Por Tyler Maroney
Breve historia
Dolarización es el proceso por el que un país abandona su propia moneda y adopta una moneda más estable como su propia moneda de curso legal. Aunque el concepto fue acuñado en referencia al dólar, la conversión a cualquier moneda estable –el euro, el yen, el marco alemán- generalmente se conoce como dolarización. Hay dos tipos de dolarización: la total y la no oficial.
Dolarización total
Esto sucede cuando un gobierno toma la decisión oficial de usar una moneda extranjera para todas las transacciones incluyendo las de deuda gubernamental y privada y tanto el dinero en cuentas de bancos públicos como privados es pasado a dólares. La moneda local que es reemplazada generalmente es válida hasta que se la quita de circulación. En una dolarización completa, las empresas le pagan a sus empleados en dólares, las transacciones de consumo callejeras también son en dólares. Al hacer este traspaso, los países deben fijar una tasa a la que las antiguas deudas, contratos y los activos financieros serán convertidos a la nueva moneda.
Dolarización no oficial
A veces conocida como “substitución de moneda”, la dolarización no oficial es más común. La mayoría de los países emergentes tienen economías dolarizadas no oficialmente, algunos de manera más marcada que otros. La dolarización no oficial se produce cuando el valor de la moneda local se hace tan volátil y el dólar es muy necesario para hacer transacciones, para ahorrar y para pedir dinero prestado.
En La Habana, Cuba y Lima, Perú, por ejemplo, los turistas pagan a menudo a los taxistas y las latas de Coca-Cola en dólares, que coexisten con la moneda local. De la misma manera, en Argentina a pesar de la devaluación de enero de 2002, la mayoría de las transacciones de compra o venta de autos o casas se hacen en dólares.
Por qué dolarizar
La decisión de dolarizar se toma, en parte, porque un país sufre una inflación y devaluación incontrolables que amenaza la salud de la economía del país. Aquellos que quieren conservar moneda local empiezan a exigir tasas de interés más altas para protegerse de la pérdida de valor de la moneda. El banco central acepta las tasas más altas como un medio para defender la moneda y así evitar que siga cayendo en picada. En semejante clima de desesperación, muchas empresas piden dinero en dólares para conseguir tasas de interés menores. Cuando la gente pierde la fe en la moneda local y compra dólares, esto genera una mayor devaluación. A pesar de las más altas tasas de interés, la gente deja de ahorrar en moneda local y muchas empresas sacan su capital del país.
Cabe destacar que la dolarización como sistema de tipo de cambio no garantiza el crecimiento y la estabilidad económica. Cuando un país toma la decisión de dolarizar, adopta la política monetaria del banco central de EE.UU. (la Reserva Federal de EE.UU.), liberándose así el ciclo de devaluación e inflación.
Aunque la dolarización no se puso de moda hasta la década pasada, no es un nuevo sistema de tipo de cambio. Panamá ha estado dolarizado por casi un siglo. Los economistas han debatido durante mucho tiempo los beneficios de la dolarización pero en los últimos años, ha atraído más atención debido a la dolarización oficial de Ecuador y El Salvador. A esto hay que sumarle que la tercera economía de América Latina, Argentina, coqueteó durante mucho tiempo con la idea de una dolarización hasta llevarla a un estrato de discusión pública.
Condiciones para una dolarización exitosa
Para que una dolarización tenga éxito, se deben cumplir una serie de requisitos. Primero, el país que dolariza debe tener suficientes reservas en moneda extranjera. De lo contrario, puede haber una escasez de dólares. Si no hay suficiente moneda para cubrir estas reservas, el gobierno puede tener que aceptar un tipo de cambio más débil.
Segundo, el país debe tener un sector bancario fuerte. Los sectores bancarios débiles son susceptibles a colapsar. El severo impacto económico de los derrumbes bancarios puede ser contrarrestado generalmente con una inyección de liquidez de emergencia. Una economía dolarizada, por definición, no puede hacer esto. En otras palabras, el banco central pierde la capacidad para activamente evitar las caídas bancarias porque pierde el control del banco central a manos del gobierno titular de la nueva moneda más sólida.
Finalmente, es preferible tener un bajo déficit fiscal local. En una economía dolarizada, un gobierno a menudo no se da el lujo de tener un gran déficit, de gastar más de lo que recauda. Esto es porque los grandes déficit en una economía dolarizada no pueden ser financiados o controlados por medio de la impresión de moneda.
PAÍSES QUE HAN DOLARIZADO
Panamá
El primer país en dolarizar totalmente fue Panamá. Desde 1904, cuando el país se separó de Colombia, la economía panameña se guió con el dólar. Esto ha tenido muchos efectos positivos en la economía del país. Por ejemplo, en los 90, la inflación apenas superó el 1% anual. Pero la dolarización no alivió al país de la ayuda externa. Desde 1973, Panamá ha tenido más de 15 programas del FMI, y la dolarización no evitó que se declarara en cesación de pagos de su deuda en los 80.
