Solo en el último año, la reconquista de Afganistán por los talibanes y la invasión a gran escala de Ucrania por Rusia han puesto a los periodistas en mayor peligro. Mientras tanto, la libertad de prensa se considera hoy "muy mala" en un número récord de 28 países, de acuerdo con la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa 2022 de Reporteros sin Fronteras (RSF). Los regímenes autoritarios de China, Irán y Bielorrusia, por citar algunos, siguen reprimiendo la libertad de expresión y los medios independientes.
Junto a estos acontecimientos, la seguridad de los periodistas está cada vez más amenazada. El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) ha documentado 541 asesinatos de periodistas y otros 1.123 encarcelamientos en todo el mundo solo en la última década.
La red Journalists in Distress (JiD) busca ofrecer una mano amiga a los periodistas en peligro. Formada en 2006, la JiD comprende 23 organizaciones de todo el mundo, cada una de las cuales ofrece diferentes formas de ayuda.
El CPJ, por ejemplo, ofrece financiación a periodistas que huyen de zonas de conflicto, así como apoyo no financiero, como recomendaciones para visados y formación en seguridad digital. El Rory Peck Trust ofrece formación y programas para que los periodistas mejoren su seguridad digital y física.
De acuerdo con Johanna Pisco, directora de programas del Rory Peck Trust, las organizaciones miembro han ayudado a miles de periodistas a través de iniciativas individuales y conjuntas de respuesta de emergencia. "La coordinación entre las organizaciones que brindan recursos a los periodistas que necesitan apoyo, en momentos como los que hemos atestiguado recientemente, es importante para empoderarlos y permitirles desarrollar su capacidad de resiliencia mientras continúan haciendo su invalorable trabajo de que el poder rinda cuentas", dice Pisco.
El Rory Peck Trust y el CPJ gestionan la red JiD junto con Free Press Unlimited. Se coordinan con los demás miembros para poner en contacto a los periodistas con la ayuda que necesitan.
Las organizaciones miembro no solo están dispuestas cuando los profesionales están en peligro, sino que les dan entrenamiento y recursos para evitar o reducir el riesgo en primer lugar. "Los periodistas tienen que prepararse. Hay numerosas fuentes en Internet donde pueden prepararse y hacer evaluaciones de riesgo. Los cursos de seguridad son imprescindibles", dice Catalina Cortés, coordinadora de asistencia a periodistas del CPJ.
En las zonas de conflicto, la información sobre el terreno es especialmente importante. Sin embargo, los periodistas pueden ser objeto de ataques durante su trabajo. Es esencial que sepan cómo protegerse en tales situaciones. "Hay que asegurarse de que están equipados con todo lo que necesitan. Si no saben lo que necesitan, pueden ponerse en contacto con una organización para que les haga una evaluación de riesgos", señala Pisco.
A principios de este año, la red JID puso en marcha un nuevo sitio web que permite a los periodistas navegar por las organizaciones miembro y así identificar las que mejor pueden ayudarle. El nuevo sitio forma parte del esfuerzo de JID por mantenerse al día con las numerosas solicitudes de ayuda que recibieron durante las crisis del año pasado.
Cuando Estados Unidos se retiró de Afganistán en el verano de 2021, por ejemplo, JiD se vio desbordado por las peticiones de ayuda de periodistas y profesionales de los medios de comunicación de la región. Gestionar las expectativas fue difícil, ya que muchas personas pensaron que las organizaciones miembro podían ayudar de más formas de las que realmente podían.
JiD también espera que su nuevo sitio web aclare algunos conceptos erróneos acerca de la red. Por ejemplo, la afiliación: los periodistas no se "unen" a la red, sino las organizaciones. Los reporteros pueden encontrar enlaces a la página de inicio de una organización miembro, pero deben ponerse en contacto por separado para obtener ayuda. "JiD no es una organización, es una red informal formada por organizaciones", explica Cortés. "No tenemos financiación. Cada organización tiene su propio mandato".
La del periodista es una tarea que nunca ha estado exenta de riesgos. En lo que va de 2022, la invasión rusa de Ucrania ha dejado 18 periodistas muertos, y la semana pasada la destacada periodista palestina Shireen Abu Akleh fue asesinada mientras trabajaba.
Es importante que los periodistas lo tengan en cuenta: su seguridad debe ser siempre la máxima prioridad. Por encima de todo, Pisco y Cortés quieren que estén preparados antes de informar en zonas de conflicto, y que reciban apoyo cuando se encuentren en peligro.
Como dice Pisco: "Como periodistas queremos dejar nuestra huella en la historia, pero un artículo no vale nuestra vida".
Imagen de Engin Akyurt en Pixabay.
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