La vida de un periodista de agencias

por Clothilde Goujard
Nov 6, 2018 en El ABC del periodista
City

 

IJNet amplía su serie Ser freelancer en el extranjero para mostrar una perspectiva diferente a través del trabajo de un periodista de agencias.

Desde que empezó a trabajar para Agence France-Presse (AFP), Danny Kemp ha vivido e informado desde siete ciudades distintas; algo común para un periodista de agencia.

AFP cuenta con 201 oficinas en 151 países y sus periodistas se desplazan regularmente para cubrir acontecimientos en diferentes partes del mundo.

"Tienes que mudarte cada cuatro o cinco años así que ya sabes que vas a cambiar de destino a intervalos regulares", dice Kemp, quien hace poco se mudó a La Haya en los Países Bajos para convertirse en jefe de oficina.

Kemp vivía en Reino Unido cuando en 2004 solicitó empleo en AFP Hong Kong. Poco después de ocupar el cargo, se mudó a Islamabad, y luego a Bangkok. Más tarde se trasladó a Europa, donde ocupó cargos en París, Londres y Bruselas.

"La mayoría de las veces el traslado es voluntario. Ves un puesto de trabajo que te interesa y vas por él. A su vez, la gente en la sede central suele tener una idea de a quiénes quiere en ciertos puestos, y los conducirá en cierta dirección", dijo.

Al igual que los diplomáticos, los periodistas suelen recibir apoyo cuando se mudan, especialmente en países donde no hablan el idioma. Cuando se mudó a Islamabad con su familia, AFP ayudó a Kemp a encontrar casa y automóvil. En Europa, sin embargo, se ha ocupado él mismo de la logística.

Antes de establecerse en un nuevo país, los periodistas se preparan mucho, a través de materiales de investigación y conectándose con otros periodistas de AFP que ya están en el lugar.

"Buscas tantos libros sobre el nuevo destino como puedes", dice Kemp. "Eso te da una noción de cómo es el lugar, las historias que vas a cubrir e ideas para historias que quizás quieras hacer cuando estés allí".

Si bien AFP no ofrece capacitación en idiomas, a veces los periodistas reciben apoyo de la agencia para aprenderlo en el lugar. También suelen buscar apoyo de periodistas locales que forman parte de la oficina nacional.

"En algunos lugares buena parte del reporteo es llevado a cabo por periodistas locales que hablan con fuentes locales en el idioma local", explica Kemp. "Como periodista extranjero, tu trabajo es identificar el ángulo más fuerte y transformarlo en un cable en inglés".

Los periodistas tienen sus propios proyectos y, ocasionalmente, informan sobre el terreno, especialmente si pueden hablar el idioma. Con los años, el trabajo llevado a cabo en un país se convierte en una experiencia valiosa pero tienen que mudarse, lo que complica las cosas.

“Es un poco como un divorcio. Casi todos sienten que les quedaban cosas por hacer en el país en el que estaban", cuenta Kemp. Pero con frecuencia importantes noticias ocurren en el nuevo país al que el periodista se trasladó, y la emoción y la carga de trabajo eclipsan la decepción y la nostalgia de abandonar el país anterior, dice.

AFP ha ampliado la duración de algunos de sus puestos, pero continúa trasladando a sus periodistas. La agencia desea seguir brindando oportunidades a periodistas nuevos y jóvenes e impedir que reporteros con experiencia ocupen puestos durante largos períodos de tiempo, explica Kemp.

Mudarse también obliga a los periodistas de agencias a aprender, adaptarse y buscar continuamente los mejores ángulos e historias para una audiencia internacional: "puedes quedarte estancado en tu rutina después de cinco o seis años en un mismo lugar y dejar de ver cosas nuevas; dejar de reaccionar”.

La vida de la agencia no es para todos los periodistas. Los reporteros y editores de AFP tienen que trabajar rápido y cubrir cualquier tema. Si bien ocasionalmente pueden hacer artículos largos, deben producir muchas historias cortas.

"Conozco a personas a las que solo les gusta escribir artículos más largos, más reporteados, y también opiniones. Si quieres hacer eso, no deberías trabajar para una agencia”, aconseja Kemp.

A pesar de la naturaleza internacional de su carrera, Kemp dice que su trabajo en un periódico local, cuando recién se convertía en periodista, le enseñó habilidades que ha usado en todo el mundo. Después de más de una década reporteando desde diferentes lugares, Kemp ha aprendido a adaptarse rápidamente e informar con una mente abierta.

"Debes ser capaz de entrar a las situaciones sin una idea preconcebida de la historia que te toca contar”, concluye.

Imagen con licencia CC en Flickr vía Alias 0591.