Fact-checking en el mundo: verificadores de Bosnia-Herzegovina

Oct 30, 2018 en Lucha contra la desinformación

Esta es la cuarta entrega de nuestra serie Fact-checking en el mundo, que destaca el trabajo de organizaciones que luchan contra la desinformación. Haz clic aquí para leer la primera parte, aquí para leer la segunda y aquí la tercera.

En Bosnia-Herzegovina, país de los Balcanes devastado por la guerra en los años 90, los fact-checkers están luchando contra la proliferación de noticias falsas desde múltiples frentes. Operan bajo el paraguas de la ONG Zasto Ne, que cuenta con el apoyo del National Endowment for Democracy. La traducción: "¿Por qué no?"

La primera iniciativa de verificación, Istinomjer (algo así como “Medidor de la verdad”) fue lanzada en 2010. Su misión es monitorear y evaluar declaraciones de funcionarios públicos, partidos políticos en el poder y otros actores políticos, cuenta Aida Ajanovic, coordinadora del equipo de fact-checking y editora de la operación en Sarajevo.

Abogada de oficio, Ajanovic explica que Istinomjer evalúa las declaraciones de funcionarios públicos bajo criterios de coherencia, veracidad y cumplimiento de las promesas que hacen en sus apariciones públicas. También analiza las promesas preelectorales de los partidos políticos en el poder a nivel local y estatal.

Hacer que los funcionarios rindan cuentas no es poca cosa en Bosnia-Herzegovina, una sociedad étnicamente diversa, azotada por la corrupción desde los años de posguerra.

En mayo de 2016, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa señaló que “el progreso de Bosnia se ve obstaculizado por la corrupción oficial en detrimento de la calidad de vida de sus ciudadanos y las perspectivas de integración del país en Europa. En medio de recientes revelaciones periodísticas sobre escándalos que involucran a varios funcionarios de gobierno, las percepciones públicas sobre corrupción clasifican a Bosnia y Herzegovina entre las peores de los Balcanes occidentales".

El staff de Istinomjer señala que la desinformación no proviene solamente de los políticos, sino también de la prensa. Y eso requeriría un mayor escrutinio de los medios de comunicación, publicaciones online y un seguimiento de sitios de noticias falsas.

"Desafortunadamente, esta prensa no entró en el trabajo de Istinomjer", explica Ajanovic. "No pudimos manejar ese tipo de fact-checking de la misma manera que manejamos las declaraciones y promesas de los políticos. El siguiente paso lógico fue crear una plataforma por separado".

Bajo el mismo paraguas que Istinomejer, Zasto Ne, Raskrinkavanje se creó en 2017 para examinar más de cerca la información publicada por medios locales.

Poco después de su fundación, Raskrinkavanje desmintió dos flagrantes historias falsas que explotaban estereotipos. Una era sobre una mujer que estaba amamantando a un niño de 12 años; la otra sobre hombres musulmanes que recibían pagos para unirse al radicalismo.

Tijana Cvjeticanin, editora de Raskrinkavanje, ve un fuerte componente político en esas farsas, a las que considera destinadas a influir en el discurso político.

"Esas historias son básicamente campañas políticas de difamación que se venden a través de esos portales. Hay un mercado creciente de ciencia basura y teorías de la conspiración", dijo en un post del Poynter Institute for Media Studies en diciembre pasado.

Para Cvjeticanin, los grandes desafíos son rastrear a los dueños de esos sitios de noticias falsas y mejorar la opinión pública negativa hacia los medios.

Además del subsidio del National Endowment for Democracy, Raskrinkavanje también cuenta con el apoyo de la Embajada de los Estados Unidos en Bosnia y Herzegovina.

Estas operaciones de fact-checking llevan el trabajo un paso más allá, analizando diferentes métodos y patrones de creación y distribución de información falsa en Bosnia y Herzegovina y la región de los Balcanes, incluidos los países limítrofes de Croacia, Serbia y Montenegro.

"Hacemos investigaciones adicionales sobre los discursos que están conectados a la desinformación para descubrir su impacto", dice Ajanovic.

Un ejemplo del tipo de falsedades que estos chequeadores han desacreditado tuvo que ver con supersticiones contra las vacunas.

"En una sola pieza de 'periodismo' online, encontré una abrumadora cantidad de desinformación, distorsión de hechos y mentiras rotundas presentadas como evidencia de que la vacunación causa autismo", cuenta Cvjeticanin. "De hecho, los mitos que difundía eran tan numerosos que ese solo artículo requería más de una desacreditación".

Las historias que incitan al miedo y al sensacionalismo son la columna vertebral de estas dos iniciativas de fact-checking.

La reacción del público hasta ahora ha sido positiva, a juzgar por el número de visitas a los sitios web y los comentarios de los seguidores. El staff de ambas organizaciones hace un promedio de tres apariciones por semana en diferentes medios de comunicación.

"Es raro que los políticos admitan haber dicho mentiras o se disculpen por promesas incumplidas, pero a veces ocurre. También tuvimos un par de situaciones en las que los actores de nuestras historias intentaron negar nuestros hallazgos, sin éxito", cuenta Ajanovic. "Nuestro staff es pequeño, pero sentimos que estamos haciendo una diferencia".

Imagen con licencia Creative Commons en Unsplash, vía Mr Cup / Fabien Barral.