“Oye, hay una tema, pero dime si te interesa de verdad”, me escribió por Whatsapp el director del podcast La Encerrona, el periodista peruano que radica en España Marco Sifuentes, la mañana del último 14 de febrero. “El Rolex de Dina”, agregó. Sifuentes me pedía que, en los siguientes días, me enfoque en investigar el presunto uso de relojes de lujo, entre ellos uno de la marca Rolex, por la presidenta de Perú Dina Boluarte.
Unos meses después de dicha conversación, el Perú es noticia en la prensa de todo el mundo, desde el New York Times en los Estados Unidos hasta en medios de Corea del Sur. La noticia es una: la presidenta de Perú Dina Boluarte es investigada por presunto enriquecimiento ilícito y soborno, luego de que un medio de comunicación local alertó sobre el uso de relojes Rolex por la mandataria en diversos eventos públicos.
Desde entonces, el denominado caso Rolexgate ha ocasionado el allanamiento al hogar de una presidente en funciones y una influencia significativa en la cultura popular, con arengas en protestas sociales, canciones, fiestas temáticas, parodias en redes sociales y en televisión, y caricaturas a nivel local e internacional. Según los últimos sondeos, el 78% de los peruanos conoce sobre el Rolexgate.
La metodología utilizada para la investigación periodística tiene dos características que justifican el compartirla en detalle: es sencilla y fácilmente replicable. En las siguientes líneas explicaré, en cuatro momentos, cómo se llevó adelante esta cobertura.
Dato disparador, no filtración
Los días siguientes a la publicación del reportaje, más de un funcionario del Gobierno peruano sugirió a las autoridades locales investigar nuestras fuentes periodísticas para conocer quién había filtrado la información acerca de los Rolex. Esto no solo fue una amenaza a la libertad de prensa, sino un error conceptual.
Mientras que “filtración” suele utilizarse para referirse a la entrega de documentación que, luego de un proceso de verificación, su contenido es replicado por el periodista; un “dato disparador” es un hecho, objeto, rumor o cualquier elemento observable del mundo que nos lleva a elaborar una hipótesis de investigación.
En nuestro caso, el dato disparador fue lo dicho por dos personas que se reunieron con la presidenta que nos hicieron el mismo comentario: Boluarte ha comenzado a usar Rolex. De hecho, nuestro reportaje fue un dato disparador para otros medios, que detectaron más joyas de lujo de la presidenta y de otros políticos peruanos.
Paciencia y fuentes públicas
El dato disparador llevó a una hipótesis: la presidenta de Perú porta, por lo menos, un reloj Rolex, a pesar de que no cuenta con los ingresos suficientes para justificar dicha adquisición. Un primer sondeo de la plausibilidad de la hipótesis se hizo consultando a algunas fuentes cercanas al entorno de la presidenta, quienes confirmaron el dato.
El siguiente paso era confirmar visualmente la existencia del Rolex. Para esto se revisó las imágenes oficiales que el Gobierno peruano aloja en sus cuentas de Flickr. En esa red social, la Presidencia del Perú publica imágenes en alta resolución y bajo licencia Creative Commons. Para el reportaje, se revisaron alrededor de 10 mil fotografías, que fueron publicadas entre junio del 2021 y marzo del 2024.
A la par, se buscó información acerca de los ingresos de Boluarte como funcionaria del Estado. En Perú, cada miembro del Gobierno debe reportar sus ingresos y bienes ante la Contraloría. Y, a su vez, esta hace pública en su portal un consolidado con los datos brindados por el funcionario. En el caso de Boluarte, se analizaron sus declaraciones juradas como ministra de Inclusión Social y Presidenta de la República.
Orden y cronología
Un aspecto clave de la investigación fue el orden. Para analizar las más de 10 mil fotos, se realizaron los siguientes pasos:
- Se descargaron las fotografías donde Boluarte usa un reloj en la muñeca, con la máxima resolución disponible. Cada archivo fue grabado con la fecha del evento donde fueron registrados.
- Se agruparon las fotografías en base a similitudes entre los relojes. A cada uno se le asignó un código y se ordenó en una base de datos, de forma cronológica, la aparición de cada reloj.
- Con el motor de búsqueda inversa de Google, se identificó la marca de algunos de los relojes. Entre estos, se encontraron tres posibles Rolex.
- Se consultó de manera presencial con una serie de relojeros especializados en dar mantenimiento a relojes Rolex y se obtuvo la certeza suficiente para revelar a la opinión pública que, por lo menos uno, se trataba de un Rolex.
- Una vez que se identificó el modelo del Rolex y sus características, se consultó el precio estimado con la web oficial de Rolex y de su distribuidora oficial en Perú, Casa Banchero. Se determinó un precio aproximado de 14 mil dólares, que no va acorde a los ingresos de Boluarte como funcionaria pública.
Del mismo modo, la información de las declaraciones juradas de Boluarte se consolidó en una base de datos, ordenados de forma cronológica.
Seguimiento al caso
La publicación del reportaje ocurrió el 14 de marzo, pero ese día no terminó nuestra cobertura del caso. Por un lado, se usó la Ley de Transparencia de Perú para realizar solicitudes de acceso a la información. Por ejemplo, en tanto la Contraloría solo publica un consolidado de los ingresos de la Presidenta, se solicitó el detalle de los mismos con los documentos sustentatorios de sus bienes e ingresos. Con estos datos se pueden elaborar historias futuras de seguimiento.
Por el otro, se recurrió al uso de herramientas digitales de uso gratuito como Infogram para realizar una infografía, donde se consolidaron los hallazgos iniciales de la investigación con las actualizaciones posteriores. Por ejemplo, luego del reportaje, se identificaron dos relojes Rolex adicionales en posesión de la presidenta.
Imagen principal tomada del Flickr de Presidencia de Perú.
Imagen del texto cortesía de Ernesto Cabral/La Encerrona.
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