La intensa cobertura informativa global de los últimos años ha convertido el ejercicio del periodismo en una experiencia similar a volar en un avión en constante turbulencia.
En Estados Unidos, la reelección de Donald Trump, quien se ha adueñado del ciclo noticioso como ningún otro político, ha atacado con saña al periodismo y ha amenazado con perseguir a los medios, está llevando a los periodistas a prepararse para años de incertidumbre y de un incesante fact-checking de sus repetidas afirmaciones falsas o infundadas.
Las democracias se deterioran en todo el mundo, las guerras arrecian, los ingresos disminuyen, aumenta la pobreza, las redes de odio se fortalecen y la crisis climática se acelera. ¿Cómo pueden los periodistas conseguir un equilibrio en sus vidas mientras intentan seguir el ritmo de una agenda informativa en constante expansión y trabajan con recursos cada vez más limitados?
Para averiguarlo, conversé con cuatro expertos en psicología, yoga, mindfulness y espiritualidad, que suman años de experiencia ayudando a distintos profesionales a ser más resilientes.
A continuación, sus consejos para los periodistas que se enfrentan a la incertidumbre, al burnout y a otros problemas comunes en su entorno laboral.
(1) Busca sentido en la adversidad, porque crecemos en tiempos oscuros
El primer consejo, que me recordó el poderoso relato de Viktor Frankl, El hombre en busca de sentido, vino de la psicoterapeuta londinense Lois Pimentel, y del investigador de mindfulness y ecuanimidad y profesor adjunto de la Universidad de Bolton, Joey Weber, quienes nos animan a buscar sentido a nuestros desafíos, y explican que la adversidad puede conducir al crecimiento humano.
"A menudo solo aprendemos a través de la adversidad. Cuando las cosas van viento en popa, simplemente vamos viento en popa, ajenos a todo», dice Pimentel. "Aprendemos mucho más del dolor que del placer", observa Weber.
Los periodistas pueden adoptar esta perspectiva en los próximos años, viéndolos no solo como un periodo de turbulencias, sino también como una oportunidad para crecer. De igual modo, los medios deberían considerar aumentar su inversión en programas de salud mental y resiliencia, ofreciendo apoyo a los periodistas en momentos tanto de desafíos como de crecimiento.
(2) Reconoce y acepta tus emociones difíciles
Silvia Paparello, doctora italiana en ciencias cognitivas y profesora de yoga con 25 años de experiencia, dice que para sobrevivir a tiempos difíciles es imprescindible aceptar primero la naturaleza perniciosa de muchas de las emociones que atraviesan nuestro cuerpo. "La incertidumbre, el miedo y la ira pasan factura física a nuestro cuerpo y sistema nervioso", explica.
Por experiencia personal y por la de quienes me rodean, sé que no reconocer nuestras emociones —por desgracia, algo habitual en las sociedades modernas y especialmente frecuente en el periodismo— puede llevarnos al agotamiento o burnout, a una ansiedad casi paralizante o incluso a la depresión.
Para aceptar las emociones difíciles, como la ira, la rabia o la ansiedad, los periodistas pueden probar la terapia somática, que nos ayuda a conectar con nuestras distintas emociones y sensaciones y a aceptarlas mediante la sintonización con el cuerpo, en lugar de solo con la mente.
(3) Atención al cuerpo para desestresar la mente y calmar el sistema nervioso
Basándose en sus conocimientos y experiencia como neurocientífica y profesora de yoga, Paparello recomienda el ejercicio físico como forma de superar el estrés, explicando que mover el cuerpo ayuda a calmar la mente. Esto se debe a que nuestro sistema nervioso evolucionó para protegernos del peligro, ordenando a nuestros cuerpos huir o esconderse de depredadores más grandes.
No podemos escondernos ni huir de los peligros modernos, pero nuestro cuerpo sigue teniendo ese impulso, así que dar un paseo a paso ligero hace maravillas para liberar parte de esa señal de peligro. "Cuando la mente está confusa y temerosa, déjate guiar por la sabiduría de tu cuerpo", aconseja Paparello.
(4) Vuelve a tu centro a través de la meditación y la conexión con la naturaleza
Para aliviar parte del estrés y la ansiedad que acompañan a un trabajo tan agotador como el periodismo, Melissa Coton, profesora de meditación y yoga radicada en Guatemala, nos recomienda anclarnos en el momento presente mediante la meditación diaria o una práctica similar. Esto puede ayudar a frenar nuestra tendencia a rumiar pensamientos.
Coton destaca el efecto calmante de la naturaleza en tiempos difíciles, la importancia de nutrir el cuerpo con alimentos sanos y el valor de crear armonía en el espacio que nos rodea. Weber también hace hincapié en las cualidades curativas de la naturaleza y recomienda "salir al sol" todos los días.
