Salud con Lupa: mapeo y ángulo humano del "Vacunagate" peruano

Aug 5, 2021 en Periodismo de investigación
Screenshot of Salud con Lupa's website showing the Vacunagate reporting

Antes de que Perú terminara siquiera de probar la vacuna contra el COVID-19 ofrecida por la farmacéutica china Sinopharm, una red de 487 personas relacionadas con el gobierno recibió acceso preferencial y secreto a las inmunizaciones.

La distribución de las dosis se mantuvo oculta al público hasta febrero pasado, cuando el ex presidente Martín Vizcarra —destituido por el Congreso peruano en 2020— reconoció que había recibido la vacuna cuando aún estaba en el cargo. El escándalo se extendió a lo largo y ancho del país, y más de 40 funcionarios del gobierno renunciaron como resultado.

Cuando el Congreso tuvo acceso a la lista completa de vacunados, el sitio de investigación sanitaria Salud con Lupa profundizó en el tema, encontrando varios nombres familiares. "Conocíamos a muchas de esas personas incluso desde antes de que estallara el escándalo. Eran fuentes de muchos periodistas. Eran líderes de opinión y asesores médicos en medios de comunicación peruanos", cuenta Fabiola Torres, fundadora del sitio.

El equipo de Salud con Lupa reconoció nombres de lo que Torres denomina "la élite científica peruana", además de políticos y académicos de las principales universidades del país. Los periodistas se propusieron identificar a los ministros, funcionarios, investigadores, diplomáticos y empresarios implicados. Dos meses después, publicaron los resultados de su investigación, titulada "Vacunagate", y trazaron un mapa de la red de quienes recibieron las vacunas secretas.

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A través de un extenso análisis de datos y de 23 artículos, el proyecto mostró las relaciones entre los actores implicados, y de qué modo beneficiaron a sus propias familias y colegas. "Establecimos las conexiones entre todos los que habían recibido la vacuna de forma secreta", explica Torres.

Salud con Lupa pudo identificar a los investigadores a cargo del ensayo de Sinopharm en Perú, cuyos familiares tuvieron acceso temprano a dosis de la misma vacuna que estaban evaluando. Algunos incluso recibieron tres dosis.

El equipo también rastreó US$800.000 en donaciones de Sinopharm al Ministerio de Salud peruano mientras el país aún negociaba la compra de las vacunas.

Las donaciones al Ministerio de Salud no son en sí ilegales en Perú, pero los periodistas de Salud con Lupa señalaron lo oportuno de estos "regalos". "En ese momento el Estado aún no había cerrado un acuerdo con Sinopharm para comprar vacunas contra el COVID-19. De hecho, estaba en plena negociación con Pfizer y AstraZeneca, negociaciones que se detendrían meses después", explica el artículo de Salud con Lupa.

"Investigamos esas donaciones porque habíamos puesto una solicitud de acceso a la información en 2020. En esos registros encontramos a Sinopharm", cuenta Torres, y agrega que Salud con Lupa cruzó los datos con los registros aduaneros.

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Salud con Lupa siempre intenta contrastar lo que dice el Ministerio de Salud y otras fuentes oficiales, y busca documentos para verificar sus afirmaciones. "Así podemos hacer un trabajo más riguroso", señala Torres.

El ensayo de la vacuna Sinopharm en Perú, el mayor de América Latina, ahora está rodeado de acusaciones por irregularidades. La oficina anticorrupción del país ha iniciado una investigación que se prolongará hasta octubre. Mientras avanza, el Congreso peruano ya ha concluido que hubo una "estrategia" para beneficiar a Sinopharm. También ha prohibido al ex presidente Vizcarra ejercer cargos públicos durante 10 años.

Salud con Lupa no se limitó a informar sobre el Vacunagate como el escándalo político que era. También se centró en cuestiones bioéticas. "Este es un caso de corrupción, y también es un escándalo científico que revela los conflictos de interés que fueron normalizados por muchos miembros de la comunidad científica en Perú. Eso también afectó la confianza pública en la forma en que se probó e investigó la vacuna", dice Torres.

Meses después de que estallara el caso, el sitio de investigación lo sigue de cerca, prestando especial atención a cómo la noticia afectó a los voluntarios del ensayo de Sinopharm. Algunos de los que recibieron un placebo durante la fase de prueba aún no han recibido la vacuna real debido a la interrupción suscitada por el escándalo.

"Hay un aspecto crucial en esto: el ángulo humano", enfatiza Torres.


Fabiola Torres es becaria ICFJ Knight.

Foto: Captura de pantalla de la investigación de Salud con Lupa.