Recomendaciones para cubrir historias LGBTQ+ basadas en datos

por Kae Petrin and Jasmine Mithani
Jun 23, 2024 en Diversidad e inclusión
Arcoíris reflejado en una mano

Los datos recopilados sobre las personas LGBTQ+ pueden ser escasos, incoherentes o menos rigurosos metodológicamente que los datos en los que los periodistas están acostumbrados a basarse.

Además de la lista de recomendaciones que elaboramos sobre cómo manejar este tipo de datos, queremos compartir nuestras ideas sobre algunos temas éticos y conceptuales con los que nos hemos encontrado, y cómo aprovechar esas ideas en un periodismo riguroso basado en datos.

A continuación, lo que hemos aprendido sobre cómo elaborar una propuesta y enmarcar una cobertura con datos relacionados a las comunidades LGBTQ+.

Identificación externa versus autoidentificación

En términos generales, existen varios tipos de datos: los autodeclarados, los declarados externamente y las interpretaciones externas de los autodeclarados. Cada uno tiene sus propias ventajas y problemas cuando se trata de comunidades LGBTQ+.

Por ejemplo, si quieres entender las investigaciones sobre el "arrepentimiento de la transición" de las personas trans, tienes que preguntarte: ¿el estudio mide los sentimientos de arrepentimiento autodeclarados? ¿O mide a las personas que dejaron de someterse a la terapia hormonal y hace suposiciones sobre por qué lo hicieron?

Esta información puede estar más estandarizada que los autoinformes, pero también puede asignar un significado inexacto a una experiencia personal. Los estudios que también preguntan a las personas por qué dejaron de recibir atención médica de afirmación de género suelen indicar que lo hicieron por muchos motivos, además del arrepentimiento. Existe un largo historial de contradicciones similares en las definiciones, por ejemplo, en los estudios sobre hombres que tienen relaciones sexuales con hombres que se autodefinen como heterosexuales, y en los estudios sobre cualquier otro grupo LGBTQ+.

Como ocurre con cualquier informe de datos, es importante explicar al público las limitaciones y los matices de este tipo.

Los registros policiales —que se comunican externamente, pero a veces incluyen autoinformes verbales— infradeclaran sistemáticamente los delitos motivados por el género y otros delitos de odio relacionados con las personas LGBTQ+. Esto se debe en parte a que la policía no suele reconocer a las personas transgénero.

Asimismo, muchos registros públicos pueden incluir a personas con nombres y marcas de género obsoletos. Esto puede dificultar especialmente la identificación de las personas trans en las noticias.

Comportamiento no implica identidad ni viceversa

Los datos pueden servir para romper estereotipos sobre la vida de las personas LGBTQ+. Por ejemplo, a pesar de que la Iglesia católica considera generalmente que la actividad homosexual es pecado, porcentajes similares de personas heterosexuales y homosexuales se identifican como católicas.

Pero el comportamiento también puede ser una mala aproximación. La Oficina del Censo de Estados Unidos ha perfeccionado sus intentos de reunir información sobre las parejas del mismo sexo. Pero incluso con la mejora de los métodos, los datos históricos del censo medían las parejas del mismo sexo que vivían juntas. Es probable que esto subestimara a las parejas homosexuales con menos ingresos, que tienen menos probabilidades de vivir juntas, y excluyera a las personas bisexuales y trans que viven con alguien de un sexo legal diferente.

El resultado no es un recuento real de personas LGBTQ+, sino el recuento de un subgrupo que tiene un comportamiento específico. Evalúa bien cuándo algo puede generalizarse y cuándo no.

Sentimientos versus acción

En muchos sondeos sobre la población LGBTQ+ se pregunta a los encuestados cómo determinadas leyes han afectado sus vidas. Por lo general, la gente dirá que una ley aumentó su miedo a la discriminación, y muchos menos responderán que han experimentado efectivamente un aumento de la discriminación.

El efecto amedrentador de las leyes debe cubrirse. Pero centrarse demasiado en la seguridad emocional puede dar lugar a una perspectiva sesgada de lo que está ocurriendo activamente.

Considera la posibilidad de informar, cuando estén disponibles, sobre las preguntas de las encuestas que muestran sentimientos y de las que muestran experiencias declaradas. Presta atención a la distinción entre "He considerado mudarme debido a la legislación anti-LGBTQ+" y "Me he mudado debido a la legislación anti-LGBTQ+", por ejemplo, o "Tengo miedo de ser acosado" y "He sido acosado".

