La pandemia de COVID-19 hizo patente que la desinformación viaja de país en país y, aunque en algunos casos sufre adaptaciones para hacerla más atrapante para cada audiencia, en general las narrativas desinformantes que tienen éxito en un lugar y momento suelen repetirse. Los desinformantes son eficientes: cuando algo les funciona, lo reutilizan.
Teniendo esto en cuenta, tras el peor momento de la pandemia y con el apoyo de Unesco, desde LatamChequea (la red de chequeadores de América Latina, que también incluye a los de España y Portugal y a quienes nos dedicamos a combatir la desinformación en español en los Estados Unidos) quisimos saber si la desinformación electoral también tiene patrones comunes. Y, ¿sabes qué descubrimos? Que sí, que en todos los períodos electorales de la región de los últimos tres años se repitieron calcados al menos 10 tipos de desinformación.
No nos quedamos ahí. Hicimos luego la prueba con las elecciones de los Estados Unidos de 2020 y confirmamos que también se repetían estos 10 tipos de desinformación electoral. Por eso, estimamos que aparecerán también en las elecciones de medio término que tendrán lugar el próximo martes 8 de noviembre y pensamos que es bueno que los conozcas para estar prevenido y no caer en la trampa tan fácil.
Estos son los 10 tipos de desinformación electoral que seguramente te cruces en las redes sociales o en portales web que se autodenominan medios.
1. Que haya algunas irregularidades en el proceso electoral no significa que haya fraude
Dentro de un proceso electoral que involucra a millones de personas, es habitual que ocurran ciertos errores o, incluso, irregularidades. El tipo de irregularidades que aparecen depende del sistema electoral de cada país —en muchos casos se trata de un conteo provisorio de votos en un centro de votación que tiene un error—, pero el tipo de desinformación aparece en muchos procesos electorales en la región como en Argentina, Perú o Colombia , donde estos errores son presentados como pruebas de un supuesto fraude organizado.
Típicamente, las irregularidades involuntarias no favorecen sistemáticamente a ningún partido, mientras que las intencionales suelen sesgar los resultados a favor de alguna agrupación. Sin embargo, existen mecanismos para analizar la transparencia de una elección y determinar si esas irregularidades son errores o manipulaciones intencionales. Un error durante las elecciones no es prueba de fraude.
2. Denuncia de supuesto fraude organizado por las autoridades
Este tipo de desinformaciones, junto con las denuncias de irregularidades durante el proceso electoral, suelen ser de las que más circulan en las elecciones e intentan probar un fraude organizado y arreglado por las autoridades nacionales, locales y/o electorales.
El caso de Brasil es especialmente grave porque el propio presidente, Jair Bolsonaro, utilizó la denuncia de que existió un fraude electoral durante las elecciones de 2018 (en las que salió ganador) como parte de su campaña, utilizando información falsa. La sustentación de que existió adulteración en las urnas electorales fue la desinformación más difundida durante la campaña electoral de ese año. Lo mismo ocurre con la llamada "gran mentira" impulsada por Donald Trump para cuestionar los resultados de los comicios en los que Joe Biden se impuso y le ganó la Presidencia de los Estados Unidos. Sin embargo, ninguna Corte consideró que hubo un gran fraude electoral: de las 64 demandas que introdujo el expresidente Donald Trump perdió 63 y la única que ganó no demuestra que hubo un fraude.
Desde mucho antes de las elecciones presidenciales de 2020, el entonces presidente Trump advertía sobre un supuesto fraude. Esa posición lo llevó a no reconocer su derrota y arengar a sus seguidores a las puertas del Capitolio el 6 de enero de 2021. Aquí están recogidos al menos siete intentos de invalidar las elecciones.
3. Supuestos votos de las personas fallecidas
Otra desinformación que circula en muchas elecciones en la región señala que las personas fallecidas están incluidas en el padrón de votación (nunca se actualiza el mismo día de los comicios y, entre que ello ocurre y se vota hay gente que efectivamente muere) o que las personas utilizan cédulas de identidad de las personas fallecidas para votar. Sin embargo, muchas veces se trata de errores en el registro que son corregidos por las autoridades.