(5) Forma comunidades de apoyo dentro del periodismo y en tu comunidad
La oscura situación global que atravesamos presenta oportunidades para profundizar en las conexiones humanas, dice Pimentel, mediante la creación o la adhesión a comunidades de interés dedicadas a fomentar la unidad. Estas comunidades, cree, se extenderán como antídoto contra la proliferación del odio y el aislacionismo en todo el mundo. "Mi instinto me dice que crearemos y multiplicaremos las comunidades, porque si nos enfrentamos a esto de forma aislada, nos derrumbaremos" dice. "Tenemos que estar en comunidad para resistir".
"La ansiedad prospera en el aislamiento", señala Weber, también en el caso de los periodistas, que suelen trabajar en entornos acelerados, ansiógenos, individualistas y competitivos. Pimentel nos anima a dedicar tiempo a buscar conexiones más profundas con quienes nos rodean. "Empieza de a poco: conecta con tu comunidad, haz voluntariado o simplemente cultiva conversaciones significativas".
(6) La alegría como resistencia al odio
En los últimos años, he reprimido con frecuencia mi alegría, sintiéndola como un lujo cuando miles de millones sufren en todo el mundo. Coton cuestiona esta postura, argumentando que permitirnos sentir alegría es una forma importante de resistir a la oscuridad (y de autoprotección contra el burnout, añadiría yo). En su libro Happiness by Design, Paul Dolan también sostiene que para sentirnos felices debemos encontrar el equilibrio entre el placer y el sentido. Si el sentido domina sobre la alegría, uno puede acabar quemándose.
Coton citó la reflexión del anciano del pueblo hopi Águila Blanca de que toda crisis tiene una dimensión espiritual y social. "No subestimes la dimensión espiritual de esta crisis", dice. "Adopta la perspectiva de un águila que lo ve todo desde arriba, con una visión ampliada. Esta crisis implica una dimensión social, pero también una dimensión espiritual. Ambas van de la mano. Sin la dimensión social, caemos en el fanatismo. Sin la dimensión espiritual, caemos en el pesimismo y el sinsentido".
Para Coton, la mejor resistencia a la agresión es experimentar alegría y celebrar la vida, citando de nuevo a Águila Blanca: "No te sientas culpable por ser feliz en estos momentos difíciles [...] Mantente presente y recuerda: es a través de la alegría como se resiste".
(7) Tómate un respiro y ayuda a los demás
Coton, Paparello y Weber dan fe del efecto fortalecedor, equilibrante y enriquecedor que crea el servicio a los demás. En tiempos de contracción mundial, desplazar la atención de nosotros mismos a los demás a través del voluntariado es un remedio de salud mental no solo para quienes necesitan ayuda, sino también para quienes la ofrecen. El voluntariado también puede servir para recordarnos a nosotros mismos y a los demás que aún existen la esperanza y la capacidad de actuar.
Por ejemplo, si un periodista está preocupado por la pobreza alimentaria, puede ofrecerse voluntario en un comedor social. Si le preocupa la falta de pensamiento crítico en Estados Unidos, puede ofrecerse voluntario en programas que lleven libros a los niños.
(8) Conecta con la humanidad básica de los demás, especialmente con quienes tienen puntos de vista opuestos
Habiendo experimentado el dolor, la rabia y la decepción de que un ser querido se encuentre en el lado opuesto de una división política, pedí un consejo sobre cómo hacer las paces con él cuando el abismo que nos separa parece ser tan grande. Reconociendo ella misma el reto, Coton explica que ese momento de ruptura ofrece la oportunidad de conectar con la humanidad básica del otro, poniendo el foco en las similitudes más que en las diferencias.
Del mismo modo, Weber recomienda preservar nuestros lazos con seres queridos centrándonos en nuestros intereses básicos comunes, como la salud o el amor por la comida, en lugar de la política o los acontecimientos globales.
(9) Una visión a largo plazo del progreso humano
Para recuperar algo de optimismo, Coton anima a los periodistas a adoptar una visión histórica a largo plazo del progreso humano, recordándonos que aunque la historia de la humanidad ha estado plagada de violencia, nuestra especie ha sobrevivido, ha avanzado e incluso, a veces, prosperado. Weber, por su parte, nos recuerda que los periodos de contracción siempre van seguidos de periodos de expansión.
Si todo lo demás falla, nuestra confianza en que una etapa de intensa turbulencia será sucedida por una de tranquilidad puede darnos la fuerza para seguir adelante.
Foto de Jeremy Thomas en Unsplash.