Una red de apoyo para periodistas freelance frente a la precarización y la violencia

Dec 13, 2022 en Seguridad digital y física
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Siete periodistas viajaban al norte del estado de Guerrero, México, para realizar una cobertura periodística cuando fueron interceptados por 100 personas encapuchadas y armadas. Amenazados con armas de fuego, les robaron sus pertenencias, cámaras fotográficas, teléfonos celulares, dinero, computadoras (ordenadores) y un vehículo. El incidente ocurrió en mayo de 2017, y como los periodistas no entregaron su trabajo, porque no llegaron a realizarlo, los medios para los que trabajaban nunca les pagaron.

“Muchos de los colegas que están en medios de comunicación corren muchos riesgos y están desprotegidos, pero los periodistas freelance estamos más desprotegidos aún cuando no tenemos un medio de comunicación que nos respalde, ni seguro social, ni salario fijo”, dice Analy Nuño, coordinadora general de Frontline Freelance México (FFM). 

Esta organización, fundada por la periodista Andalusia Knoll Soloff, se crea a raíz del episodio de los siete periodistas en Guerrero y en uno de los países más mortíferos y peligrosos del mundo para ejercer el periodismo. Según Article 19, desde el 2000 a la actualidad se asesinaron a 156 periodistas en relación con su labor en México.

Impulsada por la organización internacional Frontline Freelance Register, FFM tiene como objetivo que periodistas freelance que trabajan en México se organicen y exijan garantías para realizar su trabajo y defender sus derechos laborales. Actualmente cuentan con 250 integrantes, y además de periodistas, hay documentalistas, fixers, caricaturistas, radialistas, editores, diseñadores, sonidistas, y trabajadores que prestan servicios a medios de comunicación en el país.  

“Sabemos que el número de periodistas freelance está en aumento en México por distintas razones: despidos masivos en los medios, las necesidades de los propios periodistas, quienes buscan más flexibilidad editorial y diversificación de sus fuentes de ingreso para poder desarrollar su labor”, explica el sitio web del proyecto. Es en este contexto, dice Nuño, que los periodistas freelance están trabajando en condiciones de “alta precarización”.

La coordinadora de FFM pone como ejemplo el caso de Moisés Sánchez, el periodista desaparecido y asesinado en enero de 2015 en Veracruz: “Nos alertaron que a Moisés le pagaban 50 pesos mexicanos por nota [entre dos y tres dólares]. Esa es la precarización de la que hablamos. Son compañeros que ni se reconocen como periodistas freelance; y que como no tienen un medio en sus regiones suben las notas a sus propios portales, y algunos medios se las compran por 50 pesos”.    

A la alta precarización en la que ejercen el oficio se le suma la inseguridad que se vive en el país producto de la corrupción y el narcotráfico. “En las regiones todos los días puede haber balaceras, asesinatos, y estamos en medio de eso. En Ciudad de México se vive otro tipo de violencias que se ejerce principalmente en las manifestaciones callejeras, por eso queremos descentralizar el tema. Afuera de la burbuja de la Ciudad de México están la mayoría de los colegas en riesgo”, explica Nuño.

Una de las principales acciones que realiza FFM es la de la valoración y el reconocimiento del trabajo de los periodistas freelance. Así es como ponen en relevancia el rol del “fixer”: el periodista local que asesora, informa y acompaña a otro periodista o grupo de periodistas —usualmente del extranjero— que van a cubrir determinado tema o hecho en una comunidad.

Nuño cuenta que en los talleres que brindan sobre periodismo fixer, en un primer encuentro preguntan ”´¿quién es fixer de aquí?´, y solo una o dos personas levantan la mano”. Luego, cuando explican qué es un fixer, vuelven a hacer la pregunta y el 90% de los participantes levanta la mano. “Se dieron cuenta que hicieron el trabajo y nunca les pagaron”.

En este sentido, la coordinadora de FFM agrega que a algunos compañeros “se les paga con un café”, pero que otros se están organizando, como en el sur de México, y “se ponen de acuerdo para cobrar US$150 por el día”, aunque “eso depende del tema y la zona: no es lo mismo que te tengas que mover a la sierra e ir a un campamento del crimen organizado” a cubrir un tema de menor riesgo. 

En FFM entienden que hay mucho trabajo por hacer en este sentido, por lo que, con una beca de Global Initiative, están desarrollando el proyecto Fixing Journalism: trabajan sobre qué es un fixer; cómo cobrar mejor; cómo armar las coberturas; qué tener en cuenta para la seguridad física y la de los equipos de trabajo; cómo pasar de fixer a productor, y cómo negociar los créditos y el reconocimiento una vez que se publica el artículo o se gana un premio por el trabajo realizado.   

Según Nuño, el Mecanismo de Protección para Periodistas en México ha fallado. “La situación del país nos obliga a crear estas redes de acompañamiento, confianza y apoyo que nos permiten responder más rápido y de forma organizada ante situaciones de inseguridad y violencia”, asegura.   


Imagen de Eddi Aguirre en Unsplash.