Si las Big Tech pagan finalmente por contenido, ¿los medios locales sufrirán?

por Amy Binns
Mar 1, 2021 en Noticias locales
A disorderly stack of newspapers

Que Internet casi haya destruido el modelo de negocio que siempre sostuvo al periodismo no es novedad. Pero lo que sí ha sido noticia en todo el mundo es que el gobierno australiano ha intentado hacer algo al respecto.

En ese país se ha aprobado una nueva ley que obliga a organizaciones como Facebook y Google, que ganan muchísimo dinero llevando noticias hacia sus plataformas, a compartir sus ingresos publicitarios con medios de comunicación.

En respuesta, Facebook optó por una reacción violenta bloqueando temporalmente todos los sitios de noticias para los usuarios de Australia. Mientras tanto, Google tomó el camino opuesto al firmar acuerdos anticipados con los principales medios del país. Facebook también se ha comprometido a llegar a acuerdos con las principales empresas de noticias de Australia a cambio de permitir que sus usuarios publiquen su contenido en sus páginas.

Pero si el propósito de la nueva ley es ser útil a la democracia apoyando el periodismo de interés público, ¿qué tan bien funcionará?

El traslado masivo de ingresos de los medios que emplean a periodistas profesionales hacia plataformas de contenido que no producen historias originales es un gran problema internacional. Las redes sociales no solo reducen los ingresos del periodismo profesional, sino que también permiten la difusión de noticias falsas que rápidamente llenan el vacío dejado atrás. Se trata de un problema que ha quedado oculto por muchos otros problemas de las redes sociales: acoso, uso por parte de grupos delictivos y contenido perturbador, explotador, violento y pornográfico. Pero la forma en que se desglosan los ingresos publicitarios tiene implicaciones mucho más profundas.

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El gasto en publicidad digital aumenta continuamente, pero aproximadamente el 40% va a Google, con Facebook en segundo lugar recabando aproximadamente el 22%. Mientras tanto, los periódicos locales han visto cómo la publicidad que antes era suya desaparecer. En cuanto a los anuncios de empleo, que significaron muy buenos ingresos para los periódicos locales y nacionales, han migrado principalmente a sitios de carga de CV, como LinkedIn.

Para mantener la visibilidad en el nuevo mundo digital, los medios de comunicación necesitan tener presente en las redes sociales, lo que simplemente significa más ojos para los likes de Facebook y Twitter. Privadas de ingresos publicitarios, las redacciones tradicionales se encuentran en un declive aparentemente imparable en todo el mundo. En el Reino Unido, se han cerrado 265 redacciones locales desde 2005, y el COVID-19 fue el último clavo en el ataúd para algunos.

La iniciativa australiana intenta mitigar el hecho de que los gigantes tecnológicos desvíen todos los ingresos digitales, pero una crítica importante y válida es que el acuerdo parece estar inclinado en favor de los grandes medios de comunicación. Los fondos también deben estar disponibles para apoyar a los medios más pequeños, locales e independientes. El desequilibrio ya es visible.

Google se adelantó a la nueva ley al llegar a acuerdos para pagar a siete medios australianos, incluido el considerable imperio de periódicos y televisión de Rupert Murdoch. Pero preocupa que sea poco probable que los medios locales, que ofrecen la mayoría de las noticias de servicio público, se beneficien sin la influencia masiva de los nacionales.

Google también acordó pagar por el uso de fragmentos de noticias en los resultados de búsqueda de Google News de algunos medios de Francia, pero hasta ahora solo a un puñado de importantes organizaciones nacionales, así como a la agencia de noticias internacional Reuters. Nuevamente, el acuerdo parece estar destinado a beneficiar más a los jugadores más importantes, ya que uno de los criterios es el tráfico mensual. La rival francesa de Reuters, AFP, ya se ha quejado.

Apagón de noticias locales

¿Por qué esto importa? Investigaciones han demostrado vínculos claros entre la pérdida del periodismo, especialmente a nivel local, y la pérdida de la participación pública y la confianza en la democracia. El papel cívico de la prensa local eleva los estándares del periodismo de muchas otras formas inesperadas.

En Estados Unidos, los congresistas de áreas no cubiertas por un periódico local hacen menos para representar a sus comunidades: es menos probable que se rebelen a líneas partidarias, y hagan menos trabajo con su electorado, mientras que sus áreas obtienen menos financiación federal. Donde las redacciones locales han tenido recortes severos de staff, también hay menos competencia en las elecciones por la intendencia.

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En Noruega y Japón los ayuntamientos en áreas con alta circulación de prensa local son más eficientes. El declive de los periódicos locales y la reducción de la cobertura de la política local incluso se encuentran detrás de la polarización política, especialmente en las zonas más pobres.

Y no se trata solo de política. El Index on Censorship ha descripto los problemas de las redacciones locales achicadas que intentan informar con precisión, mientras que los organismos públicos, incluidos los fideicomisos de salud y educación, emplean equipos de marketing altamente remunerados para proteger su imagen; y los grupos de redes sociales locales comparten información que a menudo resulta ser falsa.

 

A newsagent surrounded by magazines and local papers.
Las noticias locales son un elemento vital de sus comunidades. Anton Havelaar a través de Shutterstock.

 

Menos periodistas locales significan menos cobertura de casos judiciales e investigaciones. En mi propia investigación sobre la cobertura de los tribunales forenses, encontramos evidencia de "desiertos de noticias": áreas donde no se hacen investigaciones debido a recortes de personal e información irregular de los tribunales. Los editores me dijeron que era cada vez más difícil contactar a la policía directamente, ya que los contactos se canalizaban a través de las “salas de redacción” de la policía –antes oficinas de prensa–, que ahora tienen como objetivo priorizar buenas noticias sobre los éxitos de la policía.

Esta situación tiene graves consecuencias. La importancia de informar sobre las investigaciones públicas ha sido destacada por el trabajo de George Julian, quien tuitea en vivo las investigaciones de personas con dificultades de aprendizaje y autismo. Por lo general, mueren dos décadas antes que las personas sin estas necesidades especiales, a menudo debido a una atención mal administrada que solo surge a la luz pública durante el proceso de investigación. Pero si no hay nadie investigando, hay poca presión pública para el cambio.

El periodismo local también cuesta dinero

La decisión del gobierno australiano es un paso en la dirección correcta, pero existe el riesgo de que el sistema de negociación permita que los grandes jugadores se apropien de los ingresos recién liberados, dejando al periodismo local y profesional de alta calidad sin recursos de nuevo.

Y, en realidad, esto no beneficia a nadie. Los medios nacionales se han apoyado durante mucho tiempo en la prensa local como un ejército de reporteros de base. Muchas grandes coberturas nacionales comenzaron en la portada de un periódico local, y muchos grandes periodistas comenzaron en la prensa local. En realidad, su propio interés debería dictar que utilicen su poder para ayudar a sus colegas más pequeños, pero parece probable que, sin una supervisión entusiasta por parte del organismo de revisión dentro de un año, el cortoplacismo hará que sigan quedándose con las mayores porciones del pastel.


Este artículo fue publicado en The Conversation bajo licencia Creative Commons. Lee el artículo original.

Amy Binns es profesora titular de Periodismo y Comunicación Digital en la Universidad de Central Lancashire.

Imagen con licencia Creative Commons en Unsplash, vía Wherda Arsianto.