Lo que hay que evitar al informar sobre diversidades y minorías

Oct 21, 2021 en Diversidad e inclusión
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La demanda de diversidad en los medios de comunicación está aumentando entre las audiencias y los propios medios. De acuerdo con una encuesta realizada en 2020 por la Fundación Knight, el 69% de los estadounidenses cree que la representación de la diversidad de la población estadounidense en la cobertura informativa es "muy importante" o "fundamental".

Aunque el interés de la audiencia es evidente, muchos siguen pensando que los medios no están actuando tan bien como deberían. El estudio citado explica que "una cuarta parte de los estadounidenses (25%) cree que las redacciones lo están haciendo "muy bien" o "bien", mientras que aproximadamente cuatro de cada diez (37%) piensan que los medios de comunicación lo están haciendo "mal" o "muy mal" en sus esfuerzos hacia la diversidad".

A medida que los medios de comunicación amplían sus márgenes de cobertura para incluir historias más diversas, los periodistas y editores deben encontrar el lenguaje correcto.

Con la constante evolución del lenguaje y la representación de la identidad, es imperativo que los periodistas estén atentos a ellos consultando a sus fuentes sobre cómo les gustaría ser nombrados. Cuando los trabajadores de los medios utilizan una terminología anticuada o problemática, refuerzan estereotipos negativos y prejuicios que pueden causar daño a las poblaciones que intentan incluir.

[Lee más: Claves para aumentar (y respetar) la diversidad de género en tus coberturas]

¿La identidad o la persona?

Etiquetas como "persona trans", "persona negra" o "persona discapacitada" son ejemplos de lenguaje que da prioridad a la identidad. Las personas de grupos de minorías pueden optar por adoptar ese lenguaje como una forma de empoderamiento al reclamar experiencias y nombres que históricamente fueron estigmatizados.

El lenguaje que da prioridad a la persona, por el contrario, prioriza la personalidad sobre la identidad, reconociendo que las etiquetas son solo una parte de la identidad de alguien. En lugar de utilizar un término como persona discapacitada, un enfoque del lenguaje basado en la persona incluiría términos como "persona con discapacidad".

El debate entre el lenguaje que da prioridad a la identidad y el lenguaje que da prioridad a la persona es continuo y difiere para activistas, medios e individuos.

Las diversidades suelen tener una postura firme sobre sus preferencias. Los periodistas deben permitir que sus sujetos los guíen a la manera correcta de representarlos, basada en la autoidentificación. Por ejemplo, los activistas de la visibilidad, como Chella Man, prefieren el lenguaje de la identidad para describirse a sí mismos.

Man utiliza el término "discapacitado" en lugar de "persona con discapacidad". Utiliza el término "sordo" en lugar de referirse a sí mismo como "alguien con una discapacidad auditiva". Para garantizar una representación precisa, los periodistas deberían consultar a sus sujetos antes de dar por sentado que todos se identifican con el mismo lenguaje.

Dado que el lenguaje está en constante evolución y que existen numerosas intersecciones de identidad que podrían ser objeto de marginación, los periodistas deben considerar todo el espectro de las identidades de sus sujetos. A continuación, algunas categorías que deben tenerse en cuenta al revisar el vocabulario.

Género y sexualidad

El lenguaje en torno al género y la sexualidad está en constante cambio. El discurso contemporáneo sobre el género, por ejemplo, emplea el término "transición" en lugar de "cambio de sexo" y "transgénero" en lugar de otras alternativas lingüísticas ofensivas utilizadas en el pasado. En lugar de utilizar los términos "sexo de nacimiento/sexo natal", los periodistas pueden utilizar términos como "sexo asignado/sexo asignado al nacer".

A menos que los sujetos hablen explícitamente de su sexo asignado, esto no debe ser objeto de atención. Abstenerse de utilizar términos como "hombres/mujeres normales" para referirse a las personas transgénero; los periodistas deben utilizar en su lugar el término "cisgénero".

[Lee más: Claves para una cobertura ética de la comunidad trans] 

Raza y origen

El lenguaje se ha utilizado a menudo como herramienta de discriminación y estigmatización racial, y numerosos términos y frases comunes provienen de la violencia racializada. Los periodistas deben ser conscientes de ello y estudiar las raíces del lenguaje que emplean.

Esto incluye, de nuevo, preguntar a los sujetos cómo se autoidentifican. Por ejemplo, abstenerse de decir "judío" al referirse a la preferida "persona de ascendencia judía". Utiliza "persona de color" en lugar de "persona no blanca".

Discapacidad

Para evitar una mayor estigmatización de las personas con discapacidad, los periodistas deben preguntar a sus sujetos cómo se definen a sí mismos y vigilar de cerca el lenguaje que se utiliza en los medios de comunicación contemporáneos.

Una vez más, es preciso preguntar si prefieren un lenguaje que dé prioridad a la identidad o a la persona. Algunos pueden autoidentificarse como "un amputado" mientras que otros pueden preferir "persona con una amputación".

Los ejemplos incluidos aquí son solo la punta del iceberg. Hay que consultar cada fuente sobre la terminología que adoptan para describirse.

A continuación se presentan algunos recursos que ofrecen listas más exhaustivas de terminología para la representación ética de los grupos marginados:


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