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El COVID-19 ha asolado al mundo en menos de un año, matando a casi 900.000 personas e infectando a más de 27 millones. Los seres queridos se quedan atrás para llorar su pérdida a manos de un virus que altera y seguirá alterando nuestro estilo de vida.
Los especialistas en duelo y los médicos tienen experiencia en la tarea de hablar con aquellos que han perdido a alguien en sus vidas. Hoy cada vez más periodistas están asumiendo esa tarea.
The New York Times, The Washington Post y CNN son solo algunos de los medios que han publicado memoriales para honrar a las víctimas del COVID-19. Se ha pedido a reporteros de diferentes especialidades que contribuyan con piezas conmemorativas, que a menudo incluyen entrevistas con amigos cercanos y familiares de los fallecidos.
El editor senior del New York Times, Joshua Barone, suele escribir sobre arte y arquitectura. En abril, el Times le pidió que escribiera sobre la muerte de varias figuras de la industria de la música para la serie Those We’ve Lost.
Barone estaba familiarizado con cómo acercarse a alguien que atraviesa un proceso de duelo; comenzó su carrera como periodista escribiendo obituarios de estudiantes en el periódico de su universidad. Era una tarea que había evitado desde entonces, hasta que golpeó el COVID-19.
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“Normalmente escribo sobre música, y los obituarios que he escrito tiene que ver con ese mundo. Ha sido una industria que, como tantas otras, se ha visto severamente afectada por la pandemia", cuenta. "Es una conversación con un objetivo, pero son muy comprensivos al respecto porque quieren que la historia de su ser querido llegue al mundo".
Lo más importante que puede hacer un periodista es abordar la conversación con compasión, como lo haría con cualquier persona que haya perdido a un ser querido.
“Sé paciente y deja que la persona entrevistada hable todo lo que quiera hablar", aconseja Barone, quien entrevistó a la viuda del director Joel Revzen poco después de su muerte. “Es un shock tan repentino para tanta gente que suelen olvidarse de decir cosas que recordarán más adelante. Siempre es bueno en el periodismo callarse y escuchar. Pero especialmente en el caso de los obituarios, es crucial porque la gente recuerda en el camino, mientras habla".
A veces puede ser útil hablar con los sujetos de tu entrevista más de una vez. Si la persona parece abrumada o reacia a hablar, es importante aceptarlo y determinar si una llamada telefónica de seguimiento sería apropiada y útil.
“En periodismo, la mayor parte del trabajo debe provenir de la escucha y no de hacer preguntas. Y las preguntas deben hacerse en el momento adecuado”, dice la becaria ICFJ Knight Fabiola Torres, directora y fundadora del sitio peruano de noticias de salud Salud Con Lupa, que también inició su propio proyecto conmemorativo. “Tratamos de determinar si es el momento adecuado para hablar o si deberíamos volver a llamar más adelante. Para ayudar a que los familiares que nos brindan información se sientan cómodos, intercambiamos múltiples llamadas y mensajes para dejar en claro que vamos a utilizar los detalles que nos brindan de manera respetuosa”.
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La psicóloga Yasmine Saad aconseja a los periodistas informarse sobre las cinco etapas del duelo antes de acercarse a la familia del fallecido.
“Alguien puede estar atravesando varias etapas a la vez. Alguien puede negarlo por la mañana, estar enojado por la tarde y volver a negarlo a la mañana siguiente”, explica Saad. “Por eso conocer el estado es muy útil porque en el momento en que te encuentras con una familia, podrás comprender dónde están. Y en función de dónde se encuentren, puedes ajustar tu enfoque".
Como periodistas, tenemos experiencia en relacionarnos con historias y personas, y somos capaces de orientar las conversaciones según nuestros instintos. En ese sentido, las entrevistas para obituarios o memoriales no son tan diferentes.
Expertos del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington predicen que, muy probablemente, 2,8 millones de personas en todo el mundo habrán muerto a causa del COVID-19 para el 1 de enero de 2021. Esto significa que más de 25 millones de personas habrán sufrido la pérdida de un ser querido debido al coronavirus a finales de año, según un estudio que estima que por cada muerte, quedan nueve familiares cercanos.
El aislamiento que se siente debido a las medidas de confinamiento ha hecho que las pérdidas a causa del virus sean aún más impactantes. Las familias no pueden llorar juntas, algunas sienten la carga de la culpa si incumplieron recomendaciones de distanciamiento social, y muchas no han podido estar al lado de sus seres queridos debido a las restricciones. Como resultado, experimentar pérdidas durante la pandemia afecta a los deudos de una manera nueva.
Basarse en tus propias experiencias es útil para reconocer y sentir empatía por el dolor de los otros, pero Saad desaconseja compartir alguna historia de tus pérdidas durante una entrevista.
“La historia de todos es distinta, y cuando compartes la tuya, la persona sentirá que tu percepción no es la misma que la de ella. Se convierte en una suerte de comparación en la que invitas a la persona a salir de su propia tristeza y de su propia historia para entrar en la tuya”, explica Saad. "Esa táctica, que pretende generar empatía, en cambio puede ser contraproducente".
El dolor es universal, pero toma una forma diferente en todos. Si bien nunca es fácil experimentarlo o hablar de él, los periodistas se están esforzando para contar las historias de aquellos que se han perdido. Como recomiendan Saad, Barone y Torres, asegúrate de abordar tus entrevistas y el artículo en sí con la compasión, la paciencia y la flexibilidad que requieren.
Abby Geluso es periodista freelance. Reside en Nueva York.
Imagen con licencia Creative Commons en Unsplash, vía K. Mitch Hodge.