Guía para que periodistas de minorías raciales enfrenten el síndrome del impostor

Aug 19, 2024 en Diversidad e inclusión
Una ficha de tablero marrón separada de cinco fichas rojas

Imagina que consigues el trabajo de tus sueños, solo para sentir que no perteneces a él.

Muchos periodistas experimentan el llamado "síndrome del impostor" en algún momento de su carrera. Pero para las mujeres periodistas y de minorías étnicas y raciales, este estado puede ser más pronunciado y generalizado, moldeado por el sexismo sistémico, el racismo y las microagresiones en el lugar de trabajo.

"El síndrome del impostor consiste en sentir que no deberías estar donde estás. Es esa sensación abrumadora de ansiedad de 'yo no me merezco esto'", describe Sara Avery, productora asociada de ABC News Live.

Estudios demuestran que el síndrome del impostor es especialmente habitual entre las personas de color debido a los prejuicios y la falta de representación y apoyo en sus entornos laborales. Se suele pasar por alto el ambiente poco acogedor que estas condiciones general y los sentimientos de no pertenencia que provocan. A su vez, las personas de color pueden interpretar sus sentimientos como una falta personal.

"Los periodistas de minorías raciales creemos que no se nos permite fracasar", dice P. Kim Bui, becaria John S. Knight en Stanford y exdirectora de producto e innovación de audiencia del Arizona Republic. "Si sumamos el 'no puedo fracasar' con 'no sé cómo llegué hasta acá, debe ser un error', todo se convierte en una espiral realmente mala".

El impacto del síndrome del impostor en mujeres y minorías sigue siendo un tema poco discutido hoy en día. Esto es lo que deben saber sobre el síndrome del impostor, cómo se manifiesta y consejos para afrontarlo.

Las presiones de un entorno en el que hay mucho en juego

El síndrome del impostor se manifiesta en las personas de distintas maneras, como depresión y ansiedad. Estudios sugieren que hasta el 82% de las personas han tenido estos sentimientos en algún momento, y que los síntomas son especialmente elevados entre los grupos étnicos minoritarios.

Avery experimentó un grave síndrome del impostor cuando entró a trabajar en una cadena de noticias. "El primer año después de graduarme me generó mucha ansiedad", recuerda. Aunque tenía experiencia como redactora jefe del periódico de su universidad y productora del noticiero de su instituto, Avery dudaba de sí misma en su primer trabajo.

"¿Estoy lo suficientemente cualificada para formar parte de una cadena nacional de noticias con 22 años y recién licenciada?", se preguntaba todo el tiempo. Se imponía una intensa presión a sí misma para rendir a la perfección.

El síndrome del impostor entre los periodistas jóvenes puede dificultar el crecimiento profesional, causar estrés y mermar la confianza.

Representación y apoyo

Las minorías raciales están muy infrarrepresentada en las redacciones estadounidenses. Según un estudio de Pew Research, el 8% de los periodistas son hispanos, el 6% negros y el 3% asiáticos. Esta escasa representación puede hacer que los periodistas que sufren síndrome del impostor se sientan aislados.

La falta de apoyo también intensifica este estado. Bui recuerda desaires sutiles en el trabajo que contribuyeron a su síndrome del impostor. Por ejemplo, cuando expresó su interés por asumir más responsabilidades, se encontró con resistencia.

"Cuando quise asumir algo más de liderazgo, le pregunté a mi jefe si podía ayudarme. Y su respuesta fue que yo no podía ocupar su puesto", cuenta Bui. Esos desaires la hicieron sentirse insignificante. "Era muy difícil ser no solo una mujer, sino una mujer de color y querer liderar".

Bui se solía sentir excluida e incluso modificó su aspecto a raíz de los comentarios despectivos de un compañero. "Tal vez no tenga el aspecto adecuado", recuerda haber pensado. "Empecé a cambiar mi forma de vestir y mi aspecto, algo que ahora me molesta mucho haber hecho, pero que en aquel momento me pareció necesario".