Ecuador
Ecuador adoptó al dólar como moneda a comienzos de 2000. El país se decidió por esto como último recurso como para salir de una devastadora crisis económica: un sistema bancario en pleno derrumbe, el desplome de la moneda local (el sucre) y reclamos de la clase aborigen. Cuando el presidente Jamil Mahuad anunció en enero de 2000 su intención de dolarizar, el proceso ya estaba en marcha ya que el país estaba muy endeudado. Sin embargo, su anuncio generó un golpe de estado y fue obligado a renunciar. El gobierno civil se reestableció y en febrero, el congreso ecuatoriano aprobó una legislación permitiendo la dolarización total de la economía.
Antes de adoptar el dólar, Ecuador había intentado una serie de esquemas cambiarios incluyendo un tipo de cambio fijo. Ninguno resultó exitoso y todavía no se percibe cuánto ayudará la dolarización a Ecuador.
El Salvador
A fines de noviembre de 2000, el parlamento salvadoreño aprobó una ley de dolarización total. El 1 de enero de 2001, los cajeros automáticos ya estaban programados para entregar dólares y las cuentas bancarias fueron convertidas a la moneda estadounidense. Este cambio no se hizo tanto como un último recurso desesperado como el de Ecuador. En concreto, la inflación de El Salvador era baja –alrededor de 1,3%- durante la década pasada. Sin embargo, la idea era hacer más atractivo a El Salvador a los inversores extranjeros.
Los salvadoreños no estaban tan desorientados como los ecuatorianos porque el colon, la anterior moneda de El Salvador, ya había sido fijada al dólar durante ocho años. El banco central del país ha estimado que el 70% del dinero en uso de hoy es en dólares. También en este caso, todavía es muy prematuro medir los beneficios de la dolarización. Pero hay algunos signos prometedores: al día siguiente de la dolarización, la tasa de interés para préstamos al consumo e hipotecas cayó del 17% al 11%.
Otros casos
Hace unos años, las Naciones Unidas dijo que el dólar se transformaría en la moneda oficial de Timor del Este, que hacía poco se había independizado de Indonesia. En diciembre de 2000, Guatemala aprobó también una ley permitiendo la libre circulación de dólares aunque sin implementar una dolarización total. Y otros países como Costa Rica, Nicaragua y Honduras han barajado la idea de una dolarización, por mencionar algunos. Algunos han propuesto que Afganistán dolarice su economía pero sólo como una medida temporal hasta que asuma un gobierno estable. A pesar de que muchos países guían su economía en base al dólar, ninguno ha revertido un proceso de dolarización total y en generalmente es considerada una medida de fondo.
Los beneficios
Probablemente la principal ventaja de la dolarización es la estabilidad económica que viene con ella. La alta inflación casi inmediatamente queda bajo control. El dólar estadounidense es la moneda más confiable en el mundo y cualquier país que la adopte también adopta la política monetaria de la Reserva Federal de EE.UU. En consecuencia, dolarizar elimina el riesgo de una profunda devaluación reduciendo en cambio, las tasas de interés locales. Además, atrae inversiones del exterior, quienes saben que el valor monetario de sus activos es seguro, conllevando todo esto al crecimiento económico y a más inversiones. En el plano psicológico, la dolarización reduce el nerviosismo económico.
Los costos
Aunque la dolarización puede hacer que un país sea más estable, sigue vulnerable a los cambios en el valor del dólar aunque estas fluctuaciones son resultado de las condiciones de la economía estadounidense. Cuando el dólar fluctúa contra otras monedas internacionales, a veces puede ser de manera pronunciada, no hay forma de contrarrestar esta crisis. Esto es porque cualquier economía dolarizada pierde el control de su política monetaria en manos del banco central de EE.UU. Asimismo, la Reserva Federal actúa según el interés de EE.UU., sin preocuparse por las secuelas en las economías dolarizadas.
Por la misma razón, es imposible responder a los impactos económicos como la volatilidad de los precios del petróleo en el mercado internacional, retocando la tasa de interés. La dolarización hace que el país que la adopta pierda esta alternativa de modificar las tasas como herramienta de política monetaria. Los impactos externos –la fluctuación del dólar es tan sólo uno de ellos- no son absorbidos por la moneda local pero ahora se notan en la economía real.
Además de no poder imprimir moneda, que es una gran desventaja fiscal, un país dolarizado pierde beneficios de imprimir moneda. Este es un negocio reantable porque el costo de imprimir moneda y poner en circulación nuevos billetes (básicamente papeles de muy poco valor) es mucho más bajo que el valor del bien que ese billete comprará. El gobierno estadounidense gana alrededor de US$25.000 millones por año por este tipo de operaciones y cuando los residentes en otros países tienen dólares, están creando ingreso para el Tesoro de EE.UU. Ha habido conversaciones con países dolarizados para compartir los ingresos de esta actividad pero EE.UU. hasta ahora no lo ha permitido.
