Aprendiendo el rol del periodista en la era de la desinformación

por Korey Matthews
May 7, 2019 en Lucha contra la desinformación
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Los desafíos actuales que plantea la desinformación en los medios de comunicación se han convertido en una preocupación primordial tanto para lectores como para periodistas, pero muchas personas aún no los comprenden. Cada vez surgen más organizaciones y capacitaciones en un esfuerzo por ayudar a los profesionales de los medios de todos los niveles a entender mejor el fenómeno, su historia y los mecanismos para combatirlo.

En mayo de 2018, viajé con periodistas de los Estados Unidos y Alemania a Washington DC, Charlottesville, Virginia y Nueva York como parte de la beca Periodismo en la era de la desinformación, organizada por Cultural Vistas. Visitamos diferentes redacciones, incluyendo el New York Times y Associated Press (AP), y hablamos con expertos en medios de comunicación sobre cómo los periodistas pueden producir historias veraces e impactantes para combatir las mentiras y la desinformación que están saturando a la sociedad, y cómo tales esfuerzos diligentes han funcionado en el pasado.

Según la historiadora y autora Cindy Gueli, quien nos habló en la oficina de Cultural Vistas en Washington DC, los problemas que hoy atraviesa el periodismo no son nada nuevos. Uno de los ejemplos más efectivos de desinformación política provino de Napoleón III.

"Los boletines que emitía directamente al público contenían afirmaciones grandiosas y a menudo falsas que promocionaban sus éxitos profesionales y su superioridad personal", dijo Gueli a IJNet.

Gueli señaló que en ese entonces fueron muchos los que creyeron en esa información porque reforzaba lo que ya asumían como cierto, algo que se ha demostrado en varios estudios modernos del fenómeno.

"Aunque muchos cuestionaban la veracidad de las afirmaciones de Napoleón, solían estar dispuestos a pasarlas por alto porque se alineaban con sus expectativas o promovían sus propios intereses", explicó Gueli.

Los periodistas que buscan luchar contra la desinformación actual no necesitan retroceder hasta Napoleón; pueden ver un ejemplo más reciente para orientarse. Durante el escándalo de Watergate bajo la presidencia de Richard Nixon, los periodistas apelaron a los hechos y al cuestionamiento del poder a fin de revelar la verdad.

"Las técnicas sólidas de investigación y el valiente desafío a la autoridad que hizo que la prensa fuese tan importante a la hora de revelar la red de mentiras y encubrimientos de la administración Nixon siguen siendo la mejor defensa de los periodistas", dijo Gueli.

En Estados Unidos, numerosos medios están tomando medidas para combatir la actual crisis de información a nivel organizativo. AP, por ejemplo, coloca a sus reporteros y editores en distintos lugares del mundo para producir contenido original. Esto les permite confiar en sus propios contenidos, en lugar de recibirlos de medios externos. Actualmente AP opera en 263 ubicaciones en Estados Unidos, y más de la mitad de la población mundial ve su contenido diariamente, según su sitio web. AP también se esfuerza por corregir los errores de manera rápida y eficiente, y publica correcciones en Internet y las redes sociales en un esfuerzo para mostrar transparencia.

Si bien defender estos principios básicos del periodismo es fundamental en la lucha contra la desinformación, se trata de un esfuerzo que depende únicamente de los medios de comunicación. Varias organizaciones, sin embargo, no creen que el buen periodismo sea suficiente, y están enseñando a las audiencias a consumir noticias de manera adecuada. NewseumED es una de ellas, ofreciendo planes de alfabetización mediática para que los educadores los utilicen en el aula. Otra es MediaSmarts de Canadá, que desarrolla campañas de concientización pública, como la "Semana de la alfabetización mediática", para promover la importancia de conocer el funcionamiento de los medios.

La National Association for Media Literacy Education (NAMLE) define alfabetización mediática como "la capacidad de acceder, analizar, evaluar, crear y actuar utilizando todas las formas de comunicación". De acuerdo con la Directora Ejecutiva de NAMLE, Michelle Ciulla Lipkin -otra oradora de nuestra beca-, se deben tener en cuenta distintas formas de medios para poder evaluarlos.

"Ya no es suficiente hablar solo de alfabetización mediática tradicional, como los medios impresos, escribir y consumir textos", dijo Lipkin en una entrevista con PBS NewsHour. "Esa es sin duda la base, pero necesitamos ir más allá y asegurarnos de integrar todos los tipos de medios en nuestros esfuerzos de alfabetización".

A través de programas como la beca Periodismo en la era de la desinformación, los periodistas aprenden a combatir contenidos falsos o engañosos al tiempo que construyen una red de colegas en todo el mundo que lidian con problemas similares. La beca TruthBuzz del ICFJ y las becas de periodismo John S. Knight en Stanford son otros programas que permiten a los profesionales de los medios aprender y descubrir formas de luchar contra la desinformación.


La imagen "New Set" de queenkv tiene licencia CC BY-NC-SA 2.0.