Unos 800 periodistas han firmado una carta abierta en la que se exige poner fin a las prácticas de pago precarizantes e injustas que dañan los medios de vida de los freelancers. Lanzada por la periodista Anna Codrea-Rado el 5 de febrero pasado, aparece justo después de que se hayan eliminado cerca de 2.100 empleos en medios de comunicación, con despidos en BuzzFeed, The Huffington Post, VICE y el cierre en Reino Unido de la revista digital para mujeres The Pool.
"Es algo en lo había estado pensado durante algunos meses: la forma en que se paga a los profesionales independientes no tiene sentido y hace que el trabajo se vuelva bastante difícil", dice Codrea-Rado. "El cierre de The Pool aceleró mi decisión de escribir la carta, pues muchos periodistas, sobre todo los freelancers, se quedaron sin cobrar enormes facturas".
A medida que el staff de publicaciones impresas y digitales continúa disminuyendo, los freelancers se han convertido en un recurso cada vez más importante para el funcionamiento de los medios. Entre 2008 y 2017 los empleos en las redacciones de Estados Unidos disminuyeron en un 23%, mientras que se ha producido un aumento estimado de 3,7 millones de freelancers en todas las industrias desde 2014. En el Reino Unido, una encuesta de 2016 de la Oficina de Estadísticas Nacionales reveló que de las 84.000 personas que se identificaron como periodistas, 34.000 trabajaban por cuenta propia, en comparación con 18.000 en 2015.
"Creo que habrá cada vez más freelancers; será una mezcla de necesidad y elección”, dice Codrea-Rado, quien comenzó a trabajar independientemente después de haber sido despedida de VICE en 2017. En el futuro, ella cree que más profesionales independientes trabajarán juntos, formarán colectivos y lucharán por mejores derechos y reconocimiento.
Codrea-Rado no es la única avanzando hacia la acción colectiva. En numerosos países los freelancers están empezando a organizarse. A fines de enero, freelancers suecos llegaron a un acuerdo con varios periódicos importantes por un aumento de tasas. En Francia firmaron una carta abierta contra los pagos bajos y demorados el mismo día en que Codrea-Rado lanzó su llamado a la acción.
En su carta, Codrea-Rado Codrea-Rado presenta a los medios del Reino Unido tres posibles soluciones:
- El fin de la política de "pago por publicación", por la cual los freelancers solo reciben su paga una vez que se publica su trabajo, a veces meses después de haberlo terminado. "Estamos pidiendo a los medios de comunicación que paguen la mitad de la tarifa al presentarse el artículo y el resto al completar las revisiones finales", se lee en la carta.
- Respecto de los pagos demorados, si los medios no pagan al freelancer dentro del plazo legal de 30 días, según lo estipulado en la Ley de pagos atrasados de las deudas comerciales de 1998, la carta sugiere que haya consecuencias legales.
- Una actualización de los sistemas de pago que sean inadecuados para manejar o procesar los pagos a los trabajadores independientes.
"Creo que todas las cuestiones que plantea la carta son realistas. Ese es el objetivo: ver si los medios las implementan", dice Codrea-Rado. Agrega que el próximo paso obvio sería involucrar directamente las publicaciones en la discusión.
"La campaña de Anna es muy necesaria y es de esperar que cambie este sistema injusto", dice la autora Amelia Tait. "Una de las cosas que más me sorprendió cuando me convertí en freelancer es que puedo ganar más dinero por mes que en mi último rol como editora. Sin embargo, de alguna manera, termino con menos dinero al mes”. Explica que ese es el resultado de esperar 60 o a veces 90 días para recibir un pago.
Angela Hui, freelancer desde que fue despedida dos veces en 2017, también firmó la carta. "Durante demasiado tiempo los freelancers hemos sido tratados como felpudos, lo que permite que los medios de comunicación nos pasen por encima pagándonos mal y poniendo excusas para no resolver pagos pendientes.
Hui trabajó para una compañía cuya política era pagar 45 días después de la publicación del artículo, pero aun así llegaba a esperar hasta tres meses para cobrar, y la compañía se negaba a cualquier tipo de compensación. Hui no tenía realmente otra opción que seguir trabajando con ellos. "No quería poner en peligro nuestra relación", cuenta. "Confiaba en ese dinero para pagar el alquiler, la comida y mi manutención general”.
Dentro de la industria altamente competitiva del periodismo, y en tiempos de escasez de efectivo, muchos freelancers no tienen capacidad de negociar o rechazar condiciones injustas de trabajo y de paga. Para los trabajadores independientes como Codrea-Rado y quienes firmaron la carta, la acción colectiva ofrece una alternativa que podría hacer que los medios de comunicación se hagan responsables del poder que tienen sobre los profesionales que se ganan la vida trabajando para ellos.
Cristiana Bedei es una de las freelancers que firmó la carta abierta #FairPayForFreelancers, lanzada por Anna Codrea-Rado.
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