No pases por alto las historias sobre la aplicación, los resultados y las consecuencias de dichas leyes en favor de los datos de las encuestas rápidas. Dedicar algo de tiempo a investigar la acción —o inacción— basada en leyes y políticas nuevas puede dar lugar a historias importantes.

Pensar críticamente al informar sobre encuestas

La opinión pública no dicta la dignidad ni los derechos humanos.

Históricamente, la población en general está dispuesta a quitar derechos a los grupos minoritarios y es hostil a la ampliación de los derechos de los oprimidos.

Considera la posibilidad de añadir explícitamente este contexto en tus coberturas.

Lo que piensen las personas cisgénero y heterosexuales sobre las personas LGBTQ+ es importante, porque esos son los grupos que legislan. Pero que la opinión pública se aglutine en torno a un punto de vista concreto no significa que esté respaldado por la ciencia, las pruebas o los principios de los derechos humanos y civiles. Pensemos, por ejemplo, en cómo deben abordar las redacciones el cambio climático: existe y debe cubrirse, por mucha gente que siga diciendo a los encuestadores que no cree en él.

Encuadre de la historia y producción textual

La existencia de datos no debe necesariamente ser el titular de una historia ("Tal encuesta dice tal cosa"). En cambio, utilízalos como un indicio de por dónde podría ir la historia; como punto de partida para plantear preguntas más profundas sobre una tendencia, o como fuente de ideas para una cobertura. Cita los datos como prueba de apoyo en un texto en el que también consultes a expertos externos y a personas con experiencia vivida. Aprovecha la oportunidad para informar y explicar a la audiencia las limitaciones de la información derivadas de tu fuente y proceso de producción. Esto aumenta la alfabetización informativa de los lectores y produce un periodismo de mayor calidad.

A veces, puede tener sentido utilizar un hallazgo de datos notable como parte de un titular. Pero los datos LGBTQ+ suelen necesitar más contexto. Puede tener más sentido retener los datos en un epígrafe u otra sección en la que se disponga de espacio para garantizar que los datos no se malinterpreten.

Cuando los datos son solo una de las pruebas de una noticia, todo el texto debe comunicarlo de forma coherente; señálalo de manera proactiva a los redactores de titulares.

Si no hay buenos datos, infórmalo

¿Te has encontrado con un muro en tu búsqueda de datos precisos? ¿Tienes una pregunta importante que no puedes responder porque no se ha reunido la información demográfica adecuada? Una situación así no tiene por qué ser un callejón sin salida para su historia. Puedes escribir sobre el efecto de la falta de datos.

Los datos dirigen nuestras vidas y su ausencia no solo afecta a los periodistas. Los datos demográficos, en particular, se utilizan para la asignación de recursos y la financiación de subvenciones; es probable que la falta de información cuantitativa produzca efectos secundarios para diversos investigadores sanitarios, científicos, organizaciones y legisladores.

Las personas LGBTQ+ tienen buenas razones para temer y desconfiar de los sistemas que recopilan datos. Por eso, aunque se hacen esfuerzos para reunir más y mejores datos, cada vez hay más historias sobre la ausencia o el mal uso de los datos (por ejemplo, empresas de tecnología educativa han sido criticadas por marcar términos relacionados con LGBTQ+ y sacar del armario a los alumnos).

Por las mismas razones, las redacciones también deberían reflexionar sobre sus políticas de divulgación y publicación de datos cuando sí se obtienen datos de calidad.

Recursos para crear una práctica en torno a los datos LGBTQ+

¿Quieres entender y resolver estos problemas en tus propias coberturas? Queer Data, de Kevin Guyan, ofrece una visión conceptual útil sobre algunos de los dilemas. El libro LGBTQ+ Stats ofrece una visión histórica de los datos que existen y los que no, y por qué.

El Urban Institute también ha publicado la extensa guía "Do No Harm" sobre cómo trabajar con datos sobre género y sexualidad. Las autoras de este artículo han escrito sobre la visualización de datos faltantes o erróneos y por qué es importante hablar sobre la brecha de datos.

También está el News Nerdery Slack: publica tus preguntas en el canal #helpme. La Asociación de Periodistas Trans también tiene un Slack para periodistas de todas las identidades de género que incluye periodistas de datos y editores dispuestos a ofrecer su visión.


Este artículo fue publicado originalmente en Source y se reproduce y traduce en IJNet con permiso.

Foto de Ruan Richard Rodrigues en Unsplash.