejorar las prácticas informativas, y con un nivel de honestidad pocas veces visto en las conversaciones públicas.
Cinco claves para mejorar la cobertura
Estas conversaciones ayudaron a sacar a la luz estrategias específicas que el periodismo puede aplicar en su práctica, y empujaron a los periodistas a reflexionar sobre las formas, a menudo invisibles, en que las coberturas contribuyen a reforzar el statu quo, como por ejemplo haciendo hincapié en héroes y villanos individuales en lugar de cubrir los problemas sistémicos.
Algunas estrategias:
- Dejar de lado la narrativa de la víctima. En su lugar, hay que destacar la capacidad de acción y las soluciones de las mujeres de clase trabajadora. A menudo, cuando se cita a una fuente en una historia, no se la describe de la manera en que se ve a sí misma: como una trabajadora con poder y un plan para cambiar sistemas injustos. Al compartir las demandas de las trabajadoras y su análisis de los problemas, los periodistas pueden honrar la alegría y la dignidad que la gente encuentra en su trabajo.
- Invertir en las relaciones cuidando a las fuentes antes y después de la cobertura. Existe un deber de cuidado con las fuentes, especialmente con las de las comunidades marginadas. La construcción de relaciones continuas, como hacen los periodistas con los políticos y los empresarios, debe extenderse también a los trabajadores y a los líderes comunitarios.
- Incorpora la transparencia en tu proceso de reporteo; eso genera confianza entre los lectores y las fuentes. Sin transparencia, las fuentes no entienden por qué se eligen ciertas citas o cómo es posible hablar durante una hora y no entrar en un artículo. Ser claro acerca de las limitaciones a las que te enfrentas como periodista, y cómo ves el propósito de la historia, puede ayudar a establecer expectativas claras con las fuentes.
- Replantéate a quiénes consideras expertos y valora la experiencia vivida. ¿Quién conoce mejor las necesidades de las mujeres de la clase trabajadora que ellas mismas? Esa experiencia personal es tan valiosa como una credencial o un título. Prepárate para hablar con esas trabajadoras del mismo modo que con un CEO, think tank o un académico: haciendo los deberes pertinentes, preguntando cuáles son los problemas y las soluciones que piensan. En pocas palabras: trata a los trabajadores como los protagonistas de sus propias historias.
- Conectar los puntos entre las experiencias vividas por las mujeres trabajadoras y las causas estructurales de sus experiencias. Las coberturas que sitúan las experiencias de las trabajadoras individuales dentro de sistemas más amplios ayudan a los lectores a comprender mejor los factores a los que se enfrentan y rompen con una narrativa demasiado simplificada de "héroes y villanos".
Puedes acceder al panel completo del Centro para la Integridad Pública y la Fundación Tara aquí.
Este artículo fue publicado originalmente en OpenNews y es reproducido en IJNet con permiso.
Imagen de LinkedIn Sales Solutions en Unsplash.