Por lo general, comienza con un simple correo electrónico o un mensaje de WhatsApp: "Soy periodista y fulano de tal me pasó tu contacto. Voy a viajar a tu país y estoy buscando un fixer".
Aunque estas solicitudes no han sido tan comunes en 2020 debido a la pandemia, ciertamente aumentarán a medida que el mundo se recupere de la crisis sanitaria.
Este artículo examina el papel esencial en el periodismo que desempeña un fixer.
El rol del fixer
Un fixer es alguien que un periodista o equipo de periodistas puede contratar para que los acompañe cuando viajan a una nueva ubicación. Los fixers están familiarizados con las costumbres y prácticas locales, están al tanto de los temas relevantes y también pueden servir como traductores. Cuando los fixers son también periodistas, pueden asumir más funciones.
Los fixers tienen en cuenta el tipo de medio para el que se realiza una cobertura, así como su naturaleza. ¿Se trata de una noticia dura, un artículo para una revista o un documental? Comprender el contexto local también es fundamental: por ejemplo, ¿se trata de una zona de conflicto?
"Es una enorme inversión humana y editorial", dice Marie Naudascher, periodista y fixer francesa con residencia en Brasil. "O el periodista que solicita nuestros servicios tiene una idea precisa sobre su cobertura y le brindamos contactos de nuestra agenda, o su idea es más general y les damos la historia para contar".
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Emmanuelle Sodji, un videoperiodista de Togo que investigó el tráfico de Tramadol en África Occidental, lo confirma. "La calidad de la historia depende del fixer, que es quien encuentra a los personajes adecuados y las secuencias de video adecuadas". El fixer también coordina cuestiones de logística, como el vehículo, el conductor, el traductor y el catering, se encarga de las solicitudes de autorización necesarias y organiza los itinerarios.
Los periodistas a menudo viajan solos por un tiempo limitado y con un presupuesto definido, por lo que todo debe planificarse. "No puede haber problemas; los fixers deberían tener un plan B y un plan C. Tienen que ser como una navaja suiza", dijo Naudascher.
Ser capaz de adaptarse y reaccionar es clave para los fixers. También es fundamental comprender los requisitos de los periodistas antes de que lleguen y ponerse de acuerdo sobre el trabajo que se espera.
Nuevas experiencias y viajes
Si bien la paga puede ser atractiva, no es la principal motivación de un fixer.
"Estar con periodistas experimentados me permitió ver otras formas de trabajar. Aprendí mucho e hice amigos", dijo Rania Massoud, una periodista que solía trabajar para L'Orient Le Jour. Su trabajo como fixer le ha permitido viajar por todo el Líbano, desde campos de refugiados hasta aldeas costeras.
Naudascher también señaló las experiencias únicas que ha tenido haciendo el trabajo. "Fui al Amazonas para una cobertura sobre los delfines rosados, algo que no habría hecho de otra manera", dijo.
Costumbres y problemas locales
Los prejuicios y las diferencias culturales pueden crear tensión en un viaje periodístico. Es probable que los periodistas que soliciten ayuda a los fixers estén poco familiarizados con los temas y los contextos locales. “Lo más difícil es hacerles entender que la realidad sobre el terreno es diferente”, dijo Sodji.
Sodji señaló que ayudó a los periodistas extranjeros a atravesar desafíos culturales en África Occidental. “Nuestros compañeros extranjeros no siempre entienden que aquí hay que hablar con la gente para que se sienta cómoda y que muchas cosas se deciden en el último momento”.
Los fixers deben tranquilizar a sus clientes, que pueden no comprender los códigos y costumbres locales o tener nociones preconcebidas. "Esto puede ser lo más frustrante", dijo Massoud. "Recuerdo a una colega que pensó que tenía que usar un hiyab en el Líbano aunque yo no lo usara".
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Riesgos
Cuando se trata de coberturas sensibles y potencialmente peligrosas, los fixers pueden tener la tarea de garantizar la seguridad del equipo. Tu propio bienestar también puede verse amenazado después de que se publique la historia. "Tú eres la persona local. Los entrevistados tienen tu número de teléfono", señaló Naudascher.
Al ayudar en la comunicación, los fixers pueden tener que transmitir las expectativas entre los periodistas y sus fuentes de información y los sujetos en el terreno. Si esto no se hace con tacto, podría afectar negativamente a una red de fuentes que los fixers tardaron años en construir.
Por ejemplo, Naudascher una vez tuvo que resolver un malentendido con una fuente local que no quería que se documentara el sistema de seguridad de su hogar en ninguna grabación de video. "Fue lo primero que filmó el camarógrafo, pero yo había dado mi palabra de que no aparecería", dijo. Afortunadamente resolvió la situación, evitando consecuencias adversas.
Reconocimiento
Los fixers suelen trabajar entre bastidores, sin seguro ni salario fijo. A menudo se les paga en efectivo.
"Eso es ser un fixer; no existes", dijo Sodji. Naudascher, por su parte, notó que dejó de trabajar como fixer por falta de estatus y reconocimiento.
Aun así, los fixers a veces son reconocidos a través de una mención en los créditos del reportaje o junto a la firma del autor, quien, en definitiva, no podría haber hecho nada sin su ayuda.
Delphine Bousquet es periodista, profesora de periodismo y corresponsal de varios medios de comunicación franceses en Benin. Fue una de las ganadoras del concurso de reportajes Covering COVID del ICFJ. También trabaja como fixer.