Lo que debes saber para informar sobre las protestas en Irán

Sep 28, 2022 en Cobertura de crisis
Cartel con el nombre de Mahsa Amini en una protesta en Australia

El jueves 15 de septiembre de 2022, una joven llamada Mahsa Amini fue detenida y, de acuerdo con los reportes, golpeada por la policía de la moral iraní por llevar mal puesto el hiyab. Murió en un hospital al día siguiente.

La muerte de Amini encendió protestas que, menos de dos semanas después, ya se habían extendido al menos a 46 ciudades de todo el país. Se trata de las mayores manifestaciones a nivel nacional desde 2019. Al menos 41 personas han muerto y cientos han sido detenidas. Y es probable que las cifras reales sean mucho más altas.

Es difícil conseguir información precisa sobre el rápido desarrollo de las protestas y las represalias debido a los cortes generalizados de Internet y de las redes de telefonía móvil en todo Irán. Las restricciones impuestas por los principales proveedores de Internet iraníes también han afectado a WhatsApp, LinkedIn y Skype.

Para los periodistas que informan sobre las protestas, la situación actual requiere una cuidadosa consideración sobre la seguridad digital y física de las fuentes sobre el terreno, los riesgos para su propia libertad, y las dificultades de acceso a la información para los iraníes de a pie.

A continuación, lo que hay que saber.

Eventos sobre el terreno

Las fuerzas de seguridad iraníes han utilizado porras, perdigones, gases lacrimógenos y cañones de agua para dispersar a los manifestantes, así como "disparos deliberados e ilegales de munición real", de acuerdo con Amnistía Internacional. Cientos de ciudadanos han resultado heridos y docenas más han muerto.

Las mujeres lideran las protestas, manifestándose, entre otras cuestiones, contra la estricta aplicación de la ley del hiyab, que las obliga a cubrirse totalmente el cabello, y que aplica la policía de la moral iraní. En respuesta a la muerte de Amini, algunas mujeres se han deshecho públicamente de sus hijabs y los han quemado. Otras se han cortado o afeitado el pelo.

"Es un momento decisivo en la historia de Irán, porque nunca antes se había visto una protesta masiva como esta, liderada por mujeres, en la historia del país", dice Maziar Bahari, periodista canadiense-iraní y fundadora de IranWire, una plataforma de periodismo ciudadano.

Las demandas de los manifestantes han ido más allá del trato a las mujeres. La mala situación económica del país, debida en gran medida a las sanciones occidentales, la corrupción y las políticas conservadoras de línea dura del actual gobierno —Ebrahim Raisi asumió la presidencia en 2021, en lo que muchos consideran unas elecciones amañadas— también han alimentado el descontento.

Las autoridades iraníes niegan que Amini fuera golpeada por la policía, y afirman que murió de un ataque al corazón, una versión refutada por la familia de la joven. Las autoridades han atribuido las protestas a un intento de Estados Unidos de desestabilizar Irán.

Riesgos para los periodistas

Los periodistas que informaron sobre la muerte de Amini y el levantamiento posterior se han enfrentado a amenazas y detenciones por parte de funcionarios iraníes. Poco después de que comenzaran las manifestaciones, Nilufar Hamedi, una de las primeras en informar sobre la muerte de Amini, fue arrestada y, por lo que se sabe, está recluida en régimen de aislamiento. Al menos 20 periodistas han sido detenidos por cubrir las protestas, de acuerdo con el Comité para la Protección de los Periodistas. Una fotoperiodista dijo que fue golpeada mientras estaba detenida.

"Es un infierno para el periodismo en este momento", dice Bahari. "La Guardia Revolucionaria y la Unidad de Inteligencia del Estado se han puesto en contacto con directores de periódicos de todo el país, pidiéndoles que digan a los periodistas que tengan cuidado y que no tuiteen nada que sea 'indeseable'; que dejen de escribir o compartir cualquier cosa que pueda ser indeseable".

