El 29 de marzo de 2008, Isabella de Oliveira Nardoni fue arrojada por la ventana del departamento de su padre y su madrastra, ubicado en un sexto piso de la ciudad de São Paulo, Brasil. La niña, de cinco años, murió poco después de llegar al hospital. Tenía marcas en el cuello, una herida en la frente y signos de asfixia. La pareja, que siempre negó los cargos, fue condenada por asesinato. El crimen que movilizó a los medios de comunicación y conmovió al país se detalla en el documental "Isabella: el caso Nardoni", con testimonios inéditos y detalles poco conocidos.
Micael Langer dirigió el documental con Cláudio Manoel y también escribió el guion. Desde su estreno en Netflix en agosto de 2023, el equipo celebra el éxito de la emisión. "Superó todas las expectativas", dice Langer. La película se situó entre las cinco más vistas en Estados Unidos en la semana de su estreno y logró un impresionante primer puesto mundial para películas en lengua no inglesa en el ranking de la plataforma, además de aparecer en el top ten de más de 45 países. Micael habló con IJNet Portugués sobre los retos de narrar una historia tan trágica.
1. ¿Qué los motivó a producir un documental sobre un tema tan difícil?
Como documentalistas nos interesa registrar un momento histórico relevante. Y para mí, en particular, cuanto más "difícil" es ese momento, más estimulante resulta el proceso. Ya habíamos escrito y dirigido "Simonal – Ninguém Sabe o Duro que Dei", que también fue considerado un caso "difícil", pero para nosotros era una historia intrigante sobre la que queríamos saber más. Y nuestro trabajo consiste precisamente en intentar saber más y transmitir lo que descubrimos a los espectadores.
Yo no veía esta historia como "un crimen del montón", entre otras cosas porque nunca me han interesado especialmente este tipo de trabajos. Pero el caso Nardoni es diferente. La conmoción, la movilización y el compromiso popular no tuvieron precedentes y la distancia histórica nos permitió tratar el tema con más objetividad. En cuanto al interés del público, es difícil medirlo. Lo cierto es que los documentales sobre delincuencia despiertan interés, y no lo digo yo, lo dicen las cifras. Pero en este caso, nos sorprendió el alcance internacional de la película, que no hace sino reforzar la idea de que esta historia va mucho más allá del crimen en sí.
2. ¿Cómo conjugaron emociones y profesionalismo?
Fue complicado, sobre todo cuando lidias con el dolor de una pérdida que, incluso después de 15 años, sigue estando abrumadoramente presente. Nos conmovimos, somos de carne y hueso, pero conocemos nuestra responsabilidad de contar una historia, aunque sea brutal, de la manera más respetuosa y responsable posible.
3. ¿Qué fue lo más difícil del proceso de hacer entrevistas?
Lo más difícil fue unir, dentro de nuestra narrativa documental, las piezas de este enorme rompecabezas tal y como aparecían en los testimonios y documentos. Es un caso muy complejo, con mucha información que no encaja o que simplemente se contradice, y siempre quisimos ser lo más fieles posible a los hechos y a lo que nos parecía que tenía más sentido. Las entrevistas con la familia de Isabella fueron estuvieron cargadas de emociones, por supuesto, y muchos de nosotros lloramos mientras las hacíamos; no somos robots, pero sabíamos que eso no podía interponerse en nuestro trabajo.
4. ¿Qué se ve en el documental que la prensa no haya mostrado?
Hay algunas cosas que la prensa no mostró, pero en la gran mayoría de los casos se debió simplemente a la distancia en el tiempo y al acceso que tuvimos a la familia Oliveira. Por otro lado, mucho de lo que sí apareció en la prensa no pudo entrar en la película por un tema de tiempos. Teorías absurdas y líneas de "investigación" totalmente irresponsables que, en la carrera por la "primicia", acabaron por faltar al respeto al dolor de una familia. Destacamos el papel de la prensa (y de los medios en general) porque entendemos que hay mucho sobre lo que reflexionar.
5. ¿Intentaron escuchar a ambas partes por igual?
No consideramos escuchar a las dos partes "por igual" porque estamos hablando de víctimas de un crimen brutal, por un lado, y de personas que han sido declaradas culpables por otro. En cuanto a dar espacio a la defensa, pensamos que tenía sentido a la vista de las cuestiones planteadas por el documental. Desgraciadamente, nadie de las familias Nardoni y Jatobá quiso hablar, por eso decidimos abrir espacio a los abogados defensores, porque una de las líneas narrativas del documental es analizar cómo la conmoción popular pudo presionar la investigación, o al menos influir en su celeridad.
6. ¿Qué crees que aprendieron los medios de comunicación de la cobertura de este caso? ¿Hubo errores por parte de la prensa en su momento?
No sé si alguien "aprendió" algo de esa cobertura. No podemos olvidar que estamos hablando de seres humanos, tanto en los medios como en los organismos de seguridad pública. Se trata de personas que pueden dejarse llevar por la emoción, pero deben hacer un esfuerzo para que esto no afecte a los resultados de su trabajo desde el punto de vista ético. Yo no utilizaría la palabra "errores", pero sin duda hubo excesos.
7. ¿Cómo lidiaron con el peligro del sensacionalismo? ¿Hubo que pactar algo, por ejemplo, con la madre de Isabella para poder contar la historia de una forma más respetuosa?
Nunca acordamos nada con ninguno de nuestros entrevistados en ninguno de nuestros trabajos, ya sea para cine, televisión o streaming. En nuestro primer documental juntos, sobre Simonal, planteamos a los hijos del cantante que revelaríamos todo lo que encontráramos, aunque eso supusiera confirmar que efectivamente había sido un delator durante el régimen militar, y solo trabajaríamos así. En cuanto al sensacionalismo, no vi necesidad de "huir" del formato, porque ni a mí ni a Claudio nos habría resultado natural. Retratar el sensacionalismo no significa adoptarlo. Incluso la familia de Isabella subrayó la delicadeza y el respeto que percibían en la película, lo que para nosotros es la mejor prueba posible de que podemos mantener el equilibrio al tratar temas tan controvertidos.
8. ¿Cómo es hacer documentales en Brasil? ¿Qué debe tener en cuenta un joven periodista/documentalista para tener éxito?
Antes era mucho más difícil insertarse. Hoy tienes, en primer lugar, algo fundamental: un público. Y esto se debe principalmente a la aparición de servicios de streaming, especialmente Netflix, que ha establecido y popularizado el formato, especialmente las series documentales. En segundo lugar, tienes diferentes plataformas de exhibición, desde streams de pago a YouTube, mientras que en el pasado estábamos restringidos a un circuito limitado en cines y una ventana ocasional en la televisión por cable y ventas de DVD. El costo de los equipos también ha caído en picada, y hay una fuente inagotable de contenidos online que enseñan y desmitifican la parte técnica del proceso. Lo que quiero decir es que, si quieres hacer documentales, hoy en día no hay excusa para no hacerlos. Y eso es genial.
Esta entrevista fue publicada originalmente en IJNet en portugués.
Foto: Reproducción de Netflix.