Durante años, los palestinos se han visto obligados a sortear los esfuerzos para obstaculizar la libre expresión. Esto se remonta a la Nakba de 1948, cuando aproximadamente tres de cada cuatro palestinos fueron expulsados de sus hogares durante la creación del estado de Israel, generando una crisis de refugiados que a día de hoy sigue sin resolverse.
Las redes sociales presentan obstáculos modernos y singulares en este sentido, especialmente cuando se trata de abogar por la autodeterminación y el establecimiento de un Estado palestino. Las redes suelen obstaculizar regularmente la capacidad de los palestinos de compartir noticias, impulsar publicaciones y debatir y dar forma a las narrativas en torno a los problemas que afectan a sus comunidades.
El impacto de las restricciones a las redes
Las plataformas sociales suelen utilizar acontecimientos violentos en Palestina, como los ataques israelíes en Gaza o la incursión en el campo de refugiados de Yenín en julio de 2023, como excusa para restringir cuentas. Pueden hacerlo simplemente sobre la base de una imagen o una palabra que supuestamente infringe las normas de la empresa.
Tampoco son infrecuentes las restricciones retroactivas que penalizan publicaciones de hace años. Muchos medios palestinos han sufrido prohibiciones por este motivo, de acuerdo con Amjad Qawasmi, especialista en redes de Raya Media Network.
"Las redes sociales, especialmente en las plataformas de Meta, limitan la capacidad de expresión de los periodistas palestinos y restringen su visibilidad para el público interesado en sus contenidos", afirma Qawasmi.
Un ejemplo fue la gran censura que tuvo lugar en 2021, durante las protestas de Sheikh Jarrah contra la demolición de casas palestinas en Jerusalén Este por parte de las fuerzas israelíes. Mientras los palestinos denunciaban los hechos en Internet, importantes plataformas como Facebook, X (antes Twitter) e Instagram suspendieron cuentas y borraron publicaciones por compartir contenidos que se manifestaban en contra de la expansión de los asentamientos israelíes, en lo que se considera una violación del derecho internacional.
Meta, por ejemplo, prohibió difundir en sus plataformas el hashtag "#AlAqsa", que la empresa interpretó erróneamente como apoyo a las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa, cuando se utilizó en realidad en referencia a la mezquita de Al-Aqsa en Jerusalén. El episodio puso de manifiesto la vaguedad de las normas que Meta aplica a sus algoritmos de censura, que obligan a los periodistas a adaptarse en tiempo real para evitar prohibiciones.
Las restricciones impuestas a las noticias palestinas producidas por palestinos reducen también el acceso del público, tanto local como extranjero. "Puede que solo una o dos páginas lleguen a las comunidades árabe e internacional, mientras que otros cientos de páginas y cuentas palestinas quedan enterradas", afirma Qawasmi. "No importa si has hecho el mejor reportaje que hayas podido hacer y tienes un millón de 'me gusta' en tu página: menos del 10% de tu audiencia podrá llegar a tus publicaciones sin difusión en las redes sociales".
Utilizar otras plataformas tampoco es del todo útil. Telegram y otras aplicaciones de mensajería no llegan a tanta gente como Facebook, explica Qawasmi.
Empoderando a periodistas palestinos ante las restricciones
Hay precauciones que los periodistas palestinos pueden tomar para limitar el impacto de las restricciones de las redes.
Mohammad Abu Alrob, profesor de medios digitales en la Universidad de Birzeit (Cisjordania), aconsejó narrar para explicar los acontecimientos y proporcionar el contexto necesario. En este sentido, es imperativo tener cuidado con la elección de palabras: por ejemplo, evitar el uso de "líder" o "héroe" en referencia a figuras palestinas, ya que esto puede desencadenar restricciones.
Abu Alrob recomienda también aprovechar las tendencias para aumentar el alcance y el engagement. Aunque estas tendencias puedan existir fuera del contexto palestino, pueden seguir siendo relevantes. Por ejemplo, un video comparativo entre la respuesta de la comunidad internacional a Ucrania y su respuesta a la ocupación israelí de Palestina puede sortear las prohibiciones y, al mismo tiempo, conseguir un gran alcance.
Abu Alrob advirtió además contra la publicación de imágenes o mensajes incendiarios que puedan ser malinterpretados por los algoritmos. "Hay que evitar utilizar imágenes de sangre, asesinatos y niños. Usa expresiones y descripciones con cuidado para evitar ser marcado como 'contenido incendiario'", dice.
Los periodistas también deben dar prioridad a la precisión, verificando los hechos y confiando en fuentes creíbles. La desinformación puede minar la confianza y hacer que los contenidos sean calificados. Garantizar la fiabilidad de la información es esencial para navegar con eficacia por las restricciones de las redes sociales.
Por motivos de seguridad, recomienda separar las cuentas personales y profesionales en distintos dispositivos para evitar que las primeras sean pirateadas o bloqueadas.
Contra las violaciones de los derechos digitales
El Centro 7amleh, dirigido por Nadim Nashif, documenta las violaciones de los derechos digitales en Palestina. En colaboración con organizaciones internacionales como Human Rights Watch, 7amleh aboga por la transparencia por parte de gobiernos y empresas de redes sociales.
En noviembre de 2021, 7amleh lanzó 7or para documentar violaciones y recuperar cuentas prohibidas. En 2022, 7or recibió más de 1.100 denuncias de violaciones de derechos digitales, la mayoría en Meta y X. El impacto de 7or va más allá de las estadísticas, también: sirve como un faro de esperanza para las personas y organizaciones afectadas, proporcionándoles una plataforma de apoyo y reparación.
"Ayudamos constantemente a periodistas y medios de comunicación a recuperar cuentas bloqueadas. A veces las hackean, como ocurrió una vez con el sitio de noticias palestino Arab 48, y colaboramos con Facebook para devolver la cuenta", explica Nashif.
Aunque organizaciones como 7amleh desempeñan un papel crucial en la documentación de estas violaciones y la defensa de un trato justo por parte de las compañías de redes sociales, persisten las restricciones que impiden la libertad de expresión de los palestinos. Frente a ello, los periodistas del país siguen buscando formas de compartir sus historias y preservar su derecho a la expresión.
Foto de Ömer Yıldız en Unsplash.