IJNet se reunió con Kamal Siddiqi, periodista paquistaní de larga trayectoria y director del Centro para la Excelencia en el Periodismo (CEJ, por su sigla en inglés), que ofrece programas de capacitación para periodistas de Pakistán y planea lanzar la primera maestría en periodismo del país.
Uno de los objetivos del CEJ (que cuenta con el respaldo del Centro Internacional para Periodistas) es brindar una formación práctica a los periodistas, ayudándolos a vincularse mejor con las audiencias. A continuación presentamos extractos de la conversación de IJNet con Siddiqi sobre un problema común que enfrentan las redacciones de todo el mundo: la producción de coberturas sensacionalistas para atraer más clics. Como señala Siddiqi, esta situación ha sido particularmente evidente en la cobertura paquistaní de casos de agresión sexual.
¿Cómo se identifica una historia sensacionalista?
El sensacionalismo ocurre cuando sacas a una historia de su contexto o le das algún tipo de significado diferente del que tiene. En Pakistán tenemos una gran cantidad de periodistas que lo hacen, sobre todo porque hay una gran guerra por el rating. Y eso, en muchos casos, se convierte en un problema, porque aparecen historias con información añadida que no es cierta. Así se destruye el propósito del periodismo.
Algunos de los medios paquistaníes más respetados carecen de ética a la hora de cubrir casos de agresiones sexuales. Por ejemplo, en el caso de la violación de una enfermera en 2010, Dawn News mostró el rostro de la víctima en televisión mientras estaba en la cama de un hospital. Además, en 2013, una niña de cinco años fue violada en Lahore y no solo se reveló su nombre, también se mostró su rostro y su padre fue entrevistado en la televisión. ¿Cómo se practica la ley de protección a las víctimas de violación en Pakistán? Si medios o periodistas la transgreden, ¿hay consecuencias?
Nombrar a las víctimas de violación o entrevistar a sus familiares no es delito en Pakistán. Esto tiene que ver más con la ética, pero no con la ley. En términos legales, el recurso en el que ampararse sería la ley de difamación, que es débil y no suele aplicarse en el país. Lo que hemos notado es que con el paso de los años, a través de la formación, la sensibilización y la participación de directores y editores de medios, la práctica de nombrar a las víctimas de violación o menores implicados en delitos de cualquier tipo ha caído a un mínimo. Todavía hay algunos periódicos y canales de televisión que siguen con la práctica de obtener clics a toda costa, pero son una minoría.
¿Cubrir los casos de asalto sexual en TV es más difícil que en los medios impresos?
Sí, lo es. La televisión tiene más presión de mostrar imágenes y detalles. Además el periodismo de calidad televisivo deja mucho que desear. Hay poca capacitación y sensibilización, pero eso está cambiando.
¿Por qué se elige cubrir así?
El mayor problema es la falta de formación en ética y derecho. La mayoría de los profesionales del periodismo en Pakistán no tienen estudios universitarios. Muy pocos tienen algún entrenamiento formal en la profesión. Este es un reto al que estamos tratando de hacer frente a través de una serie de plataformas. En la CEJ, donde se dictan cursos mensuales para periodistas, ofrecemos una sesión sobre ley de medios y ética, así como sobre seguridad. Estos son los dos retos para los medios de comunicación hoy en Pakistán. Hay otras plataformas, en particular la Coalición para el Periodismo Ético y la Coalición para la Seguridad de los Medios, que también trabajan estos temas.
En el caso de la enfermera en 2010, fue violada por un médico en el consultorio de éste. Un periodista de Dawn TV dijo al respecto: “Hay una cuestión que necesita aclararse, y es saber por qué la enfermera fue al consultorio”. ¿De qué manera las expectativas sociales influyen en la manera en que se cubren los casos de abuso sexual?
Apenas un 5% de los periodistas que trabajan en Pakistán son mujeres. Pero ese porcentaje está cambiando al tiempo que más mujeres se incorporan a la profesión. Es cierto que cuando una mujer cubre un caso de violación, lo hace con una mayor sensibilidad. Una vez le encargué a una mujer cubrir un caso de abuso sexual después de que un periodista de policiales hiciera lo mismo criticando a la víctima, y quedó claro cómo cambiaba la cobertura dependiendo de quién la hiciera. El desafío más grande es lograr que todos los periodistas, sean hombres o mujeres, trabajen con sensibilidad y coherencia.
Si a los periodistas paquistaníes se les diera una capacitación apropiada, ¿cree que habría cambios sustanciales en la manera en que cubren estos temas?
Sí, estoy seguro de que así sería.
¿Qué debería enseñarse en un programa de periodismo orientado a la cobertura de agresiones sexuales?
Ética. Ley. Seguridad. Y también recomendaría asesoramiento psicológico para quienes cubren situaciones de trauma.
Esta entrevista fue condensada y editada.