Todos los meses IJNet presenta a un periodista internacional que realza los valores de la profesión y ha usado nuestro sitio web para avanzar en su carrera. Si deseas ser entrevistado, envía aquí una breve reseña biográfica y un párrafo sobre cómo has utilizado los recursos de IJNet.
Myanmar es un país que está constantemente en el foco de las noticias internacionales, y la periodista y fotógrafa Victoria Milko es una de las pocas estadounidenses que trabajan full-time allí.
Milko nació en Washington, DC y se graduó en la Universidad de Maryland. Su carrera comenzó cuando un editor del Washington Post Express se dio cuenta de que ella podía tanto tomar fotos como escribir artículos. Contribuyó regularmente a la publicación, y también publicó en The Washington Post, NPR, Associated Press y más.
Desde entonces, ha viajado para cubrir historias sobre derechos LGBT en Palestina e Israel, salud de la mujer en Bangladesh, rutas migratorias en América del Sur y más. Actualmente trabaja como editora multimedia en Frontier Myanmar, una revista semanal independiente con sede en Rangún.
"Un día tomo fotos de niños refugiados en la frontera de Tailandia, al día siguiente hago un video sobre el impacto del ciclón Nargis en el delta del Irrawaddy y otro día me siento en una conferencia de prensa de Naciones Unidas", cuenta Milko. "Todo cambia día a día".
Milko ayudó a poner en marcha el primer podcast de Myanmar, presentado por dos mujeres locales que hablan sobre derechos humanos en birmano y otros idiomas de minorías étnicas. También trabajó en el estado de Rakhine, poco antes de que la violencia en la región provocara un éxodo masivo de refugiados rohinyá a Bangladesh, y cubrió la crisis alimentaria en los campos de refugiados de la frontera entre Tailandia y Myanmar.
Ávida lectora de IJNet, Milko atribuye su formación en entornos hostiles a nuestro boletín semanal. Asistió al Dart Center de Nueva York para hacer el curso Reporting Safely in Crisis Zones de la Universidad de Columbia.
"Todo lo que aprendí allí me sirve cuando estoy en el territorio, y no creo que me hubiera enterado sobre el programa si no hubiera sido por IJNet”, dice.
IJNet habló con Milko sobre su trabajo, la situación de los periodistas en Myanmar, sus preocupaciones sobre seguridad y sus consejos para jóvenes periodistas.
¿Cuáles son los principales desafíos de trabajar como periodista en Myanmar?
Son muchos. Hay una gran falta de acceso a información gubernamental; es casi imposible contactar a los funcionarios del gobierno y a menudo se impide el ingreso de la prensa a las conferencias de prensa y reuniones de gabinete. Hay que comprar el periódico estatal para ver cuáles son los anuncios oficiales.
Además de eso, Myanmar tiene muchas leyes que datan de la época colonial o que fueron establecidas bajo la Consejería de Aung San Suu Kyi y que frenan severamente la libertad de expresión y de prensa. La 66D es la más famosa. Se trata de una ley anti difamación que se ha mantenido en la gestión de este gobierno democráticamente elegido. Si digo algo en contra del gobierno, o si digo que cierta compañía ha hecho algo malo, pueden demandarme por difamación. La asociación ilícita es otro problema en Myanmar. Si estoy en la misma habitación que alguien que el gobierno considera ilegal, ya sea un grupo étnico armado o un "enemigo de Myanmar", me pueden meter en la cárcel simplemente por eso.
También hay grandes zonas del país donde los extranjeros no pueden ir. Si estás intentado obtener información, debes confiar en lo que te dice el gobierno o el ejército, y ningún buen periodista debería hacerlo.
¿Cómo es ser una periodista estadounidense en Myanmar?
Siempre digo que las mujeres extranjeras en Myanmar tenemos un rol de género particular. No se espera que sigamos lo habitual en una mujer local, como ser conservadoras, estar en el hogar o no entrar en situaciones peligrosas, pero tampoco somos objetos de las amenazas o las expectativas de los hombres. En muchos casos he tenido acceso a historias porque soy extranjera y mujer, mientras que mis colegas locales no han podido acceder a las mismas historias.
Pero también me han seguido y mi imagen ha sido tomada por las unidades de inteligencia del gobierno. La ciberseguridad se está convirtiendo en un problema cada vez mayor en Myanmar, y el gobierno y los militares utilizan herramientas cibernéticas contra los periodistas. No es fácil, pero creo que para los extranjeros es mucho más fácil que para nuestros colegas locales.
Gracias a IJNet postulaste a un entrenamiento en seguridad en entornos hostiles. ¿Qué aprendiste allí?
Estoy muy atenta a la ciberseguridad en Myanmar y, como mujer que trabaja independientemente, a mi seguridad física. Nunca olvidaré cuando estaba en el entrenamiento y un actor que nos enseñaba cómo defendernos nos inmovilizó en el suelo. Aprendí a girar las piernas y las caderas para tratar de patear a un atacante.
También pude formar una red. Muchas de las instructoras y asistentes eran mujeres que, en lugar de decirme "no vayas a este lugar", me enseñaron a estar a salvo en esos entornos hostiles.
¿Qué consejo darías a jóvenes periodistas, en especial a aquellos que se desempeñarán en contextos difíciles?
Recibo muchos correos electrónicos, especialmente de jóvenes, diciendo que quieren ser "fotógrafos de guerra" o "periodistas de guerra". Siempre contesto, pero lo primero que les digo es que no se trata solo de ti. Se trata de tu fixer, de tu conductor y de tus padres. ¿Lo que quieres hacer va a causar un impacto o hay alguien que ya lo haya hecho o lo haga de manera más eficiente? Muchas personas arriesgan sus vidas para contarte sus historias o para reunirse contigo y no creo que un mero deseo de aventura lo valga. ¿Tus historias valen la pena el riesgo? Esa es la parte más importante.
Si vas a arriesgarte, debe ser por los motivos correctos y debes comprender que tienes una responsabilidad no solo para contigo y tu seres queridos, sino también para con quienes trabajas. Si es así, entonces adelante.
En la primera imagen, Milko entrevista a un desplazado interno en el campo de refugiados de Shan en la frontera entre Myanmar y Tailandia. En la segunda fotografía, Milko entrevista a un refugiado que perdió sus manos por una mina terrestre durante el conflicto.
Imágenes cortesía de Milko.