Lo más difícil fue la falta de tutoría y apoyo, dice. "No hay nadie que te diga que estás haciendo un buen trabajo", señala Bui, y añade que las presiones culturales también influyeron. "La pregunta constante era ‘¿Cuándo serás suficiente?’".

Aunque Bui sigue experimentando el síndrome del impostor, ha aprendido a gestionarlo. "Vas mejorando a la hora de contarte a ti misma una historia distinta de la que dice esa parte de ti, y vas mejorando a la hora de cuestionarte por qué piensas determinadas cosas", cuenta.

Mejorar la cultura laboral

Para los medios interesados en abordar de manera efectiva el síndrome del impostor es necesario un cambio cultural. Las empresas deben enfocarse en cambios sistémicos, por ejemplo, abordando la representación, los prejuicios y las disparidades salariales.

"Una cosa que creo que está cambiando, y que es mucho mejor, es la capacitación de cualquier tipo", reconoció Bui, señalando que la capacitación en DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión) y las iniciativas en las redacciones se han vuelto más comunes. "Hacerlas más accesibles para las minorías es importante".

Sin embargo, no es suficiente que las redacciones simplemente contraten a más personas de color. Deben estar en puestos de liderazgo. "Lo que realmente ayudará es tener personas a las que admirar", dice Bui.

Hace tres años, Bui cofundó Sincerely, Leaders of Color (Sinceramente, líderes de color), una serie de artículos que ofrece a los periodistas de color orientación para desenvolverse en el sector periodístico, al tiempo que ayuda a los aliados a comprender cómo apoyar eficazmente a sus colegas. La serie, que actualmente está en pausa, analiza la DEI en las redacciones, aborda los problemas con soluciones y cuenta con autores y editores invitados, garantizando la inclusión de una variedad de perspectivas y voces.

Se suma a iniciativas como el proyecto 50:50 de la BBC, que muestra más mujeres y diversidad en el periodismo, como vías para abordar los problemas de representación en los medios.

"Las empresas, en general, solo tienen que escuchar y tomar medidas concretas", insta Avery. "No tener miedo de decir: 'nos equivocamos; metimos la pata en esta situación'".

Cómo abordar el síndrome del impostor

Reconoce tus sentimientos

Superar el síndrome del impostor requiere un cierto nivel de autoconciencia sobre por qué uno se siente así y qué puede estar causando esos sentimientos. "Pregúntate por qué crees ciertas cosas", aconseja Bui.

Desarrolla una red de apoyo

Construye una red de personas que puedan ofrecerte apoyo cuando sufras el síndrome del impostor. "Lo que más me ha ayudado a superarlo es tener gente con la que hablar y desahogarme" dice Avery.

Reordena tus pensamientos para enfocarte en tus logros

Cuando Avery experimentó el síndrome del impostor en su redacción, se propuso reafirmar sus capacidades. "Tienes que recordarte a ti misma: 'Sé cómo hacer estas cosas. Necesito respirar hondo y no pasa nada por pedir ayuda'".

¡Pide ayuda!

Pedir ayuda, subraya Avery, es parte necesaria del crecimiento y no un signo de incompetencia.

"Muchas veces, cuando entras en ciertos espacios y sientes que la gente espera que sepas ciertas cosas, prefieres no pedir ayuda porque quieres demostrar que eres competente", explica Avery.

Sé abierto al feedback

Recuerda que no todas las críticas son negativas; la crítica constructiva es esencial para el crecimiento de cualquier periodista. "Las personas crecen o se estancan según las expectativas que se tienen de ellas. Recibir críticas y estar dispuesto a aprender son cualidades indispensables", señala Avery.

Busca ayuda profesional

Si el síndrome del impostor afecta significativamente tu salud mental, buscar apoyo profesional puede ayudarte.

"Aconsejo a todo el mundo acudir a un terapeuta, no solo para el síndrome del impostor, sino para las cosas cotidianas", dice Avery. "Si no hablas de lo que te preocupa, te comerá vivo".


Foto de Markus Spiske vía Pexels.