Los recursos culturales e históricos son más accesibles en Nigeria desde la introducción de Internet en el país en la década de 1990. Pero mientras que periodistas, investigadores y artistas pueden compartir su trabajo con una gran audiencia digital, partes de la historia de Nigeria se están pudriendo en papel.
En el año 2009, el gobierno tomó la decisión de eliminar la materia Historia del plan de estudios de las escuelas primarias y secundarias de Nigeria. Según The Guardian, "las razones oficiales que se dieron fueron, entre otras, que los estudiantes rehuyen la asignatura; que solo hay unos pocos puestos de trabajo disponibles para los licenciados en Historia y que hay escasez de profesores". Y agregó: "Lamentablemente, Nigeria no cuenta hoy con un relato oficial de la guerra civil de 1967 a 1970", en referencia a la mortífera guerra entre el gobierno nigeriano y la separatista República de Biafra, en el sureste del país.
Acceder a documentos históricos en línea puede abrir conocimiento del pasado y nutrir las decisiones que la gente toma en el presente. Del mismo modo, los periodistas estarán mejor equipados para convocar a un público más amplio, incluyendo a aquellos que históricamente han sido marginados.
La falta de recursos históricos disponibles puede conducir a la desinformación, a la mentira y a la falta de un contexto con el que se puede abordar el pasado y reimaginar el futuro. Para remediar este problema, se han puesto en marcha varios proyectos para garantizar que la historia de Nigeria sea más accesible.
Proyecto de archivos de la Nigeria Railway Corporation
En enero de 2022, Alex Ugwuja, historiador y profesor de la Universidad Nnamdi Azikiwe, lanzó el Proyecto de Archivos en Peligro de la Corporación Ferroviaria de Nigeria, en colaboración con Legacy 1995, una organización que identifica y protege edificios y monumentos históricos. El objetivo del proyecto es restaurar y digitalizar el material ferroviario de Nigeria situado en Ebute Metta, Lagos. "Nuestra mayor motivación es preservar los documentos de importancia histórica", dice Ugwuja. "Puede que no sepamos lo importantes que fueron los ferrocarriles para la Nigeria colonial, pero al ver los registros que quedan, se revelan más detalles sobre el ferrocarril como centro económico del país. Este contenido no solo revela una profunda visión del pasado y de las acciones del gobierno británico, sino que también sirve para entender el futuro del país".
El proyecto se centra en los archivos de ingeniería mecánica y civil del ferrocarril. Estos documentos deben tratarse con cuidado debido a su antigüedad y estado de deterioro. "Una vez que te acercas a ellos, se disuelven en polvo", dice Ugwuja. "Pero hemos recibido formación e intentamos recuperar todo lo que podemos y digitalizarlos antes de que se desmoronen definitivamente".
El proyecto está financiado por el Programa de Archivos en Peligro de la Biblioteca Británica, que ayuda a digitalizar recursos que están en peligro debido al abandono, las malas condiciones de almacenamiento y los factores ambientales. La iniciativa también forma al personal, como Ugwuja y su equipo, en técnicas de digitalización.
De acuerdo con Ugwuja, los recursos digitalizados son propiedad de la Biblioteca Británica, el Ferrocarril de Nigeria y los Archivos Nacionales de Nigeria, con sede en la capital, Abuja. "Hay varias formalidades legales que debemos cumplir", señala. "Todo se alojará en el servidor del Programa de Archivos en Peligro. Esperamos que antes de que termine este año, la Biblioteca Británica publique el material".
Archivi.ng
Archivi.ng se fundó en 2020 con el objetivo de digitalizar un periódico cada día desde el 1 de enero de 1960 hasta el 31 de diciembre de 2010. "Google crea un sesgo de recencia", afirma Fu’ad Lawal, ex periodista y jefe de proyecto de Archivi.ng. "Los nigerianos tienden a relacionarse con Nigeria sin mucho contexto. El vehículo más importante que intenta captar todo lo que ocurre en la historia son los medios de comunicación".
Tras haber trabajado en redacciones como Pulse y Big Cabal Media, la empresa matriz de Tech Cabal y Zikoko, Lawal, reconoce la importancia de digitalizar la información que solo existe en los periódicos. Para él, todo se reduce a una pregunta: "¿Qué pasaría si de repente pudiéramos acceder a todos los días de la historia de Nigeria, especialmente a los titulares, desde 1960 hasta 2010?".
La digitalización también abre vías para presentar la historia a través de los medios. "76, una película histórica nigeriana sobre un golpe de estado militar ambientado en 1976, seis años después de la guerra civil, se hizo con periódicos de dos semanas", dice Lawal. "¿Qué tipo de películas haríamos si tuviéramos 18.000 días de periódicos?". La esperanza es que la digitalización de 18.000 días de la historia de Nigeria arroje más luz sobre el panorama político y económico del país en la actualidad.
Documentar la brutalidad policial
El Proyecto de Brutalidad Policial en Nigeria, conocido como Proyecto POBIN, nació en agosto de 2020 de la mano de Socrates Mbamalu, Similolowa Akinbode, Ayoola Salako y mía.
Este proyecto se creó para poner de manifiesto la magnitud y el impacto de la brutalidad policial en el país, de manera que el gobierno y las fuerzas policiales rindan cuentas. Durante décadas, ha habido innumerables casos no documentados de violencia policial. Muchos ciudadanos han muerto y se han convertido en números olvidados. En el Proyecto POBIN sentimos la necesidad de tener un repositorio para mantener viva la memoria de quienes han sido asesinados por la policía.
El equipo de POBIN, que incluye voluntarios, habla con las víctimas de la brutalidad policial y sus familiares. También se han recogido historias de periódicos y el registro más antiguo en el sitio web del proyecto se remonta a 1981. La iniciativa espera convertirse en una fuente de datos de fácil acceso para que el público en general conozca la brutalidad policial en Nigeria.
Los desafíos de digitalizar archivos
La digitalización de archivos conlleva una serie de retos. Por ejemplo, al equipo de Archivi.ng le resultó difícil registrar su proyecto en la Comisión de Asuntos Corporativos, entre otros contratiempos. Una vez puesto en marcha el proyecto, el equipo no tardó en darse cuenta de que los periódicos están clasificados como obras literarias. "No se pueden tomar los derechos de autor de otras personas y empezar a escanear", explica Lawal. "Los derechos pertenecen al editor". Encontrar a estos editores y conseguir su consentimiento ha sido un problema adicional.
El COVID-19 también puso obstáculos. El escaneo de documentos de gran formato, como las páginas de los periódicos, requiere escáneres que cuestan más de US$30.000. "Y debido al COVID-19, hay una crisis en la cadena de suministro. Ha sido extremadamente difícil conseguir un escáner", cuenta Lawal.
"Hay una cultura que no es favorable a la producción de conocimiento en Nigeria", agrega Ugwuja. "Esa cultura es lo que llamamos 'imprudencia documental': la incapacidad de ver el valor de las cosas que no son de uso inmediato. Aunque los documentos históricos no sean de uso inmediato hoy, no significa que no se vayan a necesitar en el futuro". Y añadió: "La incapacidad de encontrar lo que hubo en el pasado puede impedir proyectar lo que vendrá en el futuro".
A pesar de las dificultades, proyectos de archivo como estos pueden preservar información que de otro modo sería inaccesible para los periodistas. Al contextualizar los acontecimientos históricos y convocar al público, estas iniciativas pueden ayudar a tomar decisiones más informadas en el futuro.
Imagen de Tope. A Asokere en Unsplash.