Asesinar a periodistas puede ser arriesgado; puede llamar demasiado la atención.
Utilizar la ley para hacerlos desaparecer y paralizar su trabajo, no tanto.
En la actualidad, y cada vez más, autócratas como Alejandro Giammattei de Guatemala aprovechan tácticas legales para reprimir a los medios independientes. Esto les proporciona una "cobertura" que otras medidas de línea dura podrían no ofrecer.
El caso de José Rubén Zamora en Guatemala es emblemático de este tipo de represión contra periodistas y redacciones que está arraigándose en todo el mundo. Detenido en julio de 2022 bajo cargos falsos, Zamora ha pasado el último año entre rejas en un esfuerzo de las autoridades guatemaltecas por reprimir su labor informativa.
"El gobierno lo ha mantenido como rehén durante 365 días", dijo el hijo de Zamora, José Zamora, en una conferencia de prensa celebrada el miércoles 26 de julio por el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) para conmemorar el aniversario del arresto.
Tras meses de prisión preventiva y un juicio en el que sus abogados fueron perseguidos, José Rubén Zamora fue declarado culpable y condenado en junio de 2023 a seis años de prisión por blanqueo de dinero. Su medio, elPeriódico, se vio obligado a cerrar en mayo debido a las presiones financieras y legales ejercidas por el gobierno.
"Lo tienen injustamente encerrado por cargos espurios, y lo sometieron a enfrentar un procedimiento que es una absoluta violación del debido proceso, y tiene que terminar", dijo su hijo, que es el jefe de comunicación e impacto de Exile Content Studio.
Junto a él en el panel del miércoles se encontraban la periodista guatemalteca exiliada Bertha Michelle Mendoza y Carlos Martínez de la Serna, director de programas del CPJ. Sara Fischer, reportera de Axios, moderó el debate.
Guatemala es la única democracia de América Latina con un periodista encarcelado, enfatizó Zamora. Bajo el gobierno de Giammattei se han registrado más de 750 agresiones a periodistas. Al menos veinte han huido del país.
"[Giammattei] tiene poder sobre todas las instituciones", advirtió Mendoza. "Tiene los tribunales —la Corte Suprema, la Corte de Constitucionalidad, el Tribunal Supremo Electoral, la Fiscalía General— que utiliza para perseguir y encarcelar injustamente no solo a periodistas, sino también a operadores judiciales, activistas, defensores de los derechos humanos, incluso politólogos, que dicen cosas que van en contra de la narrativa que él quiere imponer".
Debido a su trabajo periodístico, Mendoza se convirtió en blanco frecuente de acoso, tanto en línea como en persona. Se exilió en Estados Unidos tras investigar a Giammattei por presuntos sobornos de contratistas del Estado, lo que dio lugar a artículos publicados por CNN en Español y El Faro en febrero de 2022. Se fue del país, explicó, después de que José Rubén Zamora le alertara de que el fiscal general parecía tener intención de detenerla.
"El país atraviesa actualmente una crisis histórica gracias a la dictadura de Alejandro Giammettei, que ha obligado a huir a decenas de periodistas, operadores de justicia y defensores de los derechos humanos", dijo. "Otros permanecen en el país bajo la terrible amenaza de ser perseguidos por simplemente decir la verdad".
Es imperativa una respuesta más firme y coherente de la comunidad internacional a la represión del gobierno de Giammattei contra los periodistas, instaron los panelistas.
Martínez de la Serna dijo que la administración Trump, en particular, alentó ataques contra la prensa y debilitó a los medios de comunicación en todo el mundo. "Debemos preguntarnos si esto estaría pasando si los gobiernos [...] hubieran sido consistentes en la defensa de la libertad de prensa".
La respuesta del año pasado a la detención de Zamora fue demasiado lenta, advirtió también. Hay que dejar claro que la situación actual es inaceptable.
"Toda la situación de la libertad de prensa en Centroamérica está en juego", dijo Martínez de la Serna. "En Guatemala, en Honduras, en El Salvador. Incluso en Costa Rica hay indicios preocupantes, aunque la situación es diferente. Exigir la liberación, la justicia debida en el caso de Rubén Zamora, es un mensaje esencial para el futuro de la región".
Zamora se hizo eco de estas preocupaciones, describiendo la situación como un "efecto dominó".
"Lo estamos viendo en todo el mundo, desde Rusia hasta Filipinas, pasando por Venezuela, Nicaragua, El Salvador, México y Guatemala", afirmó.
Las inminentes elecciones del mes que viene ofrecen algunos motivos para el optimismo, aunque siguen rodeadas de incertidumbre. En un resultado inesperado, el candidato anticorrupción Bernardo Arévalo, del Partido Semilla, pasó a una segunda vuelta el 20 de agosto, contra la exprimera dama de derechas, Sandra Torres, del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE). Los intentos de rechazar los resultados de la primera vuelta electoral fueron condenados por organismos de control independientes y provocaron protestas en todo el país.
"Hoy hay un rayo de esperanza y también hay un despertar en el pueblo guatemalteco precisamente porque este pequeño grupo de funcionarios corruptos hizo más visible al candidato de Semilla", dijo Mendoza. "Bernardo Arévalo tiene una plataforma anticorrupción, y si esta plataforma gana definitivamente habrá un cambio".
Mientras tanto, los periodistas deben continuar con su trabajo, subrayó Zamora: "Asegúrense de que estas historias no se detengan, y que estos regímenes represivos sepan que el mundo está observando".
José Zamora es miembro de la junta directiva del Centro Internacional para Periodistas (ICFJ).
Foto de Shalom de León en Unsplash.