Entre los desarrollos más importantes del periodismo digital en 2015 estuvo la práctica emergente de crear, distribuir y monetizar noticias, conocida como "contenido distribuido".
Esta práctica supone que los medios le dan su contenido a plataformas como Facebook sin un enlace hacia sus propios sitios web, de manera que los usuarios de smartphones tengan un acceso instantáneo al contenido sin necesidad de esperar de cinco a diez segundos a que se cargue (una eternidad para los impacientes consumidores móviles).
Snapchat fue la primera plataforma en reclamar este nuevo territorio para sí cuando lanzó su canal Discover, en junio de 2015. Facebook la imitó en junio, con sus Instant Articles, y Google, Instagram y Apple pronto se subieron al tren.
Fueron al menos tres las motivaciones de estas plataformas sociales y tecnológicas según Josh Constine, de TechCrunch. Querían evitar que los usuarios abandonaran una noticia debido a su carga lenta, querían que los usuarios se mantuvieran dentro de los confines de su plataforma y no la cambiaran por otra y, por último, querían aprovechar la atención de la audiencia para hacerle llegar anuncios adaptados a sus gustos, preferencias y compras habituales.
La estampida hacia las plataformas sociales móviles
El crecimiento del contenido distribuido es un síntoma de la migración de los usuarios de internet a los dispositivos móviles. En solo dos años, esa migración ha modificado el equilibrio de poder entre los medios de comunicación y las plataformas que distribuyen sus contenidos.
La constante pérdida de audiencias e ingresos que terminan en Facebook y Google se ha acelerado a un ritmo vertiginoso. El Informe de Noticias Digitales 2016 del Instituto Reuters encuestó a consumidores de noticias de 26 países y se encontró con que el 46% las recibe a través de las redes sociales, en comparación con el 24% que lo hace desde medios impresos.
El debut de Discover, de Snapchat, y de Instant Articles, de Facebook, fue el puntapié inicial para que otras plataformas se apuraran a desarrollar sus propios canales de distribución de contenidos con el mismo fin: usar noticias producidas por los medios para atraer más usuarios, ganarse su lealtad y monetizar su atención.
Si no puedes con ellos…
Numerosos medios, debilitados por la pérdida de audiencias e ingresos, reconocieron que un creciente porcentaje de su tráfico llegaba desde plataformas digitales como Facebook, Google, Snapchat, Instagram, Apple News y otras. Farhad Manjoo, del New York Times, describió en detalle la situación, al igual que Adam Fraser, de Echo Junction.
Son muchos los medios que han aceptado la idea de que tienen que hacer un pacto con el diablo: ceder parte del control de sus contenidos, a cambio de una mayor distribución y algunos ingresos desde esas plataformas. “Si no puedes con ellos, úneteles”, parecen haber pensado. La tendencia hacia el contenido distribuido y la creciente influencia de las plataformas digitales en la distribución de noticias ha desatado un intenso debate entre quienes están dentro y fuera de la industria.
A Mathew Ingram, de Fortune, le preocupa que los grandes medios pierdan su identidad e importancia al cederle su contenido a Facebook. Emily Bell, de la Universidad de Columbia, hizo un buen análisis sobre la preocupación de que los medios pierdan su influencia en las sociedades democráticas. Los críticos temen que por adoptar estas nuevas estrategias, los medios se transformen en meros consorcios de contenido para gigantescas plataformas.
El monopolio de la publicidad
En una columna de opinión sobre la migración de audiencias a los smpartphones y las aplicaciones, Nilay Patel, jefe de redacción del Verge, describió de qué modo Google, Facebook y Apple se han posicionado para monopolizar la publicidad digital. En su opinión, estas tres compañías dominan de manera abrumadora la publicidad digital dirigida, al punto de que los medios pequeños e independientes no tienen chance alguna de competir para alcanzar la sostenibilidad.
Patel ejemplificó la situación con el cierre de GigaOm y The Dissolve, así como las dificultades por las que atraviesa The Awl, lo que parece demostrar que el futuro de internet estará dominado por plataformas que tengan poco espacio para las publicaciones digitales independientes.
¿Quién velará por el interés público?
Puede que esta migración de contenidos distribuidos represente el último paso en la evolución de los medios, que pasan de ser líderes del discurso público a tener un papel de meros consorcios de contenidos para plataformas de internet.
Con unos medios de comunicación debilitados, ¿qué instituciones actuarán como contrapeso a los intereses políticos y comerciales existentes? ¿Qué medios de comunicación velarán por el interés público?
Las grandes plataformas de internet parecen reacias a aceptar la realidad de que ahora son editoras de noticias, con toda la responsabilidad de servicio público que ese papel conlleva, y que va más allá de satisfacer únicamente los intereses de sus accionistas. Como nos recuerda Bell, es momento de que asuman esa responsabilidad.
Este post fue publicado originalmente en el blog de James Breiner, News Entrepreneurs, y es reproducido en IJNet con permiso.
Imagen con licencia Creative Commons en Flickr, vía Silke Remmery.