La ya difícil tarea de reportear en Medio Oriente se intensificó en la década de 2010, algo especialmente cierto en Yemen, donde la represión a los periodistas empeoró tras el estallido de la guerra civil. En 2019 y 2020, en respuesta a una nueva ola de protestas en reclamo de justicia social e igualdad económica en algunas partes de la región, los medios independientes de otros países empezaron a ser objeto de ataques similares.
Desde el movimiento masivo de blogs que ha surgido en Jordania hasta los periodistas yemeníes que informan desde el exilio, los periodistas de la región se han adaptado para trabajar de formas innovadoras, y con resultados diversos.
Yemen
El periodismo ha sufrido en Yemen desde que el golpe de Estado liderado por los Houthi en 2015 dio lugar a que ese grupo, respaldado por Irán, tomara el control de partes del país, cuenta Yasmin Al-Qadhi, una periodista yemení premiada con el International Women of Courage en 2020 por el Departamento de Estado de Estados Unidos.
"Los periodistas yemeníes son uno de los grupos más afectados por la guerra en Yemen. Desde el golpe, cientos han sido despedidos de sus trabajos", explica. "Y los que aún lo conservan han dejado de cobrar o cobran menos. Muchos periódicos locales y centros de comunicación han sido cerrados".
En la actualidad, los medios de comunicación del país operan a nivel regional, y los reporteros tienen un espacio limitado para producir una cobertura informativa más completa. También tienen menos opciones para diversificar los formatos y hacer, por ejemplo, coberturas visuales o trabajos de investigación, detalló Al-Qadhi.
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A esto se suma que varios de los medios que operan sobre el terreno están afiliados a las partes implicadas en la actual guerra. En consecuencia, el trabajo de los periodistas está supeditado a determinadas agendas informativas y zonas geográficas. Así, los periodistas que trabajan con los Houthis en la capital del país, Saná, no pueden cubrir las noticias de Adén, por ejemplo, y los que trabajan con el Consejo de Transición del Sur en Adén, respaldado por Emiratos Árabes Unidos, no cubren los asuntos de la capital.
"Las autoridades que gobiernan en esas ciudades limitan los desplazamientos de los periodistas locales, y han creado fronteras que no pueden cruzar, incluso si viajan de una ciudad a otra para visitar a sus familias", dice Al-Qadhi. "Hay docenas de periodistas que conozco que no han visto a sus familias durante años por este motivo".
Mientras tanto, algunos periodistas yemeníes informan sobre su país devastado por la guerra desde el exilio.
Youssef Ajlan, por ejemplo, trabaja para el canal privado Yemen Shabab desde Estambul, Turquía. Hay tres canales yemeníes que se centran sólo en Yemen y operan desde Estambul, contó Ajlan en este artículo para el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ), señalando que emplean a un buen número de profesionales de los medios.
"Estos canales operan libremente, ya que se dedican a asuntos yemeníes, y no hay interferencia turca en su contenido", dijo al CPJ Ahmed Al-Zurqa, director general del canal de televisión yemení Belqees.
Esta situación se condice con la de otros periodistas de la región que publican fuera de sus países, como Amal, Berlin! y A Serious Look, dos revistas fundadas en Alemania. "Ciertamente existe un movimiento de periodistas en el exilio, que huyeron de sus países por miedo a la persecución e informan sobre eventos de la región desde donde viven en el extranjero", cuenta Sherif Mansour, coordinador del programa del CPJ para Oriente Medio y el Norte de África.
En Yemen, la televisión y la radio se han vuelto más populares entre los consumidores de noticias desde que comenzó la guerra civil, según un informe de Media Landscapes. Los yemeníes también pueden encontrar noticias online, pero el contenido y el acceso a Internet están controlados en gran medida por los Houthis. Además, la prensa en inglés ha desaparecido por completo, y los satélites privados solo pueden operar si están estrechamente vinculados a los grupos dirigentes del país.
La inestabilidad económica es otro factor que perjudica al periodismo en Yemen de acuerdo con Al-Qadhi. Los medios locales y las cadenas de televisión no ofrecen a los periodistas los recursos ni los medios financieros necesarios para producir contenidos completos. Los periodistas ganan una media de US$3 al día, y a veces incluso menos.
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Jordania
El gobierno de Jordania dificulta la labor de los periodistas del país, de acuerdo con el periodista Basil Alrafaih. La inseguridad financiera provocada por el COVID-19 ha agravado las ya de por sí difíciles condiciones.
Jordania declaró el estado de emergencia en marzo de 2020 en respuesta a la pandemia, dando al primer ministro más poder sobre la legislación y los asuntos políticos, explica Alrafaih, al tiempo que permitió al gobierno tomar medidas contra la libertad de prensa. En particular, el Índice de Libertad 2021 de Freedom House clasificó a Jordania como "no libre".
"La situación actual del periodismo en el país forma parte del retroceso general en Jordania", dice Alrafaih. "En el último año, entre los periodistas detenidos se encuentran el caricaturista Emad Hajjaj, el propietario de Roya TV, Fares Al-Sayegh, y el periodista de televisión Mohammad Al-Khalidi, entre otros".
Sin embargo, el movimiento de blogs que ha florecido en Facebook y Twitter, así como los contenidos de video en YouTube, han ofrecido a los periodistas alternativas más libres.
De acuerdo con Alrafaih, varios temas urgentes del país no han recibido cobertura debido a las restricciones impuestas a los medios independientes. En cambio, el público sí está expuesto a los medios de comunicación proestatales, como la Agencia de Noticias de Petra, Jordan TV y Al-Rai.
Organizaciones como ِArab Reporters for Investigative Journalism siguen formando a periodistas en periodismo de investigación. Medios independientes como 7iber publican, a su vez, los trabajos producidos por los periodistas formados allí.
Sin embargo, publicar los trabajos en las redes sociales ha atraído un mayor escrutinio por parte del gobierno. "En muchos casos, los periodistas han sido remitidos a los tribunales acusados de violar la ley de ciberdelincuencia del país", dijo Alrafaih, añadiendo que el gobierno jordano ha atacado específicamente a los medios de comunicación independientes y a los periodistas que utilizan las redes sociales para publicar noticias, como parte de su represión de la libertad de opinión y de expresión.
Fatma Katr es una periodista radicada en Nueva York que cubre Oriente Medio y Estados Unidos. Ha informado sobre la libertad de prensa, injusticia social, noticias económicas, inmigración y género.