Taiwán, una joven democracia que se desarrolla bajo la amenaza de su poderoso vecino, ocupa el puesto 38 en la clasificación de libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras. Se encuentra, además, entre los niveles más bajos de confianza en los medios de comunicación. El entorno mediático de Taiwán refleja su panorama político: cuestiona sus vínculos con la China continental y está dividido respecto de su concepto del país en sí. El resultado es una sociedad extremadamente polarizada. Pero algunos, especialmente los jóvenes, se apartan de la norma.
Este artículo de la periodista Alice Hérait es el segundo de una serie que explora el tema: "Taiwán: ¿un entorno mediático verdaderamente libre?" Lee el primero aquí.
Al hablar sobre los medios de comunicación en Taiwán, Chen Yi-Shan oscila entre la risa y la frustración. "Lo que me molesta, por ejemplo, es cuando los periodistas citan a internautas y los hacen pasar por fuentes fiables. Si es para un artículo de humor lo entiendo, pero para un artículo de análisis de la actualidad, no es serio".
Esta editora de Commonwealth, la primera revista independiente de la isla, sabe de lo que habla. Durante 10 años, enseñó periodismo en la Universidad Nacional de Taiwán, la mejor escuela del país. "Pocos de mis alumnos querían ser periodistas tras graduarse, pero después del Movimiento Girasol, se dieron cuenta de que podían fundar sus propios medios de comunicación".
El Movimiento Girasol de 2014 supuso un giro brusco en el panorama político de Taiwán. El gobierno del Kuomintang (KMT) del entonces presidente Ma Ying-jeou estaba dispuesto a forzar la aprobación de un acuerdo de libre comercio con la China comunista sin que fuera revisado por el opositor Partido Democrático Progresista (DPP), como se había acordado previamente. Estudiantes, profesores y organizaciones sin fines de lucro salieron a las calles, protestando y ocupando el Yuan Legislativo, el parlamento de Taiwán, hasta que el gobierno accedió a posponer el acuerdo.
Para los manifestantes, el acuerdo entre Taiwán y la República Popular China, que reclama la soberanía de la isla, ponía en peligro el estatus de independencia de Taiwán respecto al continente. Como resultado del éxito de la protesta, la conciencia "local" de la identidad taiwanesa cobró una nueva vida.
Muchos jóvenes recuerdan ese momento como el disparador de su conciencia política, lo que podría explicar su actual entusiasmo por los medios independientes.
Liderados por jóvenes
Unos meses después de la "revolución" de Girasol, miembros del movimiento fueron de los primeros en ser contratados por un sitio de noticias recién fundado, The Reporter, en 2015.
"Lo que el fundador quería principalmente era un medio de comunicación sin fines de lucro", una primicia en Taiwán, cuenta Chang Shih-Yun, jefe de redes sociales de The Reporter. Miembro de la Red Global de Periodismo de Investigación (GIJN), el medio es ahora una institución entre los jóvenes con mentalidad política: publica investigaciones en profundidad, análisis de noticias y reportajes, a veces cuatro o cinco sobre el mismo tema. Por ejemplo, en 2017 The Reporter fue el primer medio taiwanés que investigó el tráfico de personas y los abusos a los que se enfrentan los pescadores migrantes en Taiwán. Tras la publicación de la investigación, el gobierno prometió mejorar la situación. "Muchos legisladores leen nuestros artículos", señala Shih-Yun.
The Reporter tiene hoy una redacción en el corazón de Taipei, con unos 40 empleados de una edad promedio de 30 años. En sus siete años de existencia, el medio online gratuito ha conseguido atraer a 17.600 "patrocinadores", lectores que contribuyen a financiar la redacción.
"No ponemos anuncios, no hacemos colocación de productos y no estamos afiliados a ningún partido. Eso es lo que hace a nuestra marca e inspira la confianza de nuestros lectores", explica Wang Yen-Chen, editor de redes sociales del medio. "Ningún patrocinador tiene capacidad de decisión; no importa si es un fundador o un directivo del medio, ni cuánto invierte".
"Se podría decir que The Reporter es el medio más transparente, porque sus grandes patrocinadores son públicos", dice Yen*, una experimentada periodista independiente. Sin embargo, añadió, "ningún medio de comunicación es perfectamente independiente. Aunque no reciba publicidad, es difícil no establecer conexiones con algunos políticos, algunos empresarios".
Yen lamenta la reciente desaparición de la versión taiwanesa del periódico de Hong Kong Apple Daily, después de que su multimillonario propietario, Jimmy Lai, fuera arrestado por la policía china en Hong Kong. "El Apple Daily no temía en absoluto a los políticos. A los periodistas no se les permitía aceptar regalos ni entablar amistad con los entrevistados. El periódico criticaba abiertamente al gobierno taiwanés, independientemente del partido que estuviera en el poder", cuenta.
Sin embargo, el modelo sin publicidad de The Reporter sigue siendo una fuente de alivio en el entorno mediático taiwanés. "En Taiwán, los lectores están inundados de anuncios. A menudo pasan más tiempo leyendo los anuncios que las noticias", dice Yen-Chen.
Independencia vs. estabilidad
Commonwealth, una revista de negocios con una gran reputación y unos 70.000 suscriptores, complementa gran parte de sus ingresos con publicidad. Al igual que The Reporter, Commonwealth se creó en un momento de grandes cambios políticos y económicos. Hoy es casi una tradición que los periodistas de investigación trabajen en la publicación en algún momento de su carrera.
Fundada en 1981, cuando la isla aún vivía bajo la ley marcial, Commonwealth se impuso rápidamente como el primer medio no afiliado al entonces gobierno monopartidista del Kuomintang.
"Fue realmente el comienzo de una era", recuerda Yi-Shan. "Estados Unidos acababa de romper los lazos con Taiwán, el milagro económico estaba empezando, la necesidad de información era extremadamente importante". Chen afirma que el periódico no habría podido crearse si Taiwán no se hubiera orientado hacia la democracia tras la muerte del ex presidente Chiang Kai-shek.
Nacida en una época en la que era difícil expresar la más mínima crítica al gobierno, Commonwealth suele considerarse muy afín a los intereses del Partido Kuomintang. Pero Chen refuta esa acusación. "Estamos a favor de mantener la estabilidad, lo que a veces puede acercar nuestras ideas al campo político 'azul'. Pero nuestra fundadora, Diane Ying, cubrió los acontecimientos de Kaohsiung en 1979 para la prensa estadounidense. Incluso se podría decir que ella era más bien 'verde'", dijo, refiriéndose a los partidarios "azules" del KMT y a los "verdes" del DPP.
"Estamos lejos de la perspectiva de los países occidentales, que ven a los medios como el cuarto poder y como una forma de control sobre el gobierno. Nuestro enfoque ha sido el del periodismo de soluciones desde que se fundó la revista. Por eso ya teníamos una buena relación con el gobierno", dijo Chen.
Aunque los jóvenes abogan por unos medios de comunicación más independientes, entre la afluencia de desinformación china y el periodismo partidista, el hastío hacia los medios se explica tanto por las malas prácticas periodísticas como por razones institucionales.
"El mercado actual no funciona", dice Chen. "Pero todo el mundo sabe que hay buenos periodistas".
*Este nombre fue cambiado a petición de la entrevistada para hablar con franqueza sobre el panorama mediático taiwanés.
Imagen de James Hunt en Unsplash.