Safina Nabi siempre se ha sentido narradora y, como ella misma dice, oyente. De niña, en Cachemira, escuchaba programas de radio con su abuelo y demostraba una curiosidad natural por ellos. "Tenía decenas de preguntas y él me explicaba todo", dijo. "Al crecer, creo que el periodismo me salió de manera natural".
Nabi comenzó a trabajar en radio mientras estudiaba un máster en periodismo y comunicación de masas en la Universidad de Cachemira. Más adelante, presentó un programa matutino en directo de una hora de duración. "En ese entonces no me interesaba en absoluto escribir", dice. "Me encantaba estar delante de la cámara, haciendo fotos o entrevistas". En 2014, Nabi se vio obligada a trasladarse a Delhi debido a las inundaciones en Cachemira. Allí aceptó trabajos de escritura como una forma de ganar algo de dinero extra. Tras varios años explorando diferentes medios y "probando de todo", decidió que escribir era lo que quería hacer.
Buena parte del trabajo de Nabi explora cuestiones de género y su relación con la salud, los conflictos, la justicia social y los derechos humanos. Ha escrito para The Guardian, MIT Technology Review, Vice y Al Jazeera, entre otros medios. Sus historias tratan sobre personajes femeninos fuertes; cree que las personas son la parte más importante de cualquier pieza. Desde hace un par de años, Nabi también escribe sobre su cultura y su comunidad. Lo ve como una forma de preservar su herencia. "Nosotros [los cachemiríes] somos un grupo étnico y venimos de una minoría. Tenemos que preservar nuestra historia, nuestra lengua y nuestras raíces culturales. Creo que una de las principales formas de hacerlo es documentarlas".
Nabi ha recibido dos becas del Centro Pulitzer por su trabajo, la primera de las cuales encontró en IJNet. Al principio, ni siquiera estaba segura de postular porque temía ser rechazada. "La pestaña estuvo abierta en mi computadora durante días y días", cuenta. Finalmente presentó su solicitud y recibió una respuesta positiva en una semana. "Me emocionó mucho", dice. Su proyecto sobre las mujeres nómadas de Cachemira y su falta de acceso a recursos de planificación familiar recibió muy buenas críticas. "Realmente creo que trabajar de forma independiente es algo que me ha ayudado a crecer, porque puedo contar la historia de la forma que quiero", señala Nabi.
La capacidad de controlar la dirección de sus propias historias es muy importante para Nabi. Habla con frustración de las limitaciones de la industria del periodismo y de lo difícil que es empezar la carrera con nuevas ideas. "Como periodista que hace malabares con muchos otros asuntos, como los bloqueos de Internet y de las comunicaciones, no tenemos el tiempo necesario para investigar todo", explica. Las subvenciones le dan más libertad para controlar sus historias, y recursos como IJNet, explicó, la ayudan a encontrar nuevas oportunidades.
El proyecto más reciente de Nabi es un artículo en profundidad financiado por el Centro Pulitzer. Titulado "Cómo se les niega a las medio viudas de Cachemira sus derechos básicos de propiedad", visibiliza la lucha de las mujeres cachemiras cuyos maridos han desaparecido, pero no se puede demostrar su muerte, lo que las deja en un limbo. Contar historias como esa es lo que hace que Nabi siga adelante cuando se enfrenta a situaciones como los prolongados apagones de Internet y de teléfono, la censura del gobierno y la intimidación. "¿Quién va a contar las historias de estas personas que sufren innecesariamente y que no cuentan con vías para llegar a la gente, al gobierno, a las autoridades? Siento que es mi obligación y mi deber: dar voz a quienes no pueden alzar la suya, y creo que eso es algo que me hace seguir adelante", dijo.
El periodismo en Asia está atravesando momentos difíciles, especialmente para las mujeres, explica Nabi. "En Cachemira, ni siquiera tenemos una asociación de mujeres periodistas o un sindicato. Si nos uniéramos colectivamente y ocupáramos ese espacio, la lucha no terminaría, pero estoy segura de que al menos tendríamos un lugar en el que podríamos compartir nuestras vulnerabilidades y nuestros problemas y discutirlos, y formar un sistema de apoyo para las demás".
Nabi también señaló la importancia de que medios, publicaciones y organizaciones ayuden e inspiren a las jóvenes para que se conviertan en periodistas. "Creo que es una obligación para otros sitios como IJNet dar espacio y conceder más apoyos a las periodistas que provienen de pequeños entornos, amplificar sus voces y sus historias. Eso es lo que ayudará a que sientan que vale la pena ejercer el oficio a pesar de los desafíos que presenta.
Fotos cortesía de Safina Nabi.