Periodistas de Gaza resisten en el conflicto más letal para la prensa

Oct 17, 2024 en Cobertura de crisis
Bandera de Palestina pintada en un muro junto a palomas volando

El correo electrónico del periodista Naaman Ashtawy comenzaba con una disculpa.

"Perdón por el retraso en responder; estaba en alerta por el traslado del Hospital Al Aqsa donde operábamos desde octubre pasado. Estamos en otro difícil viaje a ninguna parte", escribió el 28 de agosto. "Seguimos considerando todas las opciones, mientras intentamos mantener nuestras operaciones en la medida de lo posible. Absolutamente ningún lugar de Gaza es seguro".

Associated Press informó de que Al Aqsa, uno de los últimos hospitales en funcionamiento de Gaza, se estaba vaciando a medida que las fuerzas israelíes se acercaban. Ashtawy y su equipo, una vez más, tuvieron que escapar.

A principios de 2024, Ashtawy resultó herido con esquirlas en la cara, el brazo y la pierna durante un bombardeo cerca de un hospital en el que estaba trabajando. Dos miembros de su equipo también resultaron heridos. Desde entonces se han recuperado y han vuelto al terreno. En el ataque se perdieron cámaras, computadoras y otros equipos.

 

Naaman
Naaman Ashtawy (APA Images)

 

Estos periodistas, muchos de ellos freelance, trabajan en uno de los lugares más peligrosos del planeta para la prensa. De acuerdo con el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), 116 periodistas y trabajadores de los medios figuran entre los más de 42.000 muertos desde el comienzo de la guerra, lo que lo convierte en el periodo más mortífero para la prensa desde que el CPJ empezó a llevar la cuenta en 1992. La mayoría de los periodistas asesinados eran palestinos.

El Centro Internacional para Periodistas (ICFJ) se ha unido a organizaciones de defensa de la libertad de prensa para pedir a Israel que ponga fin a los asesinatos de periodistas, que son civiles según la ley, e investigue los casos de periodistas que murieron por la acción de sus fuerzas.

Ashtawy, director de APA Images, una agencia local de fotografía, forma parte de la red mundial del ICFJ. Con el objetivo de crear un sistema digital actualizado, en mayo de 2023 participó del programa Elevate, diseñado para ayudar a los propietarios de medios pequeños y medianos a desarrollar su negocio. También participó Ahmed Faud, director de operaciones de APA.

El equipo de APA incluye periodistas, editores, videastas y fotógrafos, que se desplazan desde que su oficina fue destruida en el bombardeo. A principios de año, Faud se marchó a Estados Unidos con su familia y sigue en estrecho contacto con Ashtawy por teléfono y correo.

 

Offices
La oficina de APA tras el bombardeo

 

Israel no permite a los periodistas extranjeros entrar en Gaza, salvo en viajes limitados organizados por el propio ejército. Decenas de medios de comunicación y organizaciones de la sociedad civil, entre ellas ICFJ, han instado a Israel a poner fin a estas restricciones.

"La prohibición significa que los periodistas palestinos son la única fuente de noticias sobre el terreno en Gaza quienes, al mismo tiempo, luchan por sobrevivir y mantener a salvo a sus familias", dice Sharon Moshavi, presidenta de ICFJ. "La situación es extremadamente angustiosa, indescriptible".

Para los periodistas de Gaza, hay poco alivio a la vista.

"Cada vez es más difícil encontrar un lugar seguro", dice Mohamed Mandour, experto del CPJ para Medio Oriente y el Norte de África. "Muchos se trasladan de un lugar a otro en busca de seguridad, y algunos han muerto en esas evacuaciones".

Los periodista se desgañitan por encontrar acceso a Internet para compartir sus historias e imágenes con el mundo y han sido atacados por drones mientras intentaban conseguir una conexión, cuenta Mandour. La mayoría de las oficinas de los medios de Gaza han sido destruidas


Cubrir desde la línea de fuego

A continuación presentamos extractos de un despacho que Ashtawy envió en agosto, en el que describe la vida en la línea de fuego en Gaza.

"Los periodistas de Gaza desempeñan un enorme papel mostrando al mundo los horrores de esta guerra y están pagando un precio", escribió Ashtawy. "Los videos y fotos que hacemos circular son producto del sudor y la sangre, de largas noches y días de trabajo con hambre, sed y sin equipo adecuado ni chalecos de seguridad. Muchos perdieron sus computadoras y cámaras en bombardeos. Estamos expuestos a un peligro extremo sin protección, sin armaduras, sin cascos".

"Las cargas físicas y psicológicas son extremas, entre frecuentes desplazamientos y evacuaciones, buscando la seguridad de nuestras familias y de todos los que nos rodean, buscando cubrir necesidades básicas como comida, agua y medicinas, manteniendo nuestra cobertura y, en general, sobreviviendo al día".

"Para transportarse, los miembros de nuestro equipo recorren kilómetros a pie, en bicicleta, en carros tirados por burros o caballos, o comparten los viajes en coche, debido a lo caro y escaso de la gasolina. Buscamos alternativas, como utilizar aceite de cocina en lugar de combustible en algunos casos. Nuestro sitio web, la puerta de entrada al mundo exterior, ha sufrido varios ataques de piratas informáticos. Hemos conseguido protegerlo hasta cierto punto, y estamos trabajando en alternativas para servir a nuestros clientes y a nuestra audiencia.

"La electricidad, Internet y los servicios móviles son obstáculos importantes. Chequeamos si hay electricidad disponible, alimentada por paneles solares o baterías de almacenamiento. A veces tenemos suerte, otras no. En cuanto a los servicios de telefonía móvil e Internet, dependemos principalmente de los proveedores locales de Internet, cuando están disponibles, o de los servicios electrónicos internacionales, que no siempre lo están".

"Es traumático cuando alguien que conocemos, un familiar, un amigo o un colega, ha resultado herido o muerto. Los periodistas son un objetivo, y sus familias también, lo que nos preocupa mucho. Es una misión difícil, pero nos mantenemos firmes en el cumplimiento de nuestras obligaciones profesionales", escribió Ashtawy mientras iniciaba una nueva evacuación.

Lucha por sobrevivir

Los periodistas forman comunidades en carpas, a menudo dentro o cerca de un hospital, en busca de un mínimo de seguridad. Comparten recursos limitados e información.

"Para ellos, las carpas son su hogar por el momento", explica Ahmed Faud, de APA. "Cuando hay que salir a cubrir, se desean lo mejor, porque quién sabe lo que le puede pasar a cualquiera de ellos. Estas tiendas son el último refugio para algunos que salen a reportear y nunca vuelven o acaban malheridos".

"Lo peor es encontrarte con que tu colega, con el que estabas minutos antes de salir al terreno, regresa al hospital en una ambulancia como cadáver, debido a un ataque israelí.  Por desgracia, estos sobresaltos y traumas forman parte de la vida cotidiana de los periodistas de Gaza", dice Faud.


Este artículo fue originalmente publicado por ICFJ, organización matriz de IJNet.

Foto de Ash Hayes en Unsplash.