Esta es la segunda entrega de nuestra serie Fact-checking en el mundo, que destaca el trabajo de organizaciones que luchan contra la desinformación. Haz clic aquí para leer la primera parte.
El 1 de marzo, un periodista de Africa Check estaba a punto de salir al aire en un programa de radio sudafricano cuando un lector le envió un tweet para verificar una declaración que había encontrado online.
La declaración afirmaba que un trabajador VIH positivo de la fábrica de chocolates Cadbury "había mezclado su sangre infectada a los productos Cadbury". Aparecía una foto del supuesto trabajador rodeado de policías junto a otra foto de barras de chocolate.
"Obviamente se trataba de un engaño", dice Anim van Wyk, editor de Africa Check. "Pero como la duda provenía de un lector, decidimos echarle un vistazo".
Africa Check publicó más tarde una historia desacreditando el engaño y explicando los pasos realizados para refutarlo. También respondió al lector con la información correcta.
"Siempre tratamos de tener en cuenta que, al tener recursos limitados y un equipo chico, debemos seleccionar cuidadosamente lo que chequeamos", explica van Wyk. "Siempre nos preguntamos cuál sería el impacto de no verificar algo”.
Lanzada en 2012, Africa Check es una organización de fact-checking con cuatro oficinas en el continente: Sudáfrica, Senegal, Nigeria y Kenia.
Peter Cunliffe-Jones fundó la iniciativa después del fracaso de una campaña de vacunación contra la poliomielitis de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y UNICEF a causa de la desinformación.
Cunliffe-Jones estaba trabajando para la Agence France-Presse en Nigeria a principios de la década de 2000 cuando empezó a circular información falsa sobre la vacuna.
"Algunos políticos y líderes religiosos prominentes de Nigeria empezaron a decir que la campaña era parte de un plan occidental para reducir la población musulmana del mundo", explica.
La campaña se centró en áreas donde la polio todavía era endémica y que, en muchos casos, eran zonas con mayoría musulmana.
"Dijeron que en realidad no era una campaña contra la poliomielitis, sino una manera de esterilizar a las mujeres y reducir la población en áreas pobladas por musulmanes". Esas afirmaciones falsas destruyeron la campaña y miles de casos de polio surgieron en los años siguientes.
Tiempo después, Cunliffe-Jones lideró la creación de Africa Check, que se estableció en el departamento de periodismo de la Universidad de Witwatersrand en Johannesburgo. Recibieron fondos iniciales del Africa News Innovation Challenge, dirigido por el becario ICFJ Knight Justin Arenstein.
La organización tiene el objetivo de brindar información precisa sobre asuntos públicos importantes, como política y salud, y capacitar a periodistas para la revisión de información en sus respectivos medios.
Africa Check reacciona a las noticias de última hora y también investiga cuestiones importantes de larga data como las estadísticas delictivas de Sudáfrica, el costo de la electricidad en Kenia, y los riesgos, el diagnóstico y el tratamiento del Ébola.
"Tratamos de seguir el ciclo diario de las noticias", dijo van Wyk, "pero también nos alejamos un poco de él".
Si bien Africa Check tiene su propio sitio, publica en otras plataformas para llegar a una audiencia más amplia.
Van Wyk dice que en Sudáfrica muchas personas se informan a través de programas de radio. Muchos consumidores de noticias también tienen planes de datos en sus teléfonos celulares que solo incluyen WhatsApp y Facebook, lo que obliga a Africa Check a ser creativa con la forma en que difunden los resultados de sus verificaciones.
La organización se ha asociado a estaciones de radio y medios de otros los países en los que trabaja. Sus informes también están disponibles para que otros medios los reproduzcan.
"Muchos de nuestros informes son levantados y replicados", cuenta Cunliffe-Jones. "Hay mucho interés".
Van Wyk dice que la organización también presta mucha atención a lo que sus lectores quieren que sea verificado. Sus audiencias pueden ponerse en contacto con ellos por correo electrónico, redes sociales y a través del propio sitio web.
Africa Check también capacita a otros periodistas. Ofrecen diferentes oportunidades, desde guías virtuales sobre fact-checking a cursos presenciales.
También organizan un premio para alentar a otros a verificar. El año pasado, recibieron participaciones de 159 periodistas de 25 países africanos. Entre los ganadores estuvo Dorothy Otieno, periodista del Nation Media Group de Kenia por su serie Antes de votar; Alexandra Djotan, de Radio Parakou de Benín por una historia sobre política; y la estudiante Moussa Ngom de Senegal, por una verificación sobre las declaraciones del presidente francés Emmanuel Macron sobre África.
La presencia de Africa Check en dos universidades, la de Witwatersrand en Sudáfrica y la escuela de periodismo EJICOM en Senegal, permite a su equipo dar charlas a aspirantes a periodistas.
Ante el crecimiento de la desinformación online, Cunliffe-Jones cree que Africa Check podrá seguir desarrollándose través de asociaciones con otras organizaciones que busquen mejorar la precisión y el debate público.
“La información falsa online es un problema real y creciente y Africa Check necesita asociarse con otros para abordarlo".