Cuarenta países, incluyendo Estados Unidos, India y Rusia, celebrarán elecciones nacionales en 2024.
Con un incremento de la circulación de desinformación en general y de desinformación electoral en particular, especialmente en redes sociales y aplicaciones de mensajería como Facebook, TikTok, WhatsApp y Telegram, investigar el origen del contenido falso y quién lo financia es una tarea importante y difícil.
Patricia Campos Mello, columnista del diario brasileño Folha de S. Paulo, y Craig Silverman, periodista de ProPublica, han investigado e informado ampliamente sobre la propagación de desinformación en estas plataformas especialmente durante procesos electorales.
En dos clases magistrales organizadas por el proyecto Desarmar la desinformación del ICFJ, Campos Mello y Silverman se basaron en sus experiencias para compartir consejos sobre cómo investigar los motores de la desinformación, incluyendo anuncios políticos en redes sociales y quién los financia, y el uso a gran escala de las aplicaciones de mensajería para difundir contenidos falsos o engañosos. A continuación, sus recomendaciones.
Únete a canales públicos de WhatsApp y Telegram
Campos Mello sugirió unirse a grupos públicos de WhatsApp y Telegram para investigar falsas narrativas. "Trata de detectar los temas que se discuten para entender de qué está hablando la gente". Para resguardar tu identidad y evitar convertirte en objetivo, intenta utilizar números de teléfono diferentes cuando te unas a estos grupos.
Tanto WhatsApp como Telegram ofrecen también canales de transmisión unidireccionales. Esta función, advirtió Campos Mello, puede utilizarse para difundir desinformación a un gran número de personas. Unirse a los canales pertinentes debe ser parte de los esfuerzos del periodismo para rastrear contenidos falsos, dijo.
Durante las elecciones brasileñas de 2018, grandes cantidades de desinformación y propaganda política se difundieron a una velocidad asombrosa. Antes de las elecciones de 2022, el expresidente Jair Bolsonaro afirmó —sin pruebas— que las máquinas de votación estaban manipuladas. Estas afirmaciones llegaron a los partidarios de Bolsonaro a través de las redes, WhatsApp y Telegram, contó Campos Mello.
Investiga las bibliotecas de anuncios
Meta, TikTok y Google cuentan con repositorios de anuncios activos y pasados Los periodistas pueden utilizar estas bibliotecas para investigar quién financia los anuncios que aparecen en las plataformas.
La biblioteca de Meta archiva anuncios sobre temas sociales, elecciones y política durante siete años. Los usuarios que desean anunciar en la plataforma deben registrarse, confirmar su identidad y demostrar que tienen su sede en el país en el que quieren anunciar, entre otros. Meta no archiva los anuncios no políticos, por lo que estos solo son visibles cuando están activos.
Si un anunciante no registrado publica anuncios políticos o de temas sociales, Meta podría marcarlos y archivarlos, siempre y cuando no los pase por alto. "Los anuncios que no se hayan registrado como anuncios políticos o de temas sociales, o aquellos que hayan sido pasados por alto por Meta, desaparecen tan pronto como termina la campaña", advirtió Silverman.
La biblioteca de anuncios de TikTok tiene varias de las mismas características que la de Meta, salvo que archiva todos los anuncios durante un año después de que hayan sido vistos por última vez por cualquier usuario. La plataforma prohíbe los anuncios políticos y electorales. Sin embargo, al igual que Meta, no siempre detecta estos anuncios, por lo que es importante revisar regularmente la biblioteca en busca de anuncios que se ajusten a esta descripción.
TikTok también tiene un Creative Center, que muestra lo que es tendencia en la plataforma. "Puede ser otra manera de detectar anuncios que quizá no se te hubiera ocurrido buscar o encontrar", afirmó Silverman.
Los usuarios de Facebook y TikTok también pueden hacer búsquedas por palabras clave. "Si quieres encontrar un anuncio que contenga la frase 'elección robada', por ejemplo, puedes hacerlo en la Biblioteca de Anuncios de Meta y ver si alguien financió un anuncio así", sugirió Silverman.
Google también permite la publicación anuncios políticos y electorales. Sin embargo, la biblioteca de Google es más limitada que la de Meta y TikTok. La limitación más significativa, de acuerdo con Silverman, es la incapacidad de hacer búsquedas por palabras clave: los usuarios pueden buscar por anunciante o nombre de sitio web, pero no por una cita o frase.
Las tres bibliotecas tienen funciones de filtrado que permiten pesquisas por país, categoría de anuncios (vivienda, empleo, elecciones o política), y más.
Silverman sugiere hacer una lista de candidatos políticos, grupos políticamente activos y palabras clave que puedas querer investigar. Monitorea las bibliotecas regularmente, especialmente durante la temporada electoral. "Los anuncios aparecerán y desaparecerán; no todos se archivan y permanecen allí para siempre", dijo Silverman.
Entra a sitios de noticias basura
Para Campos Mello, los sitios de noticias basura, aquellos que alojan contenidos ideológicamente extremos, hiperpartidistas o que están repletos de propaganda, suelen financiarse con anuncios de Google o Taboola. En Brasil, este tipo de sitios se utilizaron para difundir desinformación electoral.
Los periodistas pueden rastrear estos sitios y estar atentos a la información falsa que estén publicando.
Consulta las pautas de redes según país
Los países tienen diferentes regulaciones en torno a la publicidad política que pueden incluir, por ejemplo, reglas sobre cuándo o hasta cuándo puede hacerse campaña electoral. Las empresas tecnológicas también tienen sus propias pautas y suelen fijarse en la naturaleza del contenido de los anuncios. Por ejemplo, Meta exige a los anunciantes que revelen si usan inteligencia artificial y bloquea nuevos anuncios políticos, electorales y de temas sociales durante la semana previa a las elecciones en Estados Unidos.
Meta también prohíbe cualquier anuncio que incite a la violencia o afirme que hubo fraude. "Sin embargo, con la biblioteca de anuncios pudimos comprobar que no solo no se estaba aplicando correctamente la política de moderación, sino que se estaban monetizando anuncios que incitaban a la violencia", dijo Campos Mello refiriéndose a la actividad en la plataforma durante las elecciones brasileñas de 2022.
Los periodistas deben vigilar si las empresas tecnológicas aplican sus propias políticas de moderación, aconsejó la periodista.
Colabora y sigue el dinero
La colaboración puede acelerar las investigaciones, señaló Campos Mello: "A veces, como periodista, no tienes suficiente poder para procesar toda esa información. Cuando te asocias con una universidad o un think tank, combinas esfuerzos".
A principios de este año, el 8 de enero, partidarios del expresidente Jair Bolsonaro, irrumpieron en el Congreso de Brasil tras su derrota electoral. Pronto se supo las apps de mensajería habían vehiculizado mensajes instando a los ciudadanos a ir a Brasilia para llevar a cabo el asalto. Campos Mello utilizó monitores de WhatsApp y Telegram desarrollados por la Universidad de Minas Gerais para rastrear la recaudación de fondos las transacciones financieras y los actores relacionados. Los periodistas pueden replicar esfuerzos como este al investigar las narrativas de desinformación en torno a las elecciones en sus propios países y en todo el mundo.
Desarmar la desinformación es un programa dirigido por el Centro Internacional para Periodistas (ICFJ) con financiación de la Fundación Scripps Howard, organización afiliada al Fondo Scripps Howard, que apoya los esfuerzos benéficos de The E.W. Scripps Company. El proyecto, de tres años de duración, capacitará a periodistas y estudiantes de periodismo para luchar contra la desinformación.
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