En tiempos en los que se debate sobre el futuro del periodismo y las consecuencias que tendrá el desarrollo de Internet en la prensa en papel, las empresas que imprimen periódicos deben estar listas para los cambios.
Para saber más sobre cómo deben “prepararse” los diarios, IJNet entrevistó a Toni Piqué, consultor en organización e integración de decenas de redacciones de Europa y América Latina y uno de los creadores del blog Paper Papers.
Ésta es la primera parte de la entrevista.
IJNet: En el último tiempo el debate periodístico ha girado en torno a visiones más o menos apocalípticas sobre el futuro del periodismo. ¿Cómo ves tú este fenómeno?
Tony Piqué: Es lo de (Antonio) Gramsci: la crisis, en que lo viejo no murió y lo nuevo no acaba de nacer, y en el intermedio se producen muchos fenómenos inestables. Aparecen en estos momentos los oportunistas, los tipos que no pudieron incorporarse a la profesión, que se toman venganza.
IJNet: ¿Se viene el fin del periodismo en papel?
TP: Sí, el papel se muere. Pero no tiene que ver con cuestiones filosóficas. Se muere por una cuestión económica sencilla. Es caro de hacer, de imprimir y de distribuir. Y tiene muchas desventajas respecto a otro sistema de distribución que se llama Internet y que te ofrece una variedad inmensa de formatos, de posibilidades de personalizar.
El hecho de que mucha más gente gracias a la tecnología que cuelga de Internet y sus desarrollos pueda participar en el proceso informativo, aportando información o puntos de vista no significa que se muera el periodismo. Al revés. Significa que el periodismo se extiende.
IJNet: ¿Entonces este debate sobre la existencia del periodismo es fruto del proceso de transición?
TP: Claro. No estamos hablando de la ciencia de hacer puentes, donde alguien tiene que vigilar que los constructores sean gente sólida, segura y con ciencia, porque si no hay consecuencias. El periodismo tiene que ver con un derecho humano que no es propiedad de un grupo de profesionales o corporación. Es como la salud, es de la gente. Cuando uno se pone enfermo va al médico, aunque algunas enfermedades las sepamos administrar. Me duele la cabeza, me tomo una aspirina y lo curo. Pero esto no me convierte en médico.
Es muy fácil hablar por ejemplo del periodismo ciudadano, pero a nadie le gustaría ser curado por un médico ciudadano, o que las autopistas las hiciera el ingeniero ciudadano. Eso no funciona así y el periodismo tampoco.
IJNet: ¿Qué implica ser asesor de periódicos en estos tiempos de crisis del periodismo escrito?
TP: Implica decirle a la gente una cosa: tienen que prepararse para desenchufarse de la rotativa. Y tienen que prepararse ya: qué día de la semana va a ser el primero que dejará de salir la edición impresa, cuál será el segundo, cuál será el tercero.
El ser asesor implica también replantear la estrategia de los contenidos. Se tiene que pensar en un entorno de compañía que es más broadcast y menos print. Son diferentes. El reporteo es igual. Lo que hace el periodista en la calle es lo mismo y la parte importante de la edición también. Ve aquí, no vayas aquí. Eso sigue igual.
Además hay que quitar a las redacciones de los diarios esa mentalidad tan insular (de isla) de que el papel es la esencia del periodismo y los demás no es tanto. Eliminar el pensamiento que en la web hay mucho ruido, que es todo impreciso. O en contra de Twitter. Esos que dicen ‘¿en 140 caracteres qué se puede decir?’
El planteamiento tiene que ser mucho más positivo. Tengo todos estos medios que me permiten ser periodista, no unas pocas horas al día si no mucho más tiempo. Hoy yo puedo publicar mucho más durante más tiempo.
Yo no me he hecho periodista para hacer un diario. Me he hecho periodista para informar.