Mientras el COVID-19 se extendía por el mundo, el periodismo de datos jugó un papel fundamental al brindar información confiable sobre el inicio y la ferocidad de la pandemia.
Los mapas interactivos rastrearon el virus a través de ciudades y barrios. Los gráficos ilustraron de qué manera el virus invade y devasta el cuerpo. Los gráficos de fiebre marcaron casos y muertes. El periodismo de datos se convirtió en la mejor expresión del periodismo de servicio público.
Pero, ¿qué mostraron los datos acerca de las comunidades marginadas?
“Dar voz a los que no la tienen es más importante que nunca”, dice Martha Mendoza de Associated Press, dos veces ganadora del Premio Pulitzer. "Los inmigrantes, las personas sin hogar, los presos y los pobres deben ser parte de la cobertura del nuevo coronavirus".
En mayo, un artículo del New York Times advirtió que el virus estaba empeorando la desigualdad social y económica, e impactando de manera más agresiva en las comunidades marginadas. Los siguientes ejemplos muestran de qué forma los datos han ayudado a contar la historia de las poblaciones vulnerables durante la pandemia.
Dar vida a los números
Un equipo de periodistas de ProPublica quería conocer a las personas detrás de los números y estudiar las implicaciones para las comunidades minoritarias de la ciudad de Chicago. Después de conseguir por fuentes oficiales los nombres de las primeras 100 muertes relacionadas con el COVID-19, recurrieron a búsquedas en Nexis, redes sociales, obituarios, funerarias, familiares y amigos para construir una base de datos.
Operando en cinco ciudades de todo el país, mantuvieron reuniones a través de Zoom y utilizaron Google Docs para coordinar la investigación. Finalmente publicaron la pieza “COVID-19 Took Black Lives First. It Didn’t Have To. Los principales hallazgos del proyecto incluyeron:
- Un análisis de los datos forenses mostró que 70 de las 100 primeras víctimas registradas eran negras. Muchas vivían en vecindarios marginados, donde el ingreso promedio del 40% o más de los residentes es menor a US$25.000 al año.
- La mayoría de las primeras 100 víctimas ya tenían múltiples problemas de salud.
- Algunos vecindarios carecían de hospitales o atención médica con recursos suficientes.
- La pobreza y la falta de acceso a la atención médica fueron algunos de los factores que contribuyeron al aumento de las tasas de mortalidad.
En la fase dos de la investigación, los periodistas buscaron a personas cercanas a los fallecidos.
“Respecto del COVID-19 escuchamos mucho sobre números, estadísticas y comorbilidades. Pero tenemos que recordarnos a nosotros mismos que hay un ser humano detrás de cada número. Nosotros nos aseguramos de incluir esa humanidad en nuestros artículos”, dice Duaa Eldeib, miembro del staff de ProPublica.
De acuerdo con el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, casi el 23% de las muertes por COVID-19 reportadas en mayo en el país correspondían a afroamericanos, a pesar de que las personas negras representan aproximadamente el 13% de la población.
La interactividad permite explicar mejor
La avalancha de información sobre COVID-19 ha sido vertiginosa. Niko Kommenda, editor de proyectos visuales de The Guardian, recurre al periodismo interactivo para ayudar a darle sentido.
“Un buen periodismo de datos es clave para comprender de qué manera el virus y las medidas de confinamiento han afectado nuestras vidas, qué nuevas desigualdades han revelado y qué lecciones podemos aprender para el futuro”, dijo Kommenda.
Con herramientas interactivas, los lectores pueden encontrar sus áreas o grupos demográficos en grandes conjuntos de datos y localizar el impacto de la enfermedad. Estas herramientas también pueden ayudar a brindar perspectiva y contexto a datos complejos.
Por ejemplo, el equipo del proyecto de datos del The Guardian descubrió que los londinenses que viven en áreas empobrecidas tienen menos acceso a espacios verdes privados y eran los más afectados por el cierre de parques públicos. La colaboración entre los equipos del proyecto y las imágenes revelaron que las minorías étnicas del Reino Unido tienen un riesgo mucho mayor de morir a causa del COVID-19, lo que genera más preguntas sobre las disparidades en el acceso a la atención médica y las condiciones de trabajo seguras.
La recomendación de Kommenda a los periodistas de datos y visuales que cubren el virus: "Identifica historias en las que puedas dar un contexto adicional y amplificar voces que de otro modo no se escucharían", señala. "Es por eso que en The Guardian nos enfocamos en cubrir, entre otras cosas, el aspecto de la desigualdad social y las implicaciones ambientales de esta crisis".
Todos los temas convergen en la pandemia
Todos, desde editores deportivos hasta escritores de moda, se han convertido en parte del equipo que cubre el COVID-19. "Es un momento dorado para el periodismo de datos", afirma Steve Doig, especialista en datos y profesor de periodismo en la Universidad Estatal de Arizona. "Cada periodista especializado puede hacer una contribución".
Doig ofrece una lista de consejos para añadir el foco de la pandemia en cualquier especialización periodística.
- Toma tu especialidad y averigua de qué manera fue impactada por el COVID-19. ¿Qué tipo de historias se pueden producir?
- Investiga los efectos en las comunidades marginadas.
- Familiarízate con fuentes de datos como el Centro de recursos sobre el coronavirus de Johns Hopkins y los repositorios de datos del New York Times y el Washington Post.
- Busca a alguien que haga periodismo censal y haz preguntas. ¿En qué parte de la ciudad se desaloja a más personas? ¿Dónde están la mayoría de los casos? Census Reporter es un ejemplo de este tipo de fuentes.
Como parte de su beca Knight del Centro Internacional para Periodistas, Fabiola Torres fundó Salud Con Lupa, una plataforma digital que se centra en datos para cubrir la pandemia. Al cubrir la crisis sanitaria, ella aconseja a los periodistas partir de las siguientes preguntas:
- ¿Qué es lo más importante que necesito explicarle a mi audiencia sobre la pandemia?
- ¿Qué se ha puesto en juego con esta enfermedad?
- ¿Quiénes se están beneficiando de esta crisis global?
- ¿Cuáles son los efectos secundarios sociales y económicos?
- ¿El virus está generando aún más pobreza y desigualdad que antes?
“Siempre les digo a los periodistas que también tenemos que ofrecer esperanzas. Debemos mostrar los problemas que conlleva el virus, pero también que no es el fin del mundo. La audiencia se pone ansiosa y puede desesperarse si solo recibe malas noticias todos los días”, observa Torres. "Tenemos que encontrar un equilibrio y buscar soluciones".
Este artículo es una adaptación de una historia publicada originalmente en DataJournalism.com. Se publica en IJNet con permiso.
Sherry Ricchiardi, Ph.D. es coautora de la guía de cobertura de desastres y crisis de ICFJ y capacitadora en medios. Ha trabajado con periodistas de todo el mundo en cobertura de conflictos, traumas y cuestiones de seguridad.
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