Las noticias requieren cientos de decisiones sobre el lenguaje, el encuadre y la terminología a la hora de reportear, escribir, editar y presentar. Si se elige mal, el medio corre el riesgo de equivocarse, de alejar a los lectores y a las fuentes, y de que la recepción se fije nada más que en la elección de las palabras y no en la información.
“Language, Please,” un nuevo recurso de Vox Media, llegó para ayudar. Con financiamiento de Google News Initiative, el proyecto reunió a una larga lista de referentes de la información para escribir una guía de estilo con más de 275 entradas en inglés que contienen definiciones detalladas, notas sobre el uso y recursos adicionales. (Vox no reveló el importe exacto de la subvención de Google).
De la declaración de la misión del sitio:
Puedes ser un redactor que busca la historia de una palabra delicada; un autor que se replantea a quién sirve su tema, o un director que trata de tomar una decisión difícil sobre la fecha límite. El reto es el mismo: el lenguaje está en constante evolución, y las palabras que elegimos utilizar pueden tener consecuencias duraderas.
En un momento en el que las normas cambian, nuestro objetivo es ofrecer el contexto más amplio de estos debates, profundizar en la historia que podrías no conocer sobre un término, conectar términos relacionados y colaborar con la toma de decisiones.
El sitio también ofrece una prueba de edición interactiva, consejos para mejorar la diversidad en la cobertura de noticias y un directorio de lectores.
"Nuestro objetivo se inspiró en dos ideas interconectadas", dijo Christopher Clermont, jefe de diversidad, equidad e inclusión de Vox Media. "Una fue construir una herramienta que pudiera ayudar a las redacciones a cubrir mejor temáticas sociales, culturales y de identidad". La otra, comentó, fue la de ser autosuficientes a la hora de elegir el lenguaje.
Clermont contó que, tras el asesinato de George Floyd, los periodistas pidieron ayuda individualmente para mejorar sus historias y revisar su redacción. Esto era alentador, señaló Clermont, pero también completamente insostenible a largo plazo.
"Cuando hay noticias de última hora, las redacciones se ven obligadas a correr y a averiguar cómo crear normas en torno a temas complejos y delicados", dijo. Esa era realmente la premisa de "Language, Please": un recurso gratuito y vivo para periodistas y narradores que tratan de cubrir historias de manera reflexiva".
Los creadores de "Language, Please" hicieron hincapié en el aspecto vivo de la guía en las entrevistas, señalando que el recurso seguirá evolucionando y que los miembros de su consejo asesor (que reciben un estipendio) se comprometieron a actualizar la guía para reflejar los cambios el año que viene. Se puede ver parte del trabajo en curso; entradas como “opioid epidemic", “disfigurement", y el trastorno de crecimiento óseo “achondroplasia” aún están por llegar.
Tanya Pai, editora de estilo y normas de Vox Media, ayudó a dirigir el aspecto editorial del proyecto. Empezó por una investigación en la sala de redacción, haciendo una convocatoria sobre el lenguaje y preguntando a los periodistas y editores lo que querían saber.
"Algunos decían: 'Solo quiero saber cuál es la palabra 'correcta que hay que usar' y otros querían entender los matices de estos debates. Querían conocer el contexto más amplio. ¿Por qué está cambiando esta terminología?", contó Pai. "Cuando empezamos a elaborar estas orientaciones, quisimos profundizar en el porqué de las mismas. No queremos limitarnos a decir que esta es la norma. Hay muchos matices, y queríamos crear un recurso que se adentrara en ese contexto y diera a los periodistas las herramientas para tomar las decisiones para sí mismos, sus redacciones y sus audiencias".
A diferencia de, por ejemplo, el manual de estilo de la AP, "Language, Please" ha estructurado sus entradas de manera que las conclusiones estén más adelante en la página —después del contexto más amplio y la historia—, e incluye enlaces a lecturas externas para profundizar. Varias entradas recomiendan ciertas frases, pero señalan que no hay una respuesta universalmente aceptada.
De hecho, gran parte de las recomendaciones y orientaciones de "Language, Please" se reducen a esto: Sé reflexivo. Desafía el sentido común y la redacción dada. Pregunta a la gente por sus preferencias.
"Nos hemos enfocado en dejar espacio para los debates", dijo Pai. "El debate sobre 'Latinx', por ejemplo, está siendo utilizado por muchas redacciones ahora mismo, pero no tiene por qué coincidir con todas las personas a las que se supone que debe describir. Queríamos dejarlo claro. Tal vez tu estilo sea usar Latinx, pero no va a haber un 100% de acuerdo en ello".
Así es, por ejemplo, la entrada de “Me Too / #MeToo”:
Aunque puede ser habitual en las conversaciones cotidianas utilizar el término como un verbo o en voz pasiva (por ejemplo, "La persona X fue víctima de MeToo", "La persona Y Shelly MeToo'ed Mr./Mrs. Person X"), este tipo de fraseo deja fuera el contexto y los detalles. La construcción pasiva también puede interpretarse como un posicionamiento del abusador como víctima.
Si buscas "pronombres", encontrarás este consejo:
Decir que alguien "usa los pronombres ella/ellos" (en lugar de "prefiere los pronombres ella/ellos") afirma que los pronombres y la identidad de género de una persona no son una elección sino una parte profundamente sentida de su identidad.
En una entrada sobre los "sufferers", la guía advierte que no hay que compadecerse de forma instintiva cuando se entrevista a una fuente que vive con una enfermedad o discapacidad:
Puede parecer normal decir "lamento oír eso" cuando una persona revela una discapacidad o enfermedad. Sin embargo, esa reacción puede conllevar una suposición sobre lo "mala" que es su experiencia actual. Usa tu juicio. Si una persona se describe a sí misma o a sus experiencias en términos neutros ("Tengo una enfermedad crónica", "Tengo una discapacidad desde hace unos años"), puede que no sea apropiado expresar simpatía.
“Language, Please” está disponible aquí.
Este artículo fue publicado originalmente en Nieman Lab y es reproducido en IJNet con permiso.
Imagen de Kyle Glenn en Unsplash.