Los periodistas también tienen dificultades para entrar y salir de Irán. Además, desde el 21 de septiembre está en vigor un apagón parcial de Internet, y las autoridades han restringido los datos y el servicio de telefonía móvil de las principales compañías. Aplicaciones populares como WhatsApp e Instagram también han sufrido cortes. Signal, un popular servicio de mensajería encriptada, fue el último en ser bloqueado.

Reporteros sin Fronteras ha calificado estas medidas como "un ataque sin precedentes al derecho a la información en Irán".

Seguridad digital y comunicaciones

Quienes informan sobre las protestas desde fuera del país deben priorizar la seguridad de sus fuentes, insta Bahari. "La seguridad de las personas con las que hablan dentro de Irán debe ser su prioridad más alta. Tienen que confiar en la gente de dentro de Irán y confiar en que saben cómo enviar mensajes al exterior del país".

Por motivos de seguridad, las fuentes pueden dudar en publicar sus nombres completos u otros datos identificativos. Dados los riesgos inherentes a hablar sobre las protestas, los editores y periodistas deben tomar medidas para proteger sus identidades.

Es recomendable utilizar comunicaciones encriptadas de extremo a extremo, como Signal, Telegram o WhatsApp, a las que todavía se puede acceder a través de servidores proxy a pesar de las restricciones de Internet. Algunos iraníes utilizan conexiones de telefonía fija para sortear los bloqueos.

Calidad de la cobertura

El tipo de cobertura y atención que los periodistas extranjeros prestan a las manifestaciones también es importante. Hay que recordar que los iraníes –sobre todo las mujeres– las lideran con su propia agenda, demandas y reivindicaciones, que no siempre encajan en los marcos pro u antioccidentales. Lo que dicen los iraníes sobre sus manifestaciones debe estar en el primer plano de la información.

Los disturbios, por ejemplo, empezaron el día después de la muerte de Amini, pero los medios internacionales se centraron en gran medida en el funeral de la Reina de Inglaterra antes de volver a Irán días después de que las protestas estuvieran muy avanzadas, señala Bahari. Del mismo modo, la noticia de que a Cristiane Amanpour, de la CNN, se le denegó una entrevista con el presidente iraní Raisi por no llevar un pañuelo en la cabeza ocupó gran parte de los titulares occidentales, distrayendo la atención de las historias de los iraníes que protestaban en las calles.

También es preciso ser cauteloso con las fuentes. "Hay muchos grupos políticos con intereses en Irán que intentan manipular a los periodistas", señala Bahari. Verifica los antecedentes de tus fuentes; si han abogado por una intervención militar o un cambio de régimen violento en el pasado. Es posible que estas personas no compartan los intereses del pueblo iraní que está en las calles.

Por último, Bahari recomienda no hiperbolizar las protestas. Evita la palabra "revolución", por ejemplo, para no contribuir a crear expectativas en torno a un cambio de régimen. Utiliza en su lugar palabras como "manifestaciones" o "movimiento".

"Irán es un país con 3.000 años de historia, y ha pasado por muchos momentos turbulentos. Este es uno de ellos. Todavía no es una revolución. Puede que sea un movimiento que lleve a una revolución, pero esto aún no ha terminado", dice.

Recursos para periodistas en Irán

Iran After Dark ofrece herramientas y recursos para que los iraníes puedan acceder a Internet en caso de apagón.

Descarga e instala una VPN, como TunnelBear VPN, que permite acceder a algunos sitios web bloqueados en Irán. Aquí tienes otras formas de permanecer en línea durante los cortes de Internet.

Toosheh te permite recibir noticias e información de todo el mundo a través de la tecnología satelital, y se utiliza con frecuencia en Irán y Medio Oriente.

Briar es una aplicación de mensajería que te ayudará a mantenerte conectado con las personas que están físicamente cerca de ti utilizando Bluetooth cuando Internet está completamente apagado.


Este artículo fue escrito el martes 27 de septiembre. A medida que se desarrollen los acontecimientos, podría ser actualizado.

Imagen de Matt Hrkac en Flickr.