Lo que la cobertura de la pandemia puede enseñarle al periodismo ambiental

por Osama Gaweesh
Jun 23, 2021 en Periodismo ambiental
Windmills

En varios sentidos, la pandemia ha devuelto al periodismo su sentido original. Ha hecho que las redacciones reenfoquen su atención en las necesidades de los lectores, les ha obligado a echar mano de la ciencia y los datos en sus coberturas, y también a dar buenas noticias para levantar la moral.

Y funcionó. La mayoría de los medios han visto un aumento en el tráfico, las suscripciones y el interés del público en las noticias durante los últimos meses de 2020.

Sin embargo, el crecimiento de la audiencia se está ralentizando y las redacciones están buscando el próximo gran tema que pueda mantener al público interesado. Si se observa el aumento de las coberturas sobre el clima y el lanzamiento de nuevos productos de noticias especializados en el tema, parece que muchos medios están apostando por la cobertura del cambio climático como la próxima oportunidad de crecimiento de la audiencia.

Pero, ¿qué les hace pensar así? El Times y el Sunday Times, el Financial Times y algunas otras publicaciones dijeron a Journalism.co.uk que el aumento de las historias sobre el clima se debe a la fuerte demanda que muestran las encuestas a lectores y los datos de audiencia.

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Pero no es tan sencillo, de acuerdo con Wolfgang Blau, investigador visitante del Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo que habló recientemente en Newsrewired, y que está dirigiendo un estudio en profundidad sobre el tema.

"El cambio climático, la crisis climática o el medio ambiente como término más amplio se encuentran siempre entre los cinco temas principales sobre los que el público quiere saber más", dijo Blau. Pero hay una diferencia entre lo que los lectores dicen que quieren y el contenido que realmente consumen, añadió.

Al igual que el COVID-19, el cambio climático es un tema difícil de tratar de forma atractiva. Es muy complejo, requiere cierto grado de conocimiento científico, apenas es tangible, no es nuevo y, sobre todo, es terrible y puede hacer que la gente se sienta impotente y desesperanzada.

Pero a pesar de los aspectos negativos, la pandemia forzó un cambio importante en las redacciones.

"La situación del COVID es única en el sentido de que ha sido la primera vez que el periodismo científico ha dominado las redacciones durante un período tan largo", señaló Blau, y añadió que varios redactores científicos le dijeron que se sentían mucho más integrados en sus medios que antes. Además, ahora otras redacciones les piden sistemáticamente que verifiquen la exactitud científica de sus artículos antes de publicarlos. También era importante que los hechos fueran correctos para desempoderar a los negacionistas del COVID-19, lo que no es distinto de lo que ocurre con el cambio climático.

Otra similitud entre la pandemia y la crisis climática es que ambas afectan a la gente de manera local y deben ser tratadas de manera local, pero solo pueden ser superadas a través de un esfuerzo global conjunto.

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Y, al igual que la COVID-19, el cambio climático impregna todos los aspectos del mundo y puede ser cubierto a través de cualquier tema, desde la economía a la actualidad, pasando por el deporte o la moda. Por esta razón, Blau afirma que cerca del 80% de los medios que encuestó planean aumentar su cobertura del clima en un futuro próximo.

Según sus conclusiones, un tercio de las publicaciones encuestadas aumentan el presupuesto y el staff de sus actuales secciones científicas, mientras que un porcentaje ligeramente mayor está creando nuevas secciones climáticas además de sus equipos científicos existentes. Una estrategia menos común pero más rentable para los medios es crear centros virtuales sobre el clima en los que los periodistas de diferentes secciones se reúnan regularmente para colaborar en historias y proyectos.

Otra cuestión es el equilibrio entre el deseo de influir en la concientización del público y el intento de evitar ser visto como un activista. La imparcialidad, después de todo, es uno de los valores más preciados del periodismo.

Pero piénsalo. Durante la pandemia, los periodistas tuvieron que transmitir mensajes como "lávate las manos", "ponte una mascarilla", "no tosas a tu vecino" o "mantente a dos metros de distancia", porque era necesario para salvar vidas. Esto rara vez se vio como activismo. Sin embargo, al cubrir la crisis climática o la necesidad de frenar las emisiones de carbono, muchos periodistas le dijeron a Blau que les preocupaba ser vistos como activistas o que sus superiores les dieran que se aseguraran de no parecerlo.

"Es una situación sorprendentemente nebulosa para muchos periodistas, pero esto puede resolverse", observó Blau.

"La mayoría de los medios de renombre tienen un código de ética que define claramente los conflictos de intereses. Las medios también deberían dar ahora directrices más claras sobre lo que distingue el activismo del periodismo, de modo que los redactores, especialmente los más jóvenes, no tengan que dudar de sí mismos y se sientan capacitados para cubrir la crisis climática con más frecuencia".

Quizá el mayor reto sea mantener el cambio climático en las noticias. Los tres principales criterios de interés periodístico - actualidad, inmediatez y sencillez - salen a relucir. El cambio climático no es nuevo y tiende a verse como algo que es peor en otras partes del mundo. Y, desde luego, no es sencillo de transmitir. La frase "si hay sangre, vende" tampoco funciona del todo, ya que el cambio climático es un proceso más que un acontecimiento mortal.

Blau explicó que la mayor parte del tiempo, la información es una actividad retrospectiva: hablamos de lo que acaba de ocurrir o está ocurriendo ahora mismo. Lo más lejos que solemos mirar en el futuro son unos pocos meses o años, por ejemplo, cuando hablamos de unas elecciones.

Pero con el cambio climático tenemos que acostumbrarnos a trabajar con ciencia especulativa que mira 20, 30 o 40 años hacia el futuro y a discutir estrategias políticas y "acuerdos verdes" que tienen que llegar igual de lejos. También está el reto de traducir la crisis climática a un lenguaje comprensible y a historias con las que los lectores puedan relacionarse en su vida cotidiana.

La conversación tiene que dejar de ser sobre si el cambio climático está provocado por el hombre o no. Lo que importa es qué soluciones debemos perseguir y quién, al final, asumirá el coste de reorganizar y reajustar nuestras sociedades y economías a tiempo. Y cubrir estas grandes cuestiones, concluyó Blau, debería ser una gran oportunidad para el periodismo.


Este artículo fue publicado originalmente en Journalism.co.uk y es reproducido en IJNet con permiso.

Foto de Karsten Würth en Unsplash.