Karam al-Masri nunca planeó ser periodista.
En 2011, este nativo de Alepo estudiaba el segundo año de la carrera de Derecho cuando comenzaron las protestas en Siria, tras las revoluciones de Egipto y Túnez. Usando su teléfono celular, tomó fotos y videos de las manifestaciones contra el régimen de Bashar al-Assad. A medida que el conflicto se convertía en una guerra civil, al-Masri continuó su trabajo, documentando la violencia que estalló en su ciudad. Actualizó su equipo y, después de ponerse en contacto con Agence France-Presse en 2013, se convirtió en fotógrafo profesional.
Sus fotografías freelance para AFP hicieron un gran camino alrededor del mundo, apareciendo en medios como The New York Times, la revista Time, The Washington Post y más. Y luego llegaron los premios: Time colocó una de sus imágenes en su lista “Top Ten Photos of 2016”; ganó el gran premio de fotoperiodismo de la Fundación Varenne y obtuvo el tercer lugar en los Premios de fotografía de Estambul 2016.
Pero estos reconocimientos tuvieron un precio. Al-Masri no solo vio cómo se destruía su querida ciudad; también sufrió tragedias personales.
En abril de 2011, el gobierno sirio lo arrestó por posteos que hizo en Facebook. Estuvo un mes en confinamiento solitario y fue torturado. "El régimen quería que dijera que estaba trabajando para agentes extranjeros", explica al-Masri.
Luego, en noviembre de 2013, miembros del Estado Islámico secuestraron y encarcelaron a al-Masri por documentar lo que estaba ocurriendo en Alepo, un pecado mayor, según ISIS. Una vez más, se encontró en confinamiento solitario, sobreviviendo con una ración de media rebanada de pan y tres aceitunas. Cuando fue liberado seis meses después, no solo encontró a la ciudad de Alepo arrasada, sino que descubrió que su casa había sido alcanzada por una bomba de barril que había matado a su madre. Semanas después, otra bomba mató a su tía. Más tarde, francotiradores sirios le dispararon dos veces, en la pierna y la mano.
Sin embargo, al-Masri retomó obstinadamente la fotografía, aún más decidido a mostrar al mundo las atrocidades ocurridas en Alepo, particularmente cuando los medios extranjeros huyeron en medio de los secuestros de ISIS y la violencia creciente.
En diciembre de 2016 se vio obligado a abandonar Siria y, con la ayuda de AFP, buscó asilo en París. IJNet habló con el ahora fotoperiodista de 26 años y ganador del Premio Internacional de Periodismo Knight sobre su carrera y la cobertura de conflictos sobre el terreno.
¿Qué hizo que comenzaras a documentar el conflicto en Siria?
Comencé haciendo videos para mi canal de YouTube. Mis videos eran solo de las demostraciones; no había enfrentamientos ni nada de eso. Quería que el mundo viera lo que sucedía en el territorio porque no había periodistas extranjeros. Los principales medios de comunicación decían que en Siria no pasaba nada y que las manifestaciones eran cosa de unos pocos.
Y seguiste documentando cuando estalló la violencia. ¿Por qué?
La guerra se convirtió en una guerra real, no en manifestaciones ni en una revolución. El régimen comenzó a atacar a la población con bombas de barril y misiles. Fue muy difícil cubrirlo. Pero quería que mi trabajo llegara a todo el mundo. Sin esas imágenes y videos, tal vez el régimen hubiera matado a todos en las áreas que no controlaba.
¿Tenías experiencia con la fotografía antes de la guerra?
No, no, no. Fui autodidacta. Miré fotos de periodistas extranjeros de todo el mundo y empecé a imitarlos. Le enviaba fotos a AFP y me decían si no eran buenas. Y luego, con el tiempo y la experiencia, me hice profesional. Pasé tres años tomando fotos. Si estudias en la universidad, te llevará tres, cuatro o cinco años aprender fotoperiodismo. Yo aprendí en las calles.
¿Qué esperas para tu futuro?
Espero continuar mi trabajo como periodista. Estoy pensando en ir al terreno otra vez; voy a pedirle a AFP que me envíe de vuelta a una zona de guerra. Me aburro en París. Prefiero ir a algún lugar del Medio Oriente, como Irak, Yemen, Libia, quizás Bahrein, cualquier zona de guerra.
¿Qué significa para ti haber ganado el Premio Knight de Periodismo?
Estoy muy contento de haberlo recibido. Significa que mi trabajo llegó a gente de todo el mundo.
Imagen principal de Alanna Dvorak. Imagen secundaria cortesía de Karam al-Masri.