La periodista del mes de IJNet: Nelly Kalu

Oct 1, 2023 en Periodista del mes
Nelly Kalu frente a un micrófono

Ingeniera eléctrica de formación, la nigeriana Nelly Kalu lanzó su primer proyecto periodístico, un programa universitario de entrevistas llamado "The Horizon", mientras estudiaba en el Politécnico Federal de Nekede. Lo dirigió durante dos años antes de cerrarlo para centrarse en sus estudios.

Luego Kalu participó en un año de servicio obligatorio en el Cuerpo Nacional Juvenil en Jigawa (NYSC), al norte de Nigeria, una experiencia que la inspiró para iniciar una carrera en radio, según cuenta. Durante unas prácticas en el NYSC, aprendió a utilizar un micrófono y a leer el panel de control radial, lo que pudo aprovechar para conseguir su primer trabajo como presentadora de radio en Lagos, en City FM 105.1, en 2010.

Más tarde, como locutora de radio en NigeriaInfo 99.3 FM, Kalu fue presentadora de un programa en el que se analizaba la masacre de Asaba durante la Guerra Civil nigeriana, en la que se acusó a las tropas federales de matar a cientos de civiles en la ciudad de ese nombre. "Ha habido generaciones de nigerianos nacidos como yo que nunca vieron la guerra, que solo oyeron hablar de ella. ¿Estamos dispuestos a hablar de esa historia para que no se repita?", dijo Kalu.

Durante la emisión, la interrumpieron y le entregaron un papel en el que le advertían de que si decía "una palabra más" sobre las masacres, cerrarían la emisora.

"Mi emisora de radio no me cubrió las espaldas", dijo. "Nunca me defendieron. Me destituyeron rápidamente, me mantuvieron fuera de antena unos dos días. Me despidieron y me volvieron a contratar. Esa falta de apoyo mató algo en mí, y me fui".

Esta experiencia la llevó a pasar de la radio al fact-checking. "Ya no bastaba con hablar de temas. El periodismo estaba evolucionando. Ya no podías confiar en lo que buscabas en Google porque podía ser, literalmente, información falsa", explica Kalu.

Desde entonces ha trabajado como becaria de fact-checking de Dubawa en el Premium Times Center for Investigative Journalism, como becaria de investigación en el Institute for War & Peace Reporting y como fact-checker en Africa Check.

Luego, tras becas en el CFJ LEAP News Innovation Lab y el World Press Institute se volcó al desarrollo de producto.

¿Puedes describir tu trayectoria de la radio a la televisión y de ahí a la lucha contra la desinformación?

En 2018, hice un curso con RNTC, un centro de formación en el que estudié campañas sociales y cómo mapear a mi audiencia, mapear mi contenido y más. Todo eso me entusiasmó mucho. En 2019, trabajé en TV, pero la misma desafección que estaba teniendo por la radio se trasladó también a la TV.

Me mataba que lo que más importaba en la tele era si mi pintalabios rojo combinaba con mis rastas. Yo quería decir cosas y ser una periodista capaz. En 2020, cuando llegó el COVID-19, me di cuenta de que no podía estar ya en el estudio.

Me presenté a la plataforma de fact-checking Dubawa y me formé durante seis meses. Aprendí sobre desinformación, verificación, y asistí a todos los cursos de todos los programas. La beca nos obligaba a escribir chequeos e investigaciones sobre desinformación. Había mucho que investigar entre el COVID-10 y las masivas protestas de EndSARS contra la brutalidad policial en Nigeria.

Y me di cuenta de que eso no iba a acabar ahí. La gente hablaba de iniciativas de productos y de la inteligencia artificial (IA). Había conferencias por todas partes. Se hablaba de periodismo colaborativo, periodismo de soluciones. Todo esto surgió para mí, por primera vez, entre 2020 y 2023.

¿Nos cuentas de algún proyecto relacionado con la desinformación del que te sientas especialmente orgullosa?

En 2021 investigué la influencia de los líderes evangélicos pentecostales de Nigeria en las decisiones de los nigerianos respecto a la vacuna contra el COVID-19. Básicamente difundían desinformación y los propios pastores ejercían una gran influencia en sus fieles. Todas las personas que formaban parte de estas congregaciones dudaban de la vacuna.

A través de mi investigación, descubrí que los propios pastores tenían influencers que resultaron ser pastores evangélicos pentecostales en Estados Unidos de América. Creo que todavía estoy bastante orgullosa de eso.

¿Has usado IA en tu trabajo? ¿Qué piensas de ella?

Creo que todos los periodistas utilizamos la IA de una forma u otra, lo reconozcamos o no. Pero lo que me preocupa de la IA son sus límites. El otro día estaba utilizando Pinpoint de Google para transcribir audio y básicamente tuve que editar todo porque no podía captar los acentos nigerianos. Si tengo que editar tanto, ¿para qué sirve Pinpoint?

La IA ayuda a editar a freelancers como yo. Pero si la usas demasiado, te quita la voz. Creo que cuanto más utilicemos estas cosas con fines periodísticos, más aprenderán a ayudarnos realmente como queremos que lo hagan.

Creo que debemos cubrir la IA como cubrimos el clima, la política, la economía y todo lo demás. Por una vez, podemos adelantarnos a algo en lugar de ponernos al día.

¿De qué modo te ha ayudado IJNet? 

Fue a través del boletín IJNet que me enteré de la existencia del ICFJ LEAP News Innovation Lab - Solutions Challenge. Gracias a esa iniciativa construimos un producto que actualmente sigue en marcha: Media Inlet, una herramienta de engagement.

Somos un equipo de tres periodistas freelance de Perú, Serbia y Nigeria. Estamos trabajando, corrigiendo errores y desarrollándolo. Tarde o temprano tendremos nuestras pruebas concluidas y el producto terminado.

¿Qué dirías que has aprendido tras aventurarte en diferentes formatos de noticias?

En 2022 fui becaria del World Press Institute. Me reuní con redacciones de siete ciudades estadounidenses, de Nueva York a Los Ángeles. Hablamos de iniciativas periodísticas y por qué estaban muriendo las noticias.

Esas reflexiones me enseñaron que podré ser periodista en un espacio de productos informativos y podré ser periodista en el espacio de la desinformación, pero siempre seré periodista.

Si no elevamos, innovamos y evaluamos el periodismo como periodistas, y vienen personas de fuera a hacerlo por nosotros, perderemos el núcleo del propio del oficio. Tenemos que tratar el periodismo como una especie de espacio interseccional en el que todos los temas se funden en uno, y todas las disciplinas se funden en una. De lo contrario, habrá empresas que mueran, periodistas que no entiendan el negocio o desarrollos que se produzcan sin la ética y la integridad básicas del periodismo.


Foto cortesía de Nelly Kalu.