En Perú, por ejemplo, circuló un video durante las elecciones de 2021 en el que se mostró un acta electoral supuestamente firmada por una persona fallecida. Sin embargo, fue un error de tipeo: el usuario ingresó mal el último dígito de la cédula de identidad, poniendo 9 en vez de 4.
El entonces presidente Donald Trump denunció que en las elecciones que perdió frente a Joe Biden en 2020 votaron personas fallecidas en Georgia. En una llamada que se filtró a la prensa con el secretario del Estado, Brad Raffensperger, también republicano, le insistía que había contabilizado “cerca de 5,000 votos de personas muertas” en esa jurisdicción.
Luego de investigar, Raffensperger dijo que se habían confirmado dos votos ilegales en nombre de personas muertas, no miles como alegó Trump. "El número real eran dos. Dos. Dos personas que estaban muertas que votaron. Y eso está mal", dijo el funcionario a la agencia AP.
4. Desinformación sobre votación de personas no habilitadas para hacerlo
En época de elecciones, circulan muchos contenidos que buscan atacar a las minorías. Un ejemplo de esto son las desinformaciones que aseguran que los inmigrantes van a votar en las elecciones, en países donde no está permitido, o sin cumplir con las condiciones legales cuando el voto de extranjeros está habilitado.
Este tipo de contenidos falsos varía según las regulaciones de cada país. Por ejemplo, en Colombia circularon varios contenidos que aseguraban que los/as venezolanos/as podían votar en las elecciones de 2019. Sin embargo, según las regulaciones del país, los inmigrantes pueden votar solo si tienen cédula de extranjería, llevan en el país cinco años o más y se inscriben para votar. Es decir, es verdad que los venezolanos pueden votar en las elecciones colombianas (como cualquier persona extranjera allí), pero solo si cumplen estas condiciones.
En las elecciones de medio término (midterms) de 2018, el entonces presidente Donald Trump hizo advertencias sobre posibles votantes sin documentación para hacerlo y señaló a inmigrantes recién llegados a Estados Unidos que “podían intentar” votar ilegalmente. También arrojó dudas sobre el voto anticipado por correo.
Como explicamos en esta nota de Factchequeado, para votar hay que ser ciudadano estadounidense, cuyo requisito básico es tener más de 18 años y haber pasado por un proceso de naturalización que dura años. Por ejemplo, uno de los requisitos es haber sido residente permanente en el país por al menos 5 años.
5. Manipulación para evitar la votación o invalidación de votos
Cada país tiene distintas normas de cuándo un voto debe ser anulado o impugnado (es decir, no contabilizado como válido) y muchas desinformaciones buscan engañar a la ciudadanía y llevarla a anular su voto o no poder emitirlo.
Un ejemplo de esto es un contenido que circuló en México en el que se aseguró que se podía votar por más de un candidato, aunque esto en verdad impugnaba el voto. Otro ejemplo es un video que circuló en Colombia que aseguró que si las personas ya habían votado por un candidato en la primera vuelta, no era necesario que lo hicieran en la segunda vuelta porque el voto ya estaba registrado.
En Estados Unidos, la integridad del voto por correo se puso en duda de parte del entonces presidente Trump, quien en un rally en Carolina del Norte incitó a votar dos veces: primero por correo y luego en persona, para poner a prueba y supuestamente corroborar las denuncias sobre boletas enviadas por correo. El exmandatario insiste en que el voto por correo da pie a fraudes, aunque las cortes rechazaron ese argumento por falta de pruebas.
6. Desinformación sobre la documentación necesaria para votar
Este tipo de desinformaciones difunden noticias falsas sobre los tipos de documentación habilitados por los organismos electorales para votar.
Durante la pandemia esta desinformación tomó nuevas formas ya que muchos países permitieron el voto con cédulas o documentos vencidos por las dificultades que existían para renovarlos durante el período en el que rigieron medidas de distanciamiento social. Sin embargo, en el plebiscito por una nueva Constitución de 2020 en Chile circularon varios contenidos falsos que aseguraron que no se podía votar con la cédula vencida.
