Un sistema analógico de organización personal en plena era digital, conocido como el método Bullet Journal, puede resultar muy útil para planificar mejor el trabajo periodístico, al igual que otras actividades, tanto en lo profesional como en lo personal.
Es lo que explicó la experta colombiana Sara Trejos, directora y fundadora de Sillón Estudios, quien dictó el taller “Técnicas para organizar tus metas en 2022”, organizado por el Foro Pamela Howard sobre Cobertura de Crisis Mundiales de ICFJ e IJNet.
Trejos aseguró que el método Bullet Journal, desarrollado por el diseñador digital neoyorkino Ryder Carroll, ha dado un vuelco muy positivo a su vida, como a la de muchas otras personas que han adoptado este sistema práctico y creativo de organizar el día a día, hacer seguimiento de las tareas pendientes, tomar notas, planificar actividades y metas, permitiendo esencialmente examinar el pasado, organizar el presente y diseñar el futuro.
“En principio solo necesitamos un cuaderno con páginas en blanco, preferentemente de hojas punteadas y un buen bolígrafo. Luego, en la medida en que nos vayamos familiarizando con el método, iremos incorporando lápices o marcadores de colores, cintas decorativas, stickers, entre otros elementos”, explicó.
A diferencia de las libretas de agendas comerciales, que tienen sus espacios medidos y programados, el método Bullet Journal es adaptado y formateado por cada usuario, de acuerdo a su propia personalidad y sus necesidades.
En el cuaderno se deben crear registros anuales, mensuales y diarios, anotando lo que tengamos que hacer cada día, explicó Trejos. Existen dos grandes tipos de registros: logs (mega registros) y rapidlogs (micro registros).
“Es fundamental enumerar las páginas. Se deben dejar las dos o tres primeras páginas del cuaderno para un índice. Es la clave para poder seguir un orden en todo. El índice es el archivo. Son los títulos que uno escribe y se va completando conforme se avanza”, indicó Trejos.
En la página siguiente se hace una lista de las categorías, en donde se pueden seguir las que aconseja el creador del método o diseñar otras propias. “Las categorías son fundamentales. Sirven para saber cómo se están tomando los apuntes. Hay que ponerles un ícono que las represente. Por ejemplo: tarea pendiente (un punto); tarea en proceso (la mitad de una equis); tarea terminada (una equis); tarea cancelada (una raya como tachadura); tarea migrada al futuro (una flecha); tarea destacada; anotación, etc. Cada uno va agregando la categoría que precisa y crea sus propios íconos, los que le resulten más agradables y reconocibles”, dijo Trejos.
En las páginas siguientes corresponde diseñar el semestre o el año como una especie de calendario personal, apuntando las tareas y metas que se busca alcanzar o realizar. “Este registro debe ser conciso. Hay que anotar unas tres o cuatro ideas claves de cada mes. Se deben gastar como dos páginas en diseñar nuestro futuro. Son los sueños. Son las metas. También son las certezas, como los cumpleaños y los eventos. Debe ser como una foto de tu año, la lista de tu futuro”, destacó Trejo.
Al programar las páginas cada día, la experta aconsejó cumplir una especie de ritual cada mañana, sentarse con el cuaderno en un sitio agradable, con una bebida caliente, lejos del televisor y de los ruidos molestos, escribir la fecha del día como un título y pensar en lo que va a escribir: “¿Cómo haré que este día sea memorable? ¿Qué datos debo dejar registrados (para que mi yo del futuro me agradezca)? ¿Qué futuro quiero? ¿Por qué?”.
Otro de los procesos importantes consiste en revisar las tareas que estaban anotadas, pero que no se pudieron cumplir. En ese caso, el paso recomendado es hacer una migración, trasladar esa tarea hacia adelante, para llevarla a cabo en otro momento. “También es importante evaluar si esa tarea aun es necesaria realizarla. Si concluimos que ya no tiene sentido, la debemos cancelar. Es como un proceso de sacarnos de encima algo que nos estaba agobiando y el método nos ayuda precisamente a liberarnos de algunas cargas que parecen pesadas, nos permite establecer prioridades, administrar mejor nuestro tiempo”, refirió.
“Este método nos cambia la vida, permite que nos organicemos mejor no solo en lo profesional y cumplir mejor nuestro trabajo, en este caso de quienes somos periodistas, sino también nos ayuda mucho en el plano personal, ya que entre nuestras metas para el 2022 no solamente está hacer un gran reportaje pendiente, sino también encontrarnos a tomar un café con una amiga a quien hace mucho no veíamos, pasar más tiempo con los seres queridos, planificar una beca o un viaje o dedicarnos a encontrar una mejor calidad de vida. Nos ayuda a ser más productivos y a tomar mejores decisiones, no solo en lo periodístico, sino que tiene en cuenta al ser humano en forma integral”, concluyó Trejo.
Puedes ver el taller completo aquí:
Imagen de Renáta-Adrienn en Unsplash.
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