Ganadores del Premio Knight cubrieron el asedio a Mariúpol, en Ucrania

Nov 6, 2022 en Cobertura de crisis
Mystyslav Chernov, Evegniy Maloletka y Vasilia Stepanenko

A finales de febrero, cuando se vislumbraba una invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia, el periodista de AP Mstyslav Chernov y los freelancers Evgeniy Maloletka y Vasilisa Stepanenko se prepararon para viajar a lo que creían que sería un objetivo clave: la ciudad portuaria de Mariúpol, en el Mar Negro.

Llegaron a las 3 de la madrugada del 24 de febrero. La invasión comenzó una hora después. "Quisimos hacer una cobertura previa sobre cómo prepararse para la guerra. Y entonces empezó la guerra", cuenta Maloletka.

A principios de marzo, los rusos habían rodeado Mariúpol. Los tres periodistas informaron durante 20 días en medio del asedio a la estratégica ciudad, documentando algunos de los acontecimientos más brutales de las primeras etapas de la invasión.

Cubrieron las dificultades de los ucranianos para sobrevivir mientras la ciudad era estrangulada lentamente, y la labor de rescate de un destacado médico voluntario que después fue capturado por Rusia. La foto de Maloletka de una mujer embarazada y herida siendo evacuada en una camilla atrajo la atención mundial sobre el bombardeo de una clínica de maternidad. Tanto la madre como su hijo no nacido murieron.

Después de tres semanas de trabajo ininterrumpido, y cuando las últimas vías de escape de Mariúpol se derrumbaron en medio del deterioro de las condiciones, los soldados ucranianos y una familia local sacaron a escondidas a Chernov, Maloletka y Stepanenko —y sus imágenes— de la ciudad.

"Si te capturan, te graban y te hacen decir que todo lo que filmaste es mentira", le dijo un policía ucraniano a Chernov. "Todos tus esfuerzos y todo lo que has hecho en Mariúpol será en vano".

Los periodistas

Chernov y Maloletka comenzaron su carrera periodística en un momento de esperanza para el futuro de Ucrania. La revolución de Euromaidán de 2013-14 llevó a la destitución del presidente prorruso Viktor Yanukovich y a un giro político del país hacia la Unión Europea.

Sin embargo, solo un par de meses después, Rusia invadió, anexionó ilegalmente Crimea, y encendió un conflicto secesionista en las provincias orientales del país, Donetsk y Luhansk. Chernov y Maloletka no tardaron en informar sobre estos conflictos. "Muchos fotoperiodistas y documentalistas ucranianos nos convertimos automáticamente en fotógrafos de guerra", dice Chernov.

Él y Maloletka cubrieron la guerra de Donetsk y Luhansk, y más tarde otras crisis, desde el conflicto de Nagorno-Karabaj en el Cáucaso Sur hasta la batalla de Mosul en Irak y la pandemia de COVID-19 en Ucrania.

La joven Stepanenko, por su parte, trabajaba como freelance en su ciudad natal de Kharkiv en los meses previos a la invasión rusa. Acababa de licenciarse en periodismo.

Al igual que Stepanenko, Chernov es de Kharkiv, la segunda ciudad más grande de Ucrania, no lejos de la frontera rusa. Maloletka es de Berdyansk, al lado de Mariúpol. Sus ciudades natales, todas en el este de Ucrania, se convertirían en objetivos del ejército ruso tras la invasión.

 

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Cobertura y huida

Mientras los residentes huían de la sitiada Mariúpol, Chernov, Maloletka y Stepanenko permanecieron allí, lidiando con conexiones erráticas de teléfono y de Internet, la disminución de los suministros de alimentos, agua potable y electricidad, y la amenaza constante de bombardeos y disparos de francotiradores. Fueron testigos del intenso sufrimiento de los civiles ucranianos, incluida la muerte de niños.

"Lo que ocurrió en Mariúpol fue lo peor que he visto en mi vida. Fue muy importante mostrar al mundo lo que estaba pasando", dice Stepanenko. "Fue realmente terrible, pero comprendí que estaba en el lugar adecuado en el momento adecuado".

En Mariúpol, los tres periodistas informaron por teléfono satelital desde los pocos lugares donde pudieron encontrar una conexión. Las historias y las imágenes que produjeron aparecieron en portadas y noticieros de todo el mundo, sirviendo como un poderoso contrapeso a los desmentidos del Kremlin sobre las atrocidades cometidas por el ejército ruso contra la población civil. Su trabajo llegó a la ONU, donde la embajadora de Estados Unidos ante el organismo, Linda Thomas-Greenfield, lo citó para aludir al "terror que Rusia está infligiendo al pueblo ucraniano en todo el país".

Este tipo de coberturas exige que los periodistas estén sobre el terreno a pesar de los riesgos de seguridad, dice Maloletka. "Podemos comparar lo que vemos con lo que dice la propaganda", explica.

En respuesta a su trabajo, Rusia acusó a los periodistas de "terrorismo informativo" y se informó que intentó capturarlos. Los periodistas dejaron la ciudad solo después de ser acorralados en un hospital por el fuego de francotiradores y tanques.

"Vimos esos crímenes con nuestros propios ojos mientras la propaganda rusa decía algo diferente", dice Stepanenko.

 

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Después de Mariúpol

Un día después de que los periodistas escaparan de Mariúpol a mediados de marzo, Rusia voló un teatro que se utilizaba como refugio antiaéreo, matando a más de 600 civiles, incluidos niños. En el pavimento del teatro había incluso letras pintadas que decían "CHILDREN" (niños), que se veían claramente desde el aire.

El brutal asedio de la ciudad se prolongaría otros dos meses: Mariúpol acabó cayendo el 20 de mayo, después de que los últimos defensores ucranianos, atrincherados en la planta siderúrgica de Azovstal, se rindieran.

Es posible que los horrores de Mariúpol se hayan desvanecido de la conciencia de las personas fuera de Ucrania. Pero Chernov, Maloletka y Stepanenko siguen informando desde Kiev, ahora asediada por Rusia, así como sobre otras partes de Ucrania ocupadas o recientemente liberadas.

"El público casi se ha olvidado de Mariúpol. Nosotros no", dice Chernov, añadiendo que él y sus compañeros ganadores del Premio Internacional de Periodismo Knight del Centro Internacional para Periodistas (ICFJ) están haciendo un seguimiento con algunas de sus fuentes allí sobre la vida en la ciudad en la actualidad. "Estamos trabajando en otro reportaje sobre Mariúpol y cómo la ciudad va a pasar el invierno sin agua, sin electricidad, sin gas. Queremos informar sobre el lugar tanto como sea posible".

Mientras la invasión rusa entra en su noveno mes, Chernov, Maloletka y Stepanenko subrayaron la urgencia de mantener la atención del mundo sobre su país, y especialmente sobre las atrocidades cometidas por Rusia contra la población civil.

"Es importante recordar lo que pasó en Mariúpol porque es una especie de modelo de lo que ocurrirá con cualquier ciudad que Rusia tome", dice Chernov.


Súmate al Tributo a Periodistas del ICFJ el 10 de noviembre, en persona o virtualmente, para celebrar el trabajo de Chernov, Maloletka y Stepanenko y de otros valiosos periodistas.

Imágenes cortesía de Mstyslav Chernov, Evgeniy Maloletka y Vasilisa Stepanenko.