7. Desinformación sobre votos de ciudadanos en el exterior
Otro tipo de contenido que suele circular en períodos electorales y cuya regulación difiere entre países es sobre el voto de los ciudadanos que residen en el exterior. Por ejemplo, una desinformación que aseguraba que la embajada chilena en Canadá prohibía a los ciudadanos chilenos votar en el plebiscito.
En México se viralizaron imágenes del paquete de boletas enviadas a mexicanos en el exterior para votar en las elecciones y se acusó de que había boletas faltantes porque no estaban las de diputados federales. Sin embargo, la legislación de México no permite que los mexicanos residentes en el exterior voten por todos los cargos públicos, sino que esto depende del tipo de elección y del Estado en el que residen.
8. Caos el día de las elecciones
Este tipo de contenidos falsos busca desorientar o generar miedo en los ciudadanos sobre el momento de la elección, por ejemplo difundiendo que se puede votar en días u horarios que no se encuentran realmente habilitados. En los últimos comicios en Chile la situación fue especialmente confusa porque mientras las elecciones de octubre de 2020 se celebraron en un solo día, las de mayo de 2021 se hicieron en dos.
Otros contenidos de este estilo que circularon en Chile aseguraban que los lugares de votación no iban a estar custodiados o que iban a ser inseguros. Por otro lado, en México circuló un contenido que aseguró que estaba prohibido ingresar a las casillas con teléfonos celulares.
En las elecciones presidenciales de 2020 en Estados Unidos, hubo algunas denuncias con videos e imágenes fijas que mostraban al personal electoral escribiendo o tomando notas y se acusó por estar modificando supuestamente boletas electorales en Pennsylvania. Se demostró que era falso y que la actividad formaba parte del trabajo rutinario de una jornada electoral.
9. Falsas encuestas
En la mayoría de los países se prohíbe o se regula de forma específica la publicación de encuestas electorales horas antes del día de las elecciones y durante la jornada electoral.
Sin embargo, es común que circulen contenidos falsos en esos días específicos que imitan los formatos de encuestas verdaderas para anunciar resultados o tendencias para beneficiar a algún partido. En las elecciones de México de 2021 circuló, el mismo día de los comicios, una supuesta encuesta de salida sobre los resultados de la elección para gobernador en la localidad de Sinaloa, con el logo de una encuestadora oficial. Pero esto era falso: en México está prohibido difundir encuestas mientras las personas están votando y la encuestadora niega la publicación del estudio.
10. Falsas declaraciones de candidatos
Otro tipo de desinformaciones muy comunes en época de elecciones son falsos contenidos sobre los/as candidatos/as electorales.
Un recurso que se utiliza mucho es la edición y manipulación de fotos con programas de edición, y otro son las piezas sacadas de contexto, que pueden ser de otros momentos u otros lugares, incluso.
Esto se puede utilizar para mostrar supuestas propagandas electorales que son falsas. Lo mismo ocurre con las imágenes falsas, como por ejemplo, un montaje que supuestamente muestra a un candidato presidencial de Ecuador vacunándose en una etapa donde sólo se vacunaba al personal de salud. Sin embargo, la foto estaba trucada.
Para las falsas declaraciones muchas veces se usan los zócalos o videographs de televisión —las franjas que aparecen en los canales de noticias con alguna frase— o las tarjetas que hacen uso del logo de algún medio de comunicación con la foto de un candidato y una supuesta frase. Este tipo de recursos son muy utilizados para desinformar, porque son creíbles, fáciles de editar y baratos. Lo mismo pasa con los tuits falsos, que también son fácilmente editables.
Conocer los tipos de desinformación electoral que se repiten en los comicios de distintos países puede ayudarte a identificar cuando te quieren engañar y evitar que compartas desinformación.
Si quieres saber más sobre este tema, en el portal electoralcheck.org hay materiales especialmente pensados para docentes, periodistas, autoridades electorales y votantes, con foco en quienes lo hacen por primera vez.
Imagen de Phil Scroggs en Unsplash.