Medios anglófonos en Turquía: el último resguardo contra la censura local

Apr 26, 2022 en Libertad de prensa
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Los medios de comunicación anglófonos de Turquía han sido históricamente un vehículo para el comercio y la diplomacia. Sin embargo, en los últimos años se han visto cada vez más cooptados por la propaganda progubernamental nacional, siguiendo las tendencias del panorama mediático local en general.

El Hürriyet Daily News, en circulación desde 1961, es el periódico anglófono que más tiempo lleva imprimiéndose en Turquía. En su día tuvo libertad para informar críticamente sobre el gobierno turco y sus políticas. Sin embargo, el intento de golpe de Estado del verano de 2016 y la politizada purga de medios de comunicación que le siguió, condujeron a la compra del periódico, lo que destruyó su reputación de izquierda, su información opositora y sus valores seculares.

El diario anglófono Today's Zaman, editado por seguidores de Fethullah Gülen, el hombre acusado por el gobierno turco de orquestar el intento de golpe de Estado de 2016, fue otra víctima de la purga y cerró ese mismo año.

Estos son solo dos ejemplos. En la actualidad, prácticamente todos los principales medios producidos y financiados en Turquía son progubernamentales. La represión que comenzó en las oficinas de las redacciones locales en lengua turca acabó por extenderse también al sector de los medios anglófonos nacionales. Tras la caída de los medios independientes en el país, los periodistas turcos han recurrido cada vez más a agencias de noticias extranjeras para trabajar. Algunos han renunciado por completo a escribir en turco.

"En estos momentos, el único buen periodismo turco que se ofrece está financiado por medios extranjeros. Si quieres ser un buen periodista turco hoy en día, irónicamente, no deberías trabajar para medios turcos", afirma Kaya Genç, un periodista que comenzó a publicar artículos y libros en inglés a mediados de la década de 2000, tras varios años de trabajo en turco. "Mi generación de periodistas tiene la experiencia traumática de no solo ser despedidos de sus puestos sino también de que sus archivos sean extirpados de la web".

Detrás de las noticias

Entre los ciudadanos turcos que han hecho su carrera periodística escribiendo en inglés hay un grupo de profesionales que navegan por las profundas aguas de la censura y la propaganda. En el proceso, algunos se hundieron y huyeron de Turquía, como Ceylan Yeğinsu, que se trasladó a Londres después de sus artículos para el New York Times desencadenaran amenazas de muerte, ataques en medios y una campaña de desprestigio de parte del presidente Erdoğan.

Yeğinsu se incorporó a la oficina de Estambul del Times en 2013, el año de las protestas del Parque Gezi, que fueron otro punto de inflexión decisivo para la libertad de los medios de Turquía. Al año siguiente, la infraestructura informativa progubernamental lanzó Daily Sabah, una fuente de noticias en inglés, que ofrece una versión depurada y diplomática de la agenda conservadora y populista de derecha del gobierno. Daily Sabah, y en menor medida el ya mencionado Hürriyet Daily News, son actualmente los paralelos más cercanos al contenido de los principales medios turcos, si estuvieran en inglés.

Si bien los medios anglófonos locales no publican tanto antisemitismo, discursos de odio y desinformación deliberada como los medios turcos, hay otros problemas. La ausencia de verificación de hechos y otros errores editoriales en estas fuentes en lengua inglesa contribuyen a apuntalar la propaganda nacionalista.

Los periodistas turcos que trabajan para publicaciones extranjeras tampoco son inmunes a las presiones políticas. "De hecho, vemos que los periodistas freelance que trabajan para medios holandeses, alemanes, etc., no tienen un escudo lo suficientemente protector y tienen problemas con las autoridades turcas", dice Nazlan Ertan, quien suele cubrir temas delicados, como la violencia contra las mujeres y el Convenio de Estambul para Al-Monitor, un medio crítico con sede editorial en Washington D.C. "No tienen la protección de la institución a la que pertenecen simplemente porque no se los considera parte del staff. Esas zonas grises pueden ser muy peligrosas en Turquía".

Tras los hechos

En un esfuerzo por revitalizar el periodismo en inglés en el país, el colega de Ertan en Al-Monitor, Diego Cupolo, dirige Turkey recap, que reúne la cobertura anglófona de Turquía. Este boletín cuenta con varios periodistas turcos, entre ellos Gonca Tokyol, quien suele escribir en inglés. "Para mí, no se trata de escribir más libremente o de autocensurarme menos, sino de hacer un periodismo que se ajuste a las normas mundiales. Es casi imposible hacerlo en turco", dice.

Desde su lanzamiento en octubre de 2019, a raíz de la ocupación militar turca del norte de Siria, Cupolo ha editado el tono satírico de Turkey recap. "Intentamos entender lo que ocurre a nuestro alrededor porque el entorno informativo es muy restringido y limitado. No tenemos acceso a fuentes primarias", explica.

Para los periodistas que trabajan en cualquier idioma en Turquía, acercarse a contactos del gobierno o mantener relaciones de larga duración con las fuentes se ha convertido en un reto tras la purga mediática de 2016. "Ahora, hay como una agencia de relaciones públicas gubernamental. La gente ya no intenta llegar al gobierno, sino a la agencia de relaciones públicas. Y esa no es una buena manera de hacer periodismo", dice Genç.

Al evaluar lo que queda de las publicaciones anglófonas independientes que operan en Turquía, la aparición de Duvar English en 2019 fue un raro destello en medio de tiempos oscuros para la prensa libre local. Pero cuando su primera editora, Cansu Çamlıbel, renunció en octubre pasado, citó las numerosas "absurdas demandas" presentadas contra sus periodistas, tanto turcos como extranjeros.

Expresando el silencio

Un rayo de luz en el oscuro horizonte del periodismo anglófono en Turquía es bianet, una red descentralizada de periodistas y editores de todo el país. Volga Kuşçuoğlu supervisa su división anglófona con más de 250 artículos al mes. Centrada en comunidades subrepresentadas, temas LGBTQ+ y medio ambiente, bianet, financiada por Suecia, se ocupa sobre todo de los derechos humanos.

"Creo que los principales medios de comunicación —que son básicamente los medios progubernamentales de Turquía— intentan parecer "menos progubernamentales" en sus páginas en inglés", explica Kuşçuoğlu. "Creo que los medios de comunicación extranjeros tienden a exagerar las cosas sobre Turquía, tanto en sentido positivo como negativo".

Los medios anglófonos siguen siendo una importante fuente de información tanto dentro como fuera del país, incluyendo los restantes medios progubernamentales y las instituciones críticas y extranjeras. Si las precarias y próximas elecciones nacionales de 2023 son un indicio de algo, los medios en inglés sufrirán más cambios erráticos y sistémicos. El cambio es seguro, pero queda por determinar si los futuros periodistas podrán mirar atrás y analizar el periodismo de la Turquía actual.


Foto de Xiaoyi Huang en Unsplash.