Las redes sociales son fáciles de utilizar, pero aquellos tweets y sus actualizaciones escritos sin tiempo para ponderarlos, pueden ser peligrosos para los periodistas que quieren conservar su empleo.
A medida que más periodistas reciben reprimendas o son despedidos por sus empleadores por infringir cuestiones de redes sociales; la ex corresponsal de CNN, Octavia Nasr, declaró a IJNet durante una entrevista que los empleadores deben asegurarse que sus empleados trabajen de acuerdo a los estándares y buenas prácticas de la empresa; y no hacerlos responsables de la publicidad negativa que sus actividades en redes sociales puedan causar.
En 2010, Nasr envió un tweet lleno de opiniones desde su cuenta oficial en CNN, hablando sobre la muerte de un líder de Hezbollah, Sayyed Mohammed Hussein Fadlallah; lo cual terminó su carrera de 20 años en CNN.
Aunque el uso de redes sociales llevó a su despido, Nasr aún las utiliza. Al poco tiempo de haber dejado CNN, ella fundó Bridges Media Consulting, empresa que se dedica a la administración de salas de redacción, al entrenamiento periodístico y a la integración del mismo con las redes sociales. Nasr, quien admite que el acierto de Bridges es “ser realmente operativa,” conversó con IJNet sobre su controvertida historia y sobre las dificultades así como las posibilidades que las redes sociales brindan a los periodistas.
IJNet: ¿Qué harías diferente si hoy tuvieras que escribir un tweet sobre Fadlallah?
Octavia Nasr: De todos modos hubiera enviado el tweet. Para empezar, no fue un tweet tan importante. Estaba de vacaciones en ese entonces y no debí estar pensando en el trabajo en la relevancia de un tweet sobre Fadlallah.
Hubiera twitteado más bien sobre su deceso pero sin dar más información al respecto; hubiera dejado que la gente investigara por su cuenta sobre quién fue esa persona y el por qué de su relevancia. Lo que pasó es que quise colocar demasiada información dentro de 140 caracteres a pesar de que la historia requería de más contexto. Al hacer eso, le abrí las puertas a un pequeño pero efectivo grupo de personas que atacarían a CNN a través de mis acciones.
IJNet: ¿Cómo es que la controversia con CNN cambió tu opinión sobre las redes sociales y sobre cómo aconsejar a tus clientes?
ON: Mis opiniones no cambiaron. Por el contrario, fue a través de la controversia que llegué a confirmar todo aquello que ya sabía y que estaba – y aún continúo – enseñándoles a otros sobre redes sociales. Me convertí en un vivo ejemplo de la utilidad y los riesgos que conllevan las redes sociales.
Lo que me sucedió, le pudo haber ocurrido a cualesquier otra persona; no se trata del contenido que envié como tweet: simplemente fue la reacción hacia mi tweet y la respuesta de CNN las que llevaron a que esta empresa de noticias y yo tomáramos caminos distintos. Esta fue solo una excusa que cualquier otro pudo haber utilizado en otro momento; es por eso que la gente debe estar preparada para utilizar las redes sociales en representación de su empleador o de otra entidad.
IJNet: Las políticas sobre el uso de redes sociales en grandes organizaciones mediáticas varían dentro del rango de mucha restricción a mucha apertura – desde “ojo con los retwitteos” (AP) hasta “no seas estúpido” (BBC) - ¿qué consideras que sea un buen balance?
El buen balance en redes sociales opera de la misma manera en que actúas en la vida real, consciente de que tu tweet es una marca permanente. Sé moderado y no compartas información innecesaria que pueda regresar a ti de forma negativa. Por supuesto que “ojo con los retwitteos” y “no seas estúpido” son extremos que cualquiera debe evitar a toda costa; pero lo que me preocupa es lo que yace en medio de esos dos extremos pues considero que ahí es precisamente donde los usuarios son más vulnerables.
El problema no es lo que dices o lo que quieres decir, sino el cómo los demás perciben tu mensaje y el cómo lo analizan. Eso es lo que me preocupa. Un comentario inocente que es atacado por una organización mediática o un grupo importante inmediatamente sonará “estúpido”; en cambio, si nadie se queja, ese mismo comentario pasaría desapercibido. Por otro lado, una ofensa mayor puede pasar desapercibida y sin castigo porque nadie se queja o porque aquellos que se quejan carecen de poder.
Lo que quiero enfatizar es que los empleadores deberían juzgar a sus empleados en base al respeto a las políticas de la empresa, no en base al nivel de apoyo o condena que reciban sus tweets. La compañía debe ser líder en base a dicha política, actuando de acuerdo a su código de ética y no en base a la reacción del público. Además, yo siempre les reitero a los empleados que deben solicitarle a su empleador un compromiso por escrito en caso del surgimiento de alguna queja o controversia, para que su derecho a ser investigados sea preservado.
Sin un compromiso serio por parte del empleador para proteger a sus empleados de campañas falsas o de publicidad negativa, mi consejo para esos empleados es que de ninguna manera utilicen las redes sociales que representan a su empleador.
Esta sesión de preguntas y respuestas es la primera dentro de entrevista dividida en dos partes. Puedes seguir a Nasr en Twitter y leer más sobre ella en su página personal._