Otra desventaja de la dolarización es el temor a la falsificación (los billetes falsos son difíciles de identificar en EE.UU.). Además de producir cocaína, Colombia es conocida por sus “empresas fabricantes de dólares”. También hay un riesgo político. Cuando El Salvador dolarizó, la oposición política acusó al gobierno de haber vendido la economía al imperialismo estadounidense. Puede ser difícil convencer a la población indígena que use una moneda que no conoce o no puede identificar. Uno de los grandes obstáculos de Argentina para dolarizar es cultural: dolarizar significaría claudicar al colonialismo y enterrar uno de sus símbolos de orgullo.
Pero una de las grandes contras de la dolarización es que a pesar de que puede frenar la hiperinflación, no tiene ningún papel en la reforma política y económica. En concreto, según muchos economistas, no soluciona los problemas sociales como la evasión impositiva, la pobreza, el desempleo o la corrupción. Aquellos que no están de acuerdo con esto dicen que un ambiente de estabilidad económica favorece más una reforma que un ambiente de inestabilidad. En consecuencia, la dolarización es una estrategia necesaria pero no lo suficientemente necesaria para resolver todos los problemas de una economía.
Conclusión
En el análisis final es importante dejar en claro que la dolarización no es una panacea. Tal como lo han dicho varios estudiosos de la dolarización, es difícil medir los verdaderos costos y beneficios por una simple razón: la falta de precedentes. No hay antecedentes históricos con los que contrastar y comparar resultados. La mayoría de los análisis son teóricos. Sólo un puñado de países ha dolarizado completamente y cada uno tiene dimensiones distintas y adoptaron al dólar como moneda por distintas razones y circunstancias. Panamá es el único país con una larga historia de dolarización y tiene una relación política y económica muy cercana a EE.UU.
Muchos economistas creen que la dolarización tendrá éxito en economías más pequeñas, abiertas y flexibles que tienen fuertes relaciones comerciales con EE.UU. El Salvador es un conejillo de Indias. Sin embargo, puede llevar años medir el éxito de la dolarización en este país.
Por otra parte, la dolarización es permanente. Luego de que un país adopta oficialmente al dólar como moneda, intentar volver a la moneda local debilita cualquier decisión y amenaza con generar más confusión. Este es uno de los problemas con la propuesta de dolarización para Afganistán. No puede ser temporal. Hasta que más países hayan convivido con la dolarización durante al menos unas décadas, será difícil medir la efectividad de la dolarización total.
Qué hay que seguir de cerca
El nivel de dolarización “no oficial”
Entender esto le permitirá a los periodistas calcular la dificultad potencial que un país tendría al adoptar una moneda más estable. Argentina, por ejemplo, podría dolarizar relativamente fácil porque el dólar es una moneda de referencia para toda la economía. Y El Salvador, como se dijo antes, ya había fijado el valor de su moneda local al dólar, logrando que la transición sea más ordenada.
La gravedad de la inflación
A comienzos de los 80, Argentina sufrió una inflación anual que llegó al 5.000% que, en ese momento, fue la tasa más alta del mundo. Hoy, tras la devaluación de comienzos de 2002, el dólar parece haberse estabilizado entre 3,15 y 3,30 pesos ayudando a la recuperación económica del país.
El tipo de cambio de la dolarización
La decisión acerca del tipo de cambio de la dolarización ( uno a uno, dos por uno) es de índole política. Un ministro de Economía o un presidente, por ejemplo, toma esta decisión que para muchos puede cambiar rápidamente sus vidas. El tipo de cambio de la dolarización puede, por ejemplo, duplicar la renta de aquellos que viven en un país ahora dolarizado. Si se dolariza a un tipo de cambio demasiado bajo, se corre el riesgo de una inflación porque la moneda queda débil.
Cuán pegada está la moneda local al dólar
El Salvador, y hasta hace poco Argentina, habían pegado su moneda al dólar. Esto facilita la transición a una dolarización total porque elimina una posible confusión generalizada sobre nuevos tipos de cambio y de identificación de la nueva moneda. Es importante ver si existe un tipo de cambio fijo y por cuánto este sistema ha estado en práctica.
Reservas en dólares en el banco central y en el sistema financiero privado
El ministro de Economía de Honduras hace poco anunció que el banco central tenía alrededor de US$1.000 millones en reservas y otros US$500 millones en cuentas privadas. De decidirse el gobierno a dolarizar, dijo, este dinero ayudaría a que el traspaso sea medianamente ordenado. Investigue cuántos dólares tienen los bancos privados y el banco central y averigüe cuánto dinero envían a su país aquellos conciudadanos que viven en EE.UU. A menudo, este ingreso equivale a un porcentaje importante del Producto Interno Bruto del país.
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Fuente: Iniciativa para el Diálogo Político (http://www-1.gsb.columbia.edu/ipd/j_dollarization_spa.html)