Violencia contra periodistas: el papel de los medios en las violaciones a la libertad de prensa

por Carolina Morais Araujo
Oct 30, 2018 en Miscellaneous

El aumento de la violencia contra los periodistas en todo el mundo es preocupante. En lo que va del año han sido asesinados 33 periodistas por razones directamente relacionadas con su trabajo, según informa el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ, por su sigla en inglés).

La impunidad ha sido la regla después de la mayoría de estos asesinatos: el CPJ dice que el 90% de los 370 asesinatos de periodistas en los últimos 10 años no resultó en una condena. Si bien organizaciones internacionales y no gubernamentales consideran nuevos enfoques para combatir el problema, rara vez se discute el papel de los medios de comunicación en este proceso.

Es posible, sin embargo, que los periodistas tengan un papel que desempeñar en su propia protección. Al cubrir violaciones a la libertad de prensa y casos de violencia contra periodistas, los medios pueden crear conciencia, hacer que las condiciones de trabajo sean más seguras y presionar a los gobiernos para que actúen.

Como parte de su labor en la promoción de la libertad y la seguridad de prensa, el Programa de Periodismo Independiente de la Fundación Open Society encargó una investigación a un grupo de cuatro estudiantes de la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Columbia (SIPA, por su sigla en inglés), con el objetivo de analizar la cobertura periodística de la seguridad de los periodistas en cinco regiones diferentes.

El estudio fue realizado por mí, por Xin Yi Cheow (Singapur), por Angela LaSalle (Estados Unidos) y por Natalie Felsen (Estados Unidos), bajo la supervisión de la profesora Anya Schiffrin, como parte de su curso "Medios globales: innovación y desarrollo económico". Analizamos la cobertura de la prensa de los últimos asesinatos de periodistas en Brasil y Nigeria, así como los casos de intimidación y hostigamiento contra periodistas en Hong Kong, Malasia y Sudáfrica.

Investigación, fase uno

Nuestra investigación se dividió en dos fases. Primero analizamos el contenido de los principales periódicos de los países elegidos. En esta primera fase del proyecto codificamos diarios impresos y online: 228 artículos de tres periódicos brasileños; 75 artículos de cinco diarios de Malasia; 50 artículos de dos periódicos de Hong Kong; 27 artículos de dos periódicos de Sudáfrica y 51 artículos de 17 diarios de Nigeria.

Debido a que la Universidad de Columbia tiene acceso limitado a periódicos impresos internacionales, encontramos los artículos a través de la web, de búsquedas de los archivos de cada diario y de bases de datos online de la Universidad de Columbia. Las reimpresiones de los artículos no fueron codificadas; solo se incluyeron las coberturas originales.

Los artículos se codificaron posteriormente utilizando categorías cuantitativas tales como el recuento de palabras, las menciones en tapa y el número de fuentes; y etiquetas cualitativas como las palabras frecuentes y los tipos de artículos y de fuentes. Utilizamos Excel para realizar un seguimiento de nuestra codificación y registrar el análisis de los contenidos.

Con el fin de visualizar patrones, elegimos Infogr.am para crear gráficos. Nos pareció fácil de usar. Le permite a los usuarios elegir plantillas ya hechas y 16 tipos de gráficos, además de la posibilidad de crear sus propios diseños. Los gráficos nos ayudaron a encontrar tendencias en la cobertura que estábamos analizando. Llegamos a la conclusión de que, en general, la cobertura no ha seguido las mejores prácticas periodísticas. Algunas de las deficiencias que encontramos incluyeron el bajo número de fuentes, la falta de esfuerzo de investigación y la poca experiencia de los periodistas que cubrieron los recientes casos de violaciones a la libertad de prensa. A continuación mostramos algunos gráficos de Infogr.am de nuestro análisis.

Comparación entre la cobertura de la detención de periodistas (medios) y de otros profesionales (como abogados y políticos), a instancias de la Ley de Sedición en Malasia.

Número de fuentes utilizadas en los artículos sobre el asesinato de un videoperiodista en Brasil en 2014, en los tres diarios de mayor tiraje de ese país.

Investigación, fase dos

Más que visualizar datos, nos dimos cuenta de que era esencial comprender el sentido detrás de esos gráficos. Así que en la segunda fase entrevistamos a reporteros, editores y otros profesionales de los medios acerca de la cobertura y les pedimos su opinión sobre las mejores prácticas a la hora de informar y respecto a la violencia contra periodistas. Algunos de los entrevistados fueron periodistas que cubrieron los casos estudiados, mientras que otros estaban más familiarizados con el entorno de los medios locales.

En total, entrevistamos 14 profesionales de los medios: cinco de Brasil, tres de Malasia, dos de Hong Kong y cuatro de Nigeria. Las entrevistas se llevaron a cabo a través de reuniones cara a cara, por Skype, por teléfono, por correo electrónico o por mensajería instantánea. Las preguntas variaron según el caso, pero la mayoría se centraron en qué hace que la historia de un reportero amenazado tenga más interés periodístico, y en sugerencias sobre cómo mejorar la situación de la libertad de prensa y la seguridad de los entornos de trabajo de los periodistas.

Hablar con la gente "del lugar de los hechos" nos ayudó a profundizar nuestro conocimiento acerca del contexto de la cobertura y las particularidades de los medios de comunicación locales en los países que investigamos. Escuchando diferentes perspectivas, revisamos supuestos y entendimos las múltiples variables que influyen en la extensión de la cobertura y las respuestas de los diferentes grupos de interés.

Por último, las entrevistas nos mostraron que, dadas las diferentes condiciones de las prácticas de seguridad y de comunicación en cada país, debemos ser muy cautelosos a la hora de hacer análisis de tendencias comparativas entre países.

Después de analizar cientos de historias, encontramos que en general había poca cobertura de los recientes incidentes de hostigamiento y asesinato de periodistas. En Malasia, por ejemplo, encontramos que los medios de comunicación dieron más espacio a los casos de abogados y políticos que fueron arrestados bajo la Ley de Sedición que a los periodistas apresados por esa norma.

Hubo excepciones, sin embargo. En Brasil, el asesinato en 2014 del videoperiodista Santiago Andrade mientras filmaba una manifestación en la calle en Río de Janeiro provocó un debate nacional en los medios de comunicación sobre la seguridad en el periodismo. En Nigeria, el caso que recibió la mayor cobertura fue la muerte de Enenche Akogwu, camarógrafo asesinado en 2012, en el cumplimiento de su deber al informar sobre uno de los mayores ataques de Boko Haram.

Llegamos a la conclusión de que existió más cobertura cuando hubo imágenes disponibles de los asesinatos o cuando el periodista asesinado estaba cubriendo un evento importante o trabajaba para un medio conocido.

Incluso en los episodios más publicitados, los medios nacionales con frecuencia no hicieron el seguimiento de la investigación policial y del proceso judicial después de los asesinatos o episodios de intimidación. Esto contribuye a la impunidad y vulnerabilidad de los periodistas. Al informar sobre las amenazas y la violencia contra ellos y sus compañeros, los periodistas y los medios de comunicación pueden desempeñar un papel más activo en la mejora de sus propias condiciones de seguridad y trabajo.

Carolina Morais Araujo, de 30 años, es una periodista brasileña y máster en Asuntos Internacionales de la Escuela de Asuntos Internacionales y Públicos de la Universidad de Columbia (SIPA).

Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía yanrf.