El periodista guineano Facely Konaté empezó a hacer coberturas a los 23 años, y atribuye a su padre, aficionado a la radio, el haberle inculcado el amor por el periodismo.
Cuando crecía en N'Zérékoré, una ciudad en una región boscosa a unas dos horas de vuelo de la capital, Conakry, su padre le daba un receptor de radio para que escuchara las noticias y le informara. Al principio, esta tarea le resultó difícil a Konaté, pero se acostumbró: "Me acostaba y me levantaba con mi pequeña radio".
Konaté lleva una década trabajando en periodismo, tiempo en el que ha cosechado varios reconocimientos. En 2020 fue finalista del premio Ghislaine Duport y Claude Verlon de Radio France Internationale, y a principios de 2024 ganó el Premio a la Excelencia Periodística en Guinea, concedido por el ICFJ y la Embajada de Estados Unidos en el país.
También ha recibido presiones por su trabajo. En enero intentaron robar su casa y sospecha que hubo una intención política: había colaborado con un periodista francés para sacar a la luz un escándalo de corrupción en el sector petrolero guineano.
Preocupado por su seguridad, Konaté se trasladó a Costa de Marfil, donde permaneció casi dos meses. Regresó a finales de marzo, después de que el director de la Agencia Nacional del Petróleo (SONAP), Amadou Doumbouya —objeto de su investigación— fuera despedido de su cargo.
Konaté nunca dejó de informar. "Estoy convencido de que todavía puedo aportar una contribución a este sector en mi país".
Hablé con Konaté sobre su carrera, su dedicación al periodismo y su actitud positiva a pesar de las amenazas que ha sufrido.
¿Cómo describirías el tipo de periodismo que haces?
Contribuyo a mi manera a la promoción de la democracia y del periodismo de calidad en mi país. Trabajo para dar voz a quienes están silenciados, para comunicar hechos ocultos, desmentir información falsa, exigir responsabilidades a quienes están en el poder y revelar hechos de corrupción como el reciente caso de la SONAP y la adquisición de una villa en Texas por su antiguo director general, Amadou Doumbouya.
Al mismo tiempo intento mostrar y denunciar violaciones de los derechos humanos o injusticias sociales. En mi opinión, este es el mejor logro. Mi misión como periodista es seguir informando, concienciando y construyendo una prensa verdaderamente libre e independiente.
¿Cómo ves el futuro del periodismo?
El campo está en constante evolución, impulsado por los avances tecnológicos y los cambios sociales. Esta transformación trae consigo consecuencias significativas: la proliferación de información falsa y manipulada que pone en jaque la credibilidad de los medios tradicionales, el colapso de modelos económicos tradicionales y la evolución de los hábitos de consumo de información.
La polarización de las redes sociales, que favorece la creación de las llamadas "burbujas de filtro" que refuerzan las opiniones preexistentes, y el desarrollo de la inteligencia artificial son también factores a tener en cuenta.
A pesar de estos desafíos, el periodismo sigue siendo esencial porque la sociedad necesita información confiable y de calidad. Solo tenemos que adaptarnos al entorno actual innovando sin perder de vista nuestras misiones fundamentales: informar, analizar y dar sentido a la actualidad.
Cuéntanos sobre tu trabajo en defensa de la libertad de expresión en tu país.
En Guinea y en el resto del mundo, la libertad de prensa está gravemente amenazada. Solo hay que ver el mapa de la libertad de prensa 2024 de Reporteros sin Fronteras para comprobarlo.
En mi país los periodistas se enfrentan regularmente a la censura, las detenciones e incluso la violencia. En 2019, cofundé la Asociación de Profesionales de los Medios de Comunicación de Guinea Forestal (APROMED-GF), y desde junio de 2023 esta lucha también se lleva a cabo a nivel internacional, con mi elección al consejo de administración de Reporteros sin Fronteras.
Para mí, defender la libertad de prensa significa reforzar la democracia y garantizar el derecho de los ciudadanos a estar informados de manera libre e imparcial.
¿Cuál es tu mayor temor como periodista?
Cuando decidimos revelar determinados hechos y denunciar violaciones de los derechos humanos e injusticias sociales, es obvio que nos exponemos a riesgos. Las amenazas y la intimidación forman parte de nuestra vida cotidiana.
En el contexto actual de restricciones de las libertades individuales y colectivas, cierre de medios de comunicación independientes, secuestros y desapariciones forzadas en Guinea, el miedo es omnipresente. Cada día nos decimos que podría ser el último. Me he preparado psicológicamente para esa eventualidad.
¿De qué modo IJNet te ha ayudado en tu carrera?
IJNet es una herramienta tremendamente útil para encontrar oportunidades, becas y premios a los que presentarse. Mi participación, por ejemplo, en el Premio Claude Verlon y Ghislaine Dupont de Radio France Internationale fue gracias a IJNet.
En marzo de 2024, el ICFJ me concedió el Premio a la Excelencia Periodística en Guinea en la categoría de "redacción editorial". También recibí una beca para el programa de formación en Guinea del ICFJ, todo gracias a esta plataforma.
Además suelo recomendar IJNet a los periodistas jóvenes periodistas. Creo que es una de las mejores plataformas para apoyar a los futuros profesionales en su desarrollo personal.
Eres miembro del Foro de Crisis de IJNet. ¿En qué te ha beneficiado participar allí?
En 2020 vi una publicación sobre cómo hacer podcasts, y asistí a la sesión de formación, dirigida por Abèdjè Sinatou Saka y moderada por el actual director del Foro, Kossi Elom Balao.
Estoy suscrito al boletín del Foro y nunca me pierdo una actualización. También participé en seminarios web con el Foro para compartir mi experiencia cubriendo la pandemia de COVID-19.
Lo que me gusta del Foro es la relevancia y diversidad de los temas y los invitados, y la oportunidad de hacer contactos. Hoy tengo amigos en todas partes gracias a este grupo de más de 3.500 miembros.
¿Qué consejos darías a tus colegas?
En el contexto actual de transformación digital que está trastornando el sector de los medios, es importante cultivar una curiosidad insaciable y estar dispuestos al aprendizaje continuo. La rápida evolución de nuestro sector exige una actualización constante para seguir siendo pertinentes y competitivos.
Además, la especialización se ha vuelto esencial para profundizar en un campo concreto y destacar entre la competencia. También aconsejaría a otros periodistas que sean pacientes y profesionales. Mantener la ética y distinguir el bien del mal es esencial, como lo es desarrollar una red sólida.
El periodismo es una profesión apasionante pero exigente. Con curiosidad, trabajo duro y formación continua, es posible alcanzar nuestros objetivos.
Fotos cortesía de Facely Konaté.
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