El periodismo colaborativo estudiantil que llegó a las noticias nacionales

por Will Fischer
Jan 25, 2021 en Periodismo colaborativo
Under a bridge where many people without homes live in Portland

Kathy Best sabe que el periodismo de investigación que logra más impacto es el que resulta de la colaboración.

Best es directora del Centro Howard de Periodismo de Investigación de la Universidad de Maryland, en las afueras de Washington DC, y en menos de dos años ha liderado premiados proyectos colaborativos.

De hecho, el primer proyecto del centro, una colaboración sobre cambio climático entre NPR y el Capital News Service de Maryland, impulsada por estudiantes, ganó el primer premio de periodismo colaborativo de la Society for Professional Journalists.

Pero quizás lo más emocionante de dirigir el Howard Center es colaborar con otras universidades en ambiciosas investigaciones a nivel nacional. “Puedes aprovechar las fortalezas de cada escuela de periodismo y los estudiantes pueden trabajar con personas que nunca conocerían de otro modo”, dice Best.

Con un ejército de estudiantes ansiosos por aprender y periodistas ganadores del Pulitzer guiándolos como instructores, Best sabía que podrían surgir historias innovadoras al tiempo que enseñaba a la nueva generación de periodistas cómo trabajar juntos.

El resultado ha sido una colaboración periodística que involucró a siete universidades, 19 profesores y más de 270 estudiantes, desde Oregón hasta Arkansas, que produjo casi 40 artículos sobre cómo la falta de vivienda en los Estados Unidos, en un proyecto llamado Nowhere to Go.

Una colaboración universitaria a nivel nacional

Después de que Best asumiera la dirección del centro en abril de 2019, habló con Deborah Nelson, profesora de periodismo de investigación de Maryland. Nelson ayudó a redactar la propuesta para conseguir el subsidio inicial para el centro y le dio a Best una lista de unos 20 profesores de periodismo de investigación de todo el país.

Tres de ellos aprovecharon la oportunidad de inmediato: Maggie Mulvihill de la Universidad de Boston, Rob Wells de la Universidad de Arkansas y Brent Walth de la Universidad de Oregón.

Ese verano, Best y Nelson se encontraron con Walth en la conferencia Investigative Reporters and Editors (IRE) de Houston. Walth contó que estaba interesado en cubrir la situación de las personas sin hogar desde la perspectiva del periodismo de soluciones, y decidieron tomar esa idea para el proyecto colaborativo.

A medida que el enfoque de la historia y los miembros del proyecto central se asentaron, otros tres socios se sumaron: Moni Basu de la Universidad de Florida, Christina Leonard de la Universidad Estatal de Arizona y Cheryl Phillips de la Universidad de Stanford.

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Sumergirse en los datos

Cuando los estudiantes comenzaron a llegar al campus en el otoño de 2019, sus profesores los pusieron a trabajar. El primer paso fue reunir datos.

Aproximadamente 80 estudiantes de Maryland solicitaron información a agencias policiales de todo el país, mientras estudiantes de Boston, Oregón, Stanford y otras ciudades hacían pedidos similares.

 

El estudiante graduado de la Universidad de Boston, Ryoma Komiyama, trabajando para el proyecto colaborativo Nowhere to Go. Foto: Kamome Komiyama

Una de las estudiantes de Maryland fue Luciana Pérez-Uribe, a quien le resultó especialmente útil conocer lo que otros estudiantes encontraban en sus ciudades, tanto para intercambiar conocimientos como para ampliar el alcance del proyecto.

“Compartir datos es importantísimo”, dice Pérez-Uribe. “Cada vez que presentas una solicitud de archivos, consigues datos y los compartes con otros equipos, amplías la historia completa porque estás armando el rompecabezas nacional en lugar de suscribirte a un solo estado o condado".

Los estudiantes querían reunir ciertos datos específicos sobre la falta de vivienda en diferentes ciudades, como 311 quejas de residentes y llamados a la policía. Sin embargo, es notoriamente difícil conseguir registros de las agencias policiales, incluso cuando la ley está del lado de los periodistas. Mussenden cuenta que era común que los estudiantes fueran ignorados o que los funcionarios pusieran todo tipo de trabas.

Organizar el reporteo

Los datos que obtuvieron los estudiantes durante el otoño y el invierno dieron forma a la cobertura. En febrero de 2020, Nick McCool, entonces estudiante de cuarto año de la Universidad de Boston, se enteró de una estadística que fue crucial para el proyecto.

Con la ayuda de Mulvihill, su instructor, McCool había estado tratando de obtener datos de arrestos de personas sin hogar del Departamento de Policía de Boston. Descubrió que en 2019, las personas sin hogar representaron alrededor del 13% del total de arrestos en esa ciudad.

A través de llamados semanales de los instructores, se establecieron dos ejes claros: la criminalización y los alojamientos.

Pero con tantos estudiantes y profesores diferentes involucrados, Best y Nelson sabían que sería difícil hacer que todo encajara. Por lo tanto, aconsejaron a los profesores que se dedicaran a las historias locales que tuvieran sentido para sus estudiantes, y luego descubrirían qué información sacar para elaborar dos historias de relevancia nacional.

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En su mayor parte, ese modo de trabajar funcionó bien, ya que cada uno de los profesores y las escuelas tenían estilos e intereses distintos. Mientras que Oregón se centró en las soluciones, por ejemplo, Maryland profundizó en los problemas y las causas.

Pero cuando llegó el momento de construir las historias nacionales, carecían de un enfoque coherente. Los estudiantes de Walth dedicaron tiempo a agregar estadísticas nacionales y proporcionar un marco más amplio para la historia principal de la criminalización, solo para ver su trabajo recortado en las rondas finales de edición, una lección frustrante pero importante que suelen dejar los grandes proyectos de periodismo colaborativo.

“Esto es periodismo. Tienes que seguir adelante, adaptarte, volver a levantarte y seguir”, señala Walth. “Fue una auténtica experiencia de periodismo real”.

Al finalizar el proyecto, muchos estudiantes pudieron publicar trabajos en medios locales y regionales, como The Register-Guard (el diario de Eugene, Oregón) y The Boston Globe. La principal historia sobre criminalización de los sin techo también fue distribuida a nivel nacional por  AP y publicada en línea en el Washington Post y el New York Times.


Una versión extendida de este artículo fue publicada originalmente en la página de Medium del Center for Cooperative Media y es reproducida en IJNet con permiso.

Imagen con licencia Creative Commons en Unsplash, vía Sean Benesh.