Consejos para que los periodistas freelance evalúen su último año y planifiquen el siguiente

Jan 2, 2024 en El ABC del periodista
Mujer escribiendo en un cuaderno con un café en la mano.

Antes de empezar a trabajar de forma freelance, me encantaban las sesiones estratégicas de fin de año. Claro, la mayoría de la gente en un lugar de trabajo típico puede aburrirse con el momento de romper el hielo; yo, sin embargo, encontré claridad en la evaluación del año pasado y estímulo en la planificación para el futuro.

Cuando empecé a trabajar por cuenta propia, realizaba reuniones de planificación en solitario y descubrí que marcaban el tono para el resto del año. Como no todo el mundo hace hojas de cálculo y hojas de trabajo por diversión, empecé a invitar a mis amigos freelancers a mis sesiones anuales, que ahora se conocen como "Reunión General Anual de Freelancers" (AGM, por sus siglas en inglés) y que ya van por su tercer año. 

He aquí algunas lecciones que aprendí en estas AGM de las que pueden beneficiarse los periodistas, independientemente de su cargo:

(1) Ponte tu sombrero de gestor

Una de las lecciones cruciales que se tiende a aprender como trabajador freelance es que, a diferencia de lo que ocurre en un puesto corporativo típico, tú estás a cargo de todo. Eso significa que tienes que hacer todo el maravilloso trabajo en el terreno, pero también cargar con la responsabilidad de elaborar estrategias y gestionar. 

Uno de los trucos consiste no sólo en reconocer que eres a la vez trabajador y gestor, sino en encontrar los momentos adecuados para asumir cada papel y funcionar con eficacia. Por ejemplo, decidir en medio de una ajetreada y agotadora jornada laboral si debes pivotar todo tu conjunto de habilidades laborales o diversificar tu combinación de ingresos no es especialmente fructífero.

Las estrategias de fin de año son una oportunidad para que el trabajador que hay en ti se siente y se ponga el sombrero de la gestión. Eso significa soñar a lo grande y aprovechar lo que quieres hacer a continuación. Pero también significa ser honesto y estratégico sobre tus puntos débiles y las cosas que te frenan. Así que tómatelo en serio.

Personalmente, me gusta celebrar mi AGM una tarde tranquila en una cafetería, lejos de los plazos de entrega, para concentrarme plenamente en ella.

(2) Acepta los hechos

El tipo de estrategia que utilices para revisar tu año no importa, siempre y cuando lo hagas de forma honesta y vulnerable. Muy a menudo intentamos construir lo que deberíamos hacer a continuación basándonos en sentimientos profundos pero ligeramente vagos, como "otro trabajo haría que todo fuera mejor" o "no gano suficiente dinero como trabajador autónomo".

Aunque puede ser doloroso, es necesario tomarse un tiempo para analizar de verdad lo que ha pasado en el último año. Quizás hacer un desglose mensual o una lista de historias o clientes. Intenta considerar qué tipo de trabajo hiciste, tanto en soporte como en contenido. Si tienes unos ingresos variables, puede ser útil utilizar tus finanzas como rastreador para hacerte una idea de cómo fluyó el año.

También te recomiendo que analices tu entorno de trabajo como un área clave a revisar. ¿Te gusta cuánto trabajas, dónde trabajas y a qué ritmo? ¿Cómo son tus redes y estructuras de apoyo? ¿Es posible hacer cambios? Todo ello puede ayudarte a comprender mucho mejor lo que realmente ha ocurrido durante el año.

(3) Está bien si tus sueños te intimidan

Recuerdo mirar alrededor de la mesa después de mi primera reunión de grupo. Una vez que todos habían terminado de elaborar estrategias a solas, se percibía una sensación de pesadez y ansiedad. Al final, alguien admitió: "Ahora que sé cuáles son mis objetivos, siento que tengo algo que perder". Todos estuvieron de acuerdo, aunque sus sueños eran muy diferentes.

Creo que el miedo a fracasar puede significar que has tocado el nervio exacto de hacia dónde deberías dirigirte. Una de las estrategias que he descubierto que funciona bien en este sentido es un ejercicio de tres pasos inspirado por la periodista freelance Rebecca L Weber. 

En primer lugar, concéntrate sólo en tus deseos, necesidades y anhelos. Siéntate con ellos antes de dar el salto. ¿Necesitas ganar más dinero para poder mantener a tu familia? ¿Anhelas profundamente un trabajo más creativo o artístico? ¿O tu gran deseo es dejar un espacio de trabajo tóxico?

Una vez que te hayas dejado llevar por estos sentimientos durante un momento, convierte tus deseos en objetivos. Intenta identificar estos objetivos como algo que podrías reconocer si se cumplieran. Por ejemplo, si eres un trabajador autónomo que quiere hacer más de un tipo específico de trabajo, la métrica puede ser la incorporación de un nuevo cliente en ese medio o tener dos proyectos de un determinado tipo en un trimestre. 

Ahora que lo has cuantificado, hazlo práctico. Piensa en elementos procesables, como invitar a un café a alguien que pueda orientarte sobre el siguiente paso, poner en marcha un nuevo sistema o inscribirte en una formación que pueda iniciarte en ese objetivo. Sé tan concreto y detallado con tu lista como te resulte más útil.

(4) Deja con algo a tu "yo" del próximo año

El secreto de la planificación para el nuevo año es que es sólo la mitad de la historia. Siempre que hago este tipo de facilitación para los clientes, insisto en que no basta con tener un gran debate. Lo que marca la diferencia es el resumen de una o dos páginas de planes y las medidas de acción próximas.

Personalmente, me gusta redactarlos como un conjunto de resoluciones o normas, más que como instrucciones prescriptivas. Por ejemplo, una vez me propuse reducir el tipo de trabajo que me llevaba mucho tiempo, pero que no me proporcionaba ni mucho placer ni ingresos significativos. La mejor práctica que decidí fue no aceptar ningún trabajo por debajo de una determinada tarifa, confiando en que llegaría otro mejor. 

Esto me ocurrió un martes cualquiera, lleno de estrés y con la autoestima por los suelos, y tuve que mantenerme firme y rechazar trabajos. Sin esa simple idea en mi cabeza, probablemente me habría quedado empantanada en un proyecto tedioso e insatisfactorio. No me arrepentí de mi decisión.

Independientemente de lo que te parezca a ti, déjate algo así para empezar el año. Si te vas de vacaciones, también te vendrá de maravilla para despedir el año anterior.

(5) Regálate una celebración

Por último, no importa qué tipo de año hayas tenido, o lo que pueda venir en el siguiente, te animo muy seriamente a que lo celebres. Brinda por algo de lo que te sientas orgulloso, ya sea un artículo que te haya encantado, un riesgo que hayas asumido o que hayas aguantado fuerte bajo presión.

Termina tus comentarios personales recordándote a ti mismo que, como trabajador y estratega, estás haciendo un trabajo muy digno y que ojalá tengas un gran año por delante.


Foto de Gabrielle Henderson en